En el castillo de la Suda de Tortosa, residen reinas e infantes cuando nuestros reyes itinerantes están en cualquiera de las capitales de la Corona. Es de destacar el rey de Aragón y Catalunya, JUAN I el Cazador (1387-1396), quien reside largas temporadas en La Suda. A este rey se le conocerá también como “el Animador de la gentileza”. Estaba ocupado en la caza del venado, del jabalí y de la cabra montés. Es un rey pacífico y le gustan las fiestas, la música, la poesía, la astrología y la cinegética, lo que da lugar al sobrenombre que ostenta. Después de desmantelar el bando cortesano de la reina SIBILA sigue una política exterior propia, rompiendo con la línea defendida por su padre.

Durante los siglos XIV y XV, Tortosa alcanzará su máximo esplendor que se evidenciará en sus magníficos monumentos góticos: el monasterio y claustro de Sta Clara (siglo XIII) el claustro catedral (siglo XIII) la Lonja (comenzada en 1360), la catedral (en 1347), el palacio episcopal muestra eminente del gótico civil catalán, la fuente de la plaça de la Font (siglo XV), etc. Por otra parte, en Tortosa se acuñan florines como en las principales ciudades de la Corona.

Los partidarios de LUIS de Calabria en Aragón, entre los que se cuentan el gobernador y el Justicia Mayor de Aragón, como sea que no pueden esperar la ayuda lejana de LUIS de Anjou, la piden a FERNANDO de Antequera que ya tiene tropas en la frontera aragonesa. Las tropas de FERNANDO entran en Aragón empezando la persecución y exterminio de los partidarios del conde de Urgell y la captación de partidarios para el pretendiente castellano, el cual no sólo suplanta así a LUIS de Calabria en el ánimo de muchos de sus partidarios sino que se constituye en un rival mucho más peligroso para el conde de Urgell. Mientras tanto, el Parlamento de Catalunya reunido en Tortosa no sabe -en el problema de la sucesión al trono de la Corona de Aragón- con que Parlamento tiene que ponerse de acuerdo.

El Papa BENEDICTO XIII, que busca el decisivo apoyo del de Trastámara, considera que Sicilia es un feudo propio. FERNANDO I de Antequera, rey de Aragón por el Compromiso de Caspe, consigue, en la fecha, en Tortosa, ser investido rey de Sicilia (1412-1416) que es declarada perpetuamente separada del reino de Nápoles. También es investido rey de Córcega y de Cerdeña.

Disputas teológicas en Tortosa para examinar las divergencias entre el judaísmo y la religión católica.

Hispania es agitada en estos tiempos por las predicaciones del valenciano VICENTE FERRER, quien con su irresistible elocuencia gana para la fe cristiana a millares de judíos. Uno de los rabinos convertidos por la predicación de VICENTE FERRER es JERÓNIMO de Santa Fe, uno de los más sabios doctores del talmud, quien no se contenta con abjurar de sus creencias, sino que procura inducir a lo mismo a sus antiguos correligionarios. A este fin, convoca un Congreso teológico en Tortosa, donde se discuten -las célebres Controversias- los puntos en que se diferencia la religión de Jesús de la israelita, habiendo invitado antes a los más sabios judíos españoles a que asistan a dar su parecer y tomar parte en las controversias. La elocuencia y el ardor de JERÓNIMO es tan eficaz, que de los catorce doctores que asisten a dicho Congreso, sólo dos permanecen contumaces en sus ideas habiéndose los restantes convertido al cristianismo.

A partir del siglo XV el Delta del Ebro empieza a crecer súbitamente y consigue introducirse 25 kilómetros dentro del mar. La deforestación de la tierras de Aragón para madera y pastos para los rebaños transhumantes aceleran la erosión de los suelos que van a parar al Ebro. (Napoleón contribuirá más tarde cuando sus tropas además de quemar las pequeñas industrias textiles del Principado, cortarán buena parte de los árboles aragoneses. Por un rápido proceso de sedimentación, al entrar en contacto los sólidos arcillosos con la sal marina, el Delta está asegurado. Esta progresión histórica es rota artificiosamente por los embalses de Flix, Mequinença y Riba-roja y por las repoblaciones forestales más recientes, estabilizándose el crecimiento del Delta al no llegar tantos sedimentos como antes.)

Fallece el papa ADRIANO VI al año justo de su entrada en Roma. Este papa no resultó simpático a los romanos, a quienes les había caído mejor su antecesor León X. ADRIANO VI no conocía su lengua y no sentía ningún interés por la poesía o el arte. La noticia de la muerte de ADRIANO VI fue señal de la alegría más intensa y al día siguiente se encontró en la puerta de la casa de su médico, Giovanni Antracini, un cartel con la inscripción: «EL PUEBLO ROMANO AL LIBERADOR DE LA PATRIA.» El populacho romano dio rienda suelta al odio contra el extranjero en una campaña que transformaba todas las virtudes del infortunado papa en vicios. En la tumba de ADRIANO VI se puede leer: “¡Ay, incluso la labor del mejor de los hombres debe estar a la merced de los tiempos en que vive!”. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Leo Florentius (El león de Florencia), cita que hace referencia a su apellido familiar, los Florenz, cuyo escudo de armas contiene un león.

En Tortosa se imparten estudios superiores de gramática, teología y artes y derecho, desde los viejos tiempos de Abu Bécquer, pasando por los estudios medievales, hasta el siglo XVI en que el prestigio universitario de los dominicos instala con privilegio del rey las facultades en los Reales Colegios edificados por Carlos V en 1564 y que muestran todavía el esplendor del renacimiento tortosino.

El decreto firmado por Felipe III (1609) en el que se expresa la decisión de expulsar a los moriscos afecta a partir de 1610 a los moriscos aragoneses y catalanes. Éstos, concentrados en las regiones del Segre y del Ebro, son más de 4.000, pero algunas comunidades de las diócesis de Tortosa quedaron exceptuados. En total, 3.666 moriscos catalanes fueron embarcados en los Alfaques con destino a Barbaria.