LLIGA REGIONALISTA (Desde 1933… LLIGA CATALANA)

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Fracaso del gobierno MAURA-CAMBÓ. Como consecuencia del colapso del Gobierno Nacional, se produce una grave crisis política.


Fracaso del gobierno MAURA-CAMBÓ, hundido en la fecha. Como consecuencia del colapso del Gobierno Nacional, se produce una grave crisis política y la dificultad de encontrar un sustituto. Se crea, así, un vacío que dificulta cualquier intento de gobierno estable. De nuevo Manuel García PRIETO es el encargado de formar el gabinete con un programa que pretende renovar el liberalismo español, en el que están contenidas reformas tales como la autonomía universitaria o la abolición de la “Ley de Jurisdicciones”. Pero habrá de hacer frente a una nueva fuente de conflictos tan inesperada como profunda -el agravamiento del problema catalán-, y es incapaz de resolverlo. Sin duda, el credo del presidente Wilson provoca en la posguerra un ambiente de autodeterminación nacionalista, propicio para la eclosión de los nacionalismos que se consideran oprimidos.

Creación del partido Unión Monárquica Nacional (UNM) para frenar el catalanismo.


Para combatir a la Lliga y frenar el catalanismo, en enero de 1919, una parte de los dinásticos catalanes, liberal y conservador, crea el partido Unión Monárquica Nacional (UNM), dirigido por el industrial de Terrassa Alfons Sala, conde d’Egara, y que cuenta con monárquicos conservadores como el conde de Fígols, el marqués d’Olèrdola y P. Milà i Camps, así como con el apoyo del diario La Vanguardia y del capitán general de Catalunya Joaquín Milans del Bosch.

DATO decide visitar Barcelona con el rey a la vez que negocia con la Lliga una prudente solución a los traspasos provinciales.


DATO decide visitar Barcelona con el rey el 15 de junio, a la vez que negocia con la Lliga una prudente solución a los traspasos provinciales, autorizados por el Gobierno. La Lliga imparte la consigna de poner banderas catalanas en los balcones para homenajear al rey y DATO grita: “¡Viva España y Visca Catalunya!”. Es un ejemplo inteligente para hallar una salida digna y negociada de la crisis. En esta ocasión, CAMBÓ enseña a ALFONSO XIII las obras y los planos de la Exposición de Montjuïc, que acabará celebrándose en 1929. Al mismo tiempo, comienza la remodelación de la finca de los Güell, en el barrio de Les Corts, destinada a palacio real en Barcelona.

INDALECIO PRIETO, socialista, se sirve del desastre de Annual para atacar a la Corona.


Indalecio PRIETO, socialista, se sirve del desastre de Annual para atacar a la Corona. La conmoción que este desastre militar produce en la Península es terrible. ALFONSO XIII confia de nuevo la presidencia de un nuevo Gobierno de concentración a Antonio MAURA (1921-1922) con CAMBÓ en Hacienda. Con la Lliga se cuenta sólo en los momentos de emergencia.

Se forma Acció Catalana. A pesar de no ser separatista, se presenta como una opción nacionalista mas radical que la de la Lliga.


CAMBÓ había prometido, en 1919, que no formaría parte de Gobierno alguno si no se había concedido antes la autonomía catalana. Esa segunda colaboración ministerial, sin concesión alguna para Catalunya, le cuesta a la Lliga, en mayo de 1922, la escisión peor de su historia: la de Acció Catalana. En efecto, Acció Catalana se forma en Barcelona como consecuencia de la convocatoria, en la fecha, de la Conferència Nacional Catalana por parte de la Joventut Nacionalista de la Lliga, algunos militantes de la extinta UFNR y diversos intelectuales independientes. La ruptura con la Lliga se produce en el contexto de la segunda participación de CAMBÓ en el Gobierno. A pesar de su tendencia no separatista, se presenta como una opción nacionalista mas radical que la de la Lliga y con la idea que la agitación cultural es un buen medio para ‘fer pàtria’. Son sus líderes intelectuales como Jaume Bofill i Mates, Antoni Rovira i Virgili, LLuis Nicolau d’Olwer y Raimon d’Abadal, con el diario “La Publicitat” como portavoz.

La Lliga pierde en Barcelona las elecciones provinciales. CAMBÓ dimite de sus cargos y se marcha de viaje.


La espiral de violencia vuelve a desencadenarse en Barcelona. La CNT y el Sindicato Libre se disputan el terreno. Las corporaciones patronales están hartas de la situación. El capitán general de Catalunya, Miguel PRIMO de RIVERA, tiene las simpatías de las fuerzas vivas barcelonesas y, además, parece favorable al regionalismo. La Lliga pierde en Barcelona las elecciones provinciales de junio de 1923. CAMBÓ, blanco de las críticas nacionalistas catalanas, dimite de sus cargos y se marcha de viaje.

Miguel PRIMO de RIVERA, capitán general de Catalunya, manifiesta que inaugura e instala la Dictadura.


En la madrugada del 13 al 14 de septiembre de 1923, Miguel PRIMO de RIVERA, capitán general de Catalunya, lanza a los vientos de un país en crisis permanente, el manifiesto que inaugura e instala la Dictadura que se prolongará hasta finales de 1929 y que pone fin, momentáneamente, a la Constitución de 1876. “Españoles -empieza el citado manifiesto- ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que liberarla de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso”.

La vida catalana se separa del régimen dictatorial y sus únicos puntos de contacto son los conflictos.


A partir del año 1925 la vida catalana se separa del régimen dictatorial y sus únicos puntos de contacto son los conflictos. Algunas oficinas de la Lliga son cerradas y su periódico, La Veu de Catalunya, es suspendido temporalmente. Pero si ese fue el efecto sobre el sector catalanista moderado, todavía resulta peor sobre los más jóvenes representantes del catalanismo radical, los miembros de Acció Catalana, que presentan el pleito catalán ante la Sociedad de Naciones. PRIMO de RIVERA ofende no sólo a grupos políticos sino a la totalidad de la sociedad catalana. La Dictadura trata de suprimir el catalán en la predicación religiosa y con ello se enfrenta al catolicismo de la región, persigue a instituciones sindicales y profesionales por el mero hecho de utilizar el catalán o, incluso, trata de desmantelar algunas de las instituciones culturales existentes como, por ejemplo, los Juegos Florales, que habrán de celebrarse en el exterior.

En Catalunya se prohíbe la utilización del catalán en los actos oficiales y se sancionan publicaciones.


Hay un crecido número de miembros de la Lliga que en un principio muestran su satisfacción por la subida al poder del general, pero esta coincidencia desaparece muy pronto. Puig i Cadafalch, Presidente de la Mancomunidad de Catalunya, se muestra de acuerdo con el golpe de Estado en un primer momento, quizá porque piensa que, en la práctica, ya está liquidado el régimen de liberalismo oligárquico de la Restauración. Más prudente es Cambó, a quien su instinto político no le engaña cuando recomienda a sus compañeros de partido guardar reserva y atención. En los primeros meses de la Dictadura, incluso, se llega a hablar de la posibilidad de que España se vertebre atendiendo a una configuración regionalista del Estado y desapareciendo las provincias. Esto no se hará y, por el contrario, en una fecha tan temprana como el 18 de septiembre se prohibirá la utilización del catalán en los actos oficiales, a la vez que se sancionarán algunas publicaciones que están vinculadas al catalanismo más radical.

El Manifiesto de la Inteligencia Republicana es firmado, entre otros, por Lluis COMPANYS.


En Catalunya, la Lliga Regionalista se pone del lado del Gobierno, con la voluntad de salvar la monarquía, mientras que la oposición republicana y antidinástica se coordina en marzo de 1930 con vistas a la instauración de una república federal -“Manifiesto de la Inteligencia Republicana”- que implica la devolución a Catalunya de un poder real de gobierno en su territorio. Este amplio manifiesto es firmado por las personalidades más relevantes de la izquierda, entre ellas, Gabriel Alomar, Lluís Companys, Nicolau d’OIwer y Jaume Aiguader, que piden que no se demore más el restablecimiento de la soberanía popular.