REINO DE LEÓN (I) (910-1037)

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Bandera de LeónEl Reino de León fue uno de los reinos medievales de la península ibérica, sucesor del antiguo reino de Asturias, que tuvo un papel protagonista en la Reconquista y formación de los sucesivos reinos cristianos del occidente peninsular.

Las fuerzas de los reinos cristianos han menguado de tal manera que ni pueden defender sus fronteras.


Las fuerzas de los reinos cristianos han menguado de tal manera que ni siquiera bastan para defender sus fronteras del renovado ejército de ABDERRAMÁN III. Por lo pronto, ORDOÑO III propone al califa el establecimiento de un tratado. Córdoba envía embajadores y, conseguida la promesa de los cristianos de desmantelar algunos castillos que los musulmanes contemplan como una amenaza contra ellos, se llega a un acuerdo de paz al que se adhiere también Fernán GONZÁLEZ. Los reinos cristianos deberán, en consecuencia, satisfacer tributos. ABDERRAMÁN III ni siquiera se plantea la conquista de tales reinos. Le es más productivo cobrar de ellos cada año.

Fallece en Zamora, el rey leonés ORDOÑO III, sin ratificar el tratado de paz con ABDERRAMÁN III.


Fallece en Zamora, el rey leonés ORDOÑO III, sin poder ratificar el tratado de paz que ha quedado ultimado con ABDERRAMÁN III. Le sucede en el trono su hermanastro SANCHO I el Gordo o el Craso (956-958)(960-966). ORDOÑO III, al morir, deja sólo un hijo, BERMUDO ORDÓÑEZ, de muy corta edad y posiblemente ilegítimo. Por ello los nobles palatinos apoyan sin ninguna duda la coronación del obeso SANCHO.

ABDERRAMÁN III ataca el reino de León lo que representa una humillante derrota para SANCHO I el Craso.


SANCHO I el Craso, al subir al trono, decide no ratificar el tratado de paz con ABDERRAMÁN III que su antecesor dejara concluso. Esto provoca la orden del califa al gobernador de Toledo de que ataque el reino de León. La incursión representa una humillante derrota para SANCHO I, cuya obesidad es tal que no le permite montar a caballo y apenas andar.

Fernán GONZÁLEZ reúne las voluntades de los condes gallegos y castellanos en contra de SANCHO I.


Aprovechando la ausencia del rey SANCHO I el Craso, Fernán GONZÁLEZ reúne las voluntades de los condes gallegos y castellanos a favor del príncipe ORDOÑO, hijo de ALFONSO IV, y en contra de SANCHO I, y se dispone a derrocar al monarca leonés. Para asegurar su posición, Fernán GONZÁLEZ casa a su hija Urraca -viuda de ORDOÑO III- con el príncipe ORDOÑO (956). Ante la noticia de que su yerno pretende repudiar a su hija para casarse con una hermosa gallega, Fernán GONZÁLEZ hace saber al príncipe ORDOÑO que, automáticamente, prestará su apoyo al otro candidato si sucede tal cosa. ORDOÑO cambia de opinión al saberlo.

SANCHO I no puede hacerse con el control de la situación en León. ORDOÑO IV es elegido rey de León.


Tras ser reconocido y proclamado el príncipe, ORDOÑO IV el Malo o el Jorobado, como nuevo rey, se entabla la guerra entre los partidarios de ambos bandos. Finalmente en la primavera de 958, SANCHO I que ha tenido que regresar rápidamente de Córdoba, no puede hacerse con el control de la situación y pese a la ayuda que le presta Pamplona, cada vez más deseosa de hacer sentir su influencia sobre León, debe huir y refugiarse en Pamplona.

La reina TODA de León acude al califa de Córdoba en busca del apoyo para reponer en su trono a SANCHO I.


Pero SANCHO I el Craso no ha dicho su última palabra y ello gracias a la intervención de la reina TODA, cuyo poder en Pamplona es enorme, pese a que ya reina su hijo GARCÍA I. Para ayudar a SANCHO, TODA acude al califa de Córdoba en busca del apoyo preciso para reponerle en su trono. TODA pide médicos que curen la obesidad de SANCHO -la medicina musulmana en al-Ándalus es en aquellos momentos muy superior a la de los reinos cristianos- y tropas que le secunden en su lucha.

SANCHO I, la reina TODA y GARCÍA SÁNCHEZ viajan a Córdoba para firmar el tratado de ayuda con ABDERRAMÁ


Un afamado médico cordobés se traslada a Pamplona y consigue eliminar la obesidad del depuesto rey. Tras ello, SANCHO I, la reina TODA y GARCÍA SÁNCHEZ I deben viajar a Córdoba, con la humillación que ello implica, para firmar el tratado de ayuda con ABDERRAMÁN III. Por él, SANCHO entregará, una vez repuesto, un total de diez fotalezas que defienden la línea del Duero y, a cambio, el califa le proporcionará un ejército que le apoyará en su lucha.

Es conquistada Zamora y el ejército de SANCHO I se dirige hacia la capital.


Con el ejército musulmán y ayudado por los condes VELA y ANSÚREZ, SANCHO I el Craso se dirige contra ORDOÑO IV en tanto las tropas pamplonesas entran en Castilla. Es conquistada Zamora y el ejército de SANCHO I se dirige hacia la capital. En el transcurso de la lucha es decisiva la ayuda de los señores gallegos que, en esta ocasión, se ponen al lado de SANCHO, tal vez porque ORDOÑO IV ha resultado ser un señor aún peor que éste.

Fernán GONZÁLEZ es derrotado en Cirueña, y hecho prisionero por GARCÍA I Sánchez de Navarra.


Fernán GONZÁLEZ se queda solo en su defensa de ORDOÑO ante navarros y cordobeses. Derrotado en Cirueña, es hecho prisionero por GARCÍA I Sánchez de Navarra, y encarcelado en Clavijo.

Se escribe en Berlanga de Duero, por los copistas Florencio y Sancho, la Biblia visigótica de San Isidoro.


Se escribe en Berlanga de Duero, por los copistas Florencio y Sancho, la Biblia visigótica de San Isidoro. El volumen posee notas marginales en latín y árabe y destaca como ejemplo de la miniatura mozárabe que ilustra los mejores volúmenes de la época. Los colores empleados son fundamentalmente el rojo, verde, amarillo y azul que, combinados, presentan matices muy variados. El negro se emplea sólo para los dibujos y perfiles, y el blanco es sustituido por el mismo pergamino en su color natural.