A raíz de la victoria sobre los turcos en Lepanto, FELIPE II concibe un peligroso sentimiento de su propia invencibilidad. El hecho de que Inglaterra haya mandado un fuerte ejército a las Provinicas Unidas para ayudar a los rebeldes a frenar el avance español, decide a FELIPE II a empezar a reunir los barcos y el material para invadir Inglaterra si los acontecimientos se siguen agravando.

FELIPE el hijo de FELIPE II y ANA de Austria, es, en la fecha, jurado heredero de Aragón

El rey FELIPE II visita Poblet, después Montserrat y finalmente, en la fecha, llega a Barcelona. Durante su estancia en Barcelona, que duró más de un mes, todo fueron diversiones. Hubo fiestas marítimas, iluminaciones, fuegos, disfraces, bailes, etc.

En las Cortes celebradas en Monzón en 1585, reinando FELIPE II, se acuerda una nueva compilación, impresa en Barcelona en tres volúmenes en 1588-1589 bajo el título Constitucions i altres drets de Catalunya. De hecho, los reyes de España, se olvidan cada vez más de convocar las Cortes, y es natural que al convocarlas, los pueblos tengan muchas advertencias a hacer y no pocas cosas a cambiar.

En 1585 el tercio de Juan de Águila estaba acampado en la isla de Bommel, en la desembocadura del Escalda. Los holandeses provocaron una inundación y los españoles tuvieron que refugiarse en el dique de Empel, que era poco más de un camino. En esta situación, el tercio estaba en una situación en la que eran una presa fácil y se pusieron a excavar para fortificarse. Mientras excavaban encontraron una tabla con una Inmaculada, precisamente la noche del 7 de Diciembre, día de la Inmaculada. Esa misma noche, una tremenda helada inmovilizó los buques holandeses e hizo posible una gran hazaña española. Los españoles asaltaron a pie a la flota holandesa, que gritaban: “Dios se ha hecho español”. Desde entonces, la infantería española adoptó como patrona a la Inmaculada Concepción.

Quitada la máscara de paz y amistad con la que durante tanto tiempo se han cubierto la reina inglesa ISABEL I y su antiguo cuñado FELIPE II (ella apoyando secretamente las expediciones de castigo tanto en Flandes como en el Atlántico y él intentando sublevar de un modo más o menos subrepticio la católica Irlanda o interviniendo solapadamente en Escocia para ponerla en contra de Inglaterra) se declara la guerra abierta entre las dos naciones, -oficialmente jamás declarada- que no terminará hasta 1604. Se expulsan los embajadores de ambos reinos y FELIPE II se dispone a dar el golpe de gracia, invadiendo las Islas Británicas.

Al finalizar el año 1586 y obedeciendo órdenes del rey, es grande la actividad en todos los puertos de la península, construyendo naves de gran capacidad, sin conocerse el verdadero destino de tal armamento. Más adelante se sabrá que el rey FELIPE II quiere enviar una gran armada contra Inglaterra.

El poeta valenciano Cristóbal de Virués publica en Milán, en 1587, en una abigarrado poema en verso, titulado “El Monserrate” y dedicado por su autor, capitán de los ejércitos españoles, a su rey y señor, FELIPE III, la leyenda del ermitaño Garín, que habita las peñas de Montserrat y debe cuidar de la hija del conde de Barcelona , Wifredo, poseída del diablo.

Durante el reinado de ISABEL I, los barcos ingleses llevan a cabo una guerra no declarada contra las posesiones españolas en América y contra los navíos españoles que transportan mercancías (incluyendo oro y plata) a Europa. Esta actividad es muy provechosa para los corsarios ingleses y FELIPE II se ha quejado amargamente a ISABEL de Inglaterra, pero ésta insiste que nada tiene que ver en el asunto. FELIPE II está enfurecido por la complacencia de ISABEL ante la actuación de los corsarios ingleses.

La invasión de Inglaterra que FELIPE II ha planeado en tantas ocasiones alcanza una justificación que los príncipes de los estados católicos no pueden censurar. Se trata de vengar un acto criminal y arbitario, de frenar la herejía, de hacer valer los derechos de la soberana difunta. De nuevo catolicidad se opone a protestantismo. El Papa SIXTO V promete, aunque tibiamente, su ayuda a FELIPE II contra la reina excomulgada. Francia se halla envuelta en sus contiendas civiles, Alemania ejerce su neutralidad implacable y España toma la antorcha de la venganza.