JOSÉ II (de Hungría y de Bohemia, arch. Austria, 1780-1790 y Emp. Del SIRG. 1765-1790)

Total de piezas: 12

JOSÉ, hijo del emperador austriaco FRANCISCO I y MARÍA TERESA, es elegido rey de los romanos.


JOSÉ, hijo del emperador austriaco FRANCISCO I y MARÍA TERESA y futuro emperador, es elegido, en Frankfurt (Alemania), rey de los romanos (Emperador futurible que no ha sido coronado por el Papa).

La corona imperial del SIRG pasa al hijo de MARÍA TERESA, que reinará como JOSÉ II.


Habiendo fallecido el emperador Francisco I, la corona imperial pasa al hijo de MARÍA TERESA, que reinará como JOSÉ II (1765-1790). Reinará nominalmente, al menos mientras viva su madre (hasta 1780). JOSÉ II es nombrado corregente de los Estados de los Habsburgo (1765-1780). JOSÉ II será un monarca instruido que impacientemente tratará de crear una burocracia alemana eficiente y moderna sin considerar los fuertes prejuicios locales.

Tropas austriacas ocupan los territorios situados al sur de Alemania. En Baviera y en el Palatinado.


Fallece Maximiliano III, elector de Baviera (1745-1777). Al morir sin descendencia, su herencia pasa a la rama Palatina, reuniendo las dos áreas territoriales de la Casa de Wittelsbach, y fusionando las dos dignidades electorales en una sola. El heredero por él designado es Carlos Teodoro (1777-1799), elector palatino y primero de la rama más antigua de la Casa de Wittelsbach. Austria, que está gobernada conjuntamente por MARÍA TERESA y su hijo, el emperador JOSÉ II, pretende desde hace tiempo la Baja Baviera y parte del Alto Palatinado, que constituyen juntos casi una tercera parte del electorado. Carlos Teodoro quiere que sus ilegítimos descendientes sean aceptados como príncipes del Sacro Imperio Romano; para convencer a JOSÉ II, reconoce las pretensiones territoriales de Austria.

De acuerdo con el elector de Baviera, Carlos Teodoro, JOSÉ II, emperador del SIRG, invade Babiera.


De acuerdo con el elector de Baviera, JOSÉ II emperador del SIRG invade la baja Babiera intentando anexionársela.

Esta pieza también aparece en ... GUERRA DE SUCESIÓN BÁVARA (1778-1779)

Guerra de sucesión bávara (1778-1779) entre Austria y Prusia.


FEDERICO II de Prusia no acepta ninguna maniobra que pueda reforzar el poder y la influencia de Austria en el sur de Alemania, sobre todo desde que teme que una Austria fuerte pueda interferir en su intención de unir Prusia con los margraviatos de Ansbach y Bayreuth. Por ello, protesta contra el reparto aceptado por Carlos Teodoro. A pesar de estas protestas, Austria se niega a retirarse de Baviera, y en julio de 1778, FEDERICO II el Grande y Enrique, príncipe de Sajonia, invaden el reino Habsburgo de Bohemia; las fuerzas austriacas a las órdenes de JOSÉ II mantienen sus posiciones a lo largo de la frontera entre Silesia y Austria. El enfrentamiento comienza con breves escaramuzas, ya que ninguna de las partes quiere arriesgarse a un conflicto abierto. Los intentos por evitar la guerra se hacen a través de la correspondencia personal entre FEDERICO y MARÍA TERESA y la mediación de Rusia y Francia. Este episodio bélico se conoce como “Guerra de sucesión bávara (1778-1779)”

Austria y Rusia acuerdan una alianza para hacerse con los Balcanes y repartírselos.


CATALINA II también desea expulsar al Imperio otomano de los Balcanes cristianos y con este fin mantiene una “conferencia en la cumbre” con JOSÉ II de Austria, quien visita Rusia en 1780 a fin de mantener esa reunión. Acuerdan, pues, una alianza para hacerse con los Balcanes y repartírselos.

A la muerte de MARÍA TERESA es nombrado archiduque de Austria y emp. Del SIRG, su hijo JOSÉ II.


A la muerte, en la fecha, de María Teresa es nombrado archiduque de Austria y emperador del SIRG su hijo JOSÉ II (1780-1790), corregente con su madre MARÍA TERESA, desde 1765. JOSÉ II, no está muy de acuerdo con los métodos seguidos por ella. Su ideal es un imperio perfectamente uniforme y racional. Considera razonable tener un solo idioma para la administración y, naturalmente, elige el alemán; esto produce un programa de germanización de los checos, de los polacos, de los magiares, y otros, lo que a su vez provoca la resistencia nacionalista de aquellos pueblos. Hay un cuerpo de funcionarios fuertemente presionado, en constante crecimiento y cada vez más disciplinado. Para vigilar el conjunto de la estructura, JOSÉ II crea una policía secreta cuyos agentes informarán acerca del comportamiento de los empleados del Gobierno. Esta actuación provocará un nuevo alzamiento al intentar convertir a Hungría en parte de una vasta burocracia pangermánica.

FEDERICO II el Grande, rey de Prusia, impulsa la formación de la Liga de los Príncipes alemanes.


El dualismo prusiano-austriaco, mantenido en Europa central entre 1740 y 1780 empieza a resultar estrecho para las tendencias progresistas existentes, influidas tanto por nuevas corrientes espirituales en su propio seno como por la proclamación de la Constitución americana. En muchos pequeños y medianos estados surge una opinión pública a favor de un espíritu unificador interalemán, en parte provocado por la política expansionista que ahora muestra JOSÉ II, que desea fortalecer la casa de Austria. FEDERICO II el Grande, rey de Prusia, impulsa la formación de la Liga de los Príncipes alemanes -lo que se llamará la Tercera Alemania- para el mantenimiento del Tratado de Westfalia (Alemania), con la única intención por su parte, de impedir las anexiones proyectadas por Austria. Pero los demás estados esperan de esta alianza algo más que la simple oposición a las aspiraciones de JOSÉ II. Ellos persiguen, ante todo, una renovación política del Imperio, una profunda reforma legislativa y judicial, pretensiones apoyadas por las fuerzas espirituales que pueden desarrollarse libremente en sus estados.