Aunque el antipapa CLEMENTE III ocupa el palacio de Letrán, los cardenales se reúnen a la muerte de Gregorio VII y eligen para sucederle a uno de sus más firmes seguidores Desiderio, abad de Montecassino. Pero éste, dolido por las injusticias cometidas contra su antecesor y ante la desoladora situación de la Iglesia de Roma, se niega, por dos veces, a aceptar la investidura, necesitándose una tercera elección para decidirle a aceptar, tomando el nombre de VÍCTOR III (24.5.1086- 16.9.1087).

La duquesa MATILDE, con ayuda de los normandos, expulsa de Roma a CLEMENTE III y el nuevo pontífice -VÍCTOR III- ve así despejado el camino para el ejercicio de su misión. Confirma la excomunión contra ENRIQUE IV ordenada por Gregorio VII.

URBANO II -papa- (12.3.1088 – 29.7.1099). El Papa URBANO II, francés de origen, es monje benedictino y ha sido prior de Cluny y cardenal. Desde el primer momento, URBANO II se manifiesta como un estricto continuador de la política llevada a cabo por Gregorio VII, llegando a decir en su primer acto como Pontífice que “todo lo que él rechazaba, yo lo rechazo, lo que él condenaba, yo lo condeno, lo que él amaba, yo lo abrazo, lo que él consideraba como verdadero, yo lo confirmo y apruebo”. Su llegada a Roma se ve complicada por la fuerte oposición del emperador de Alemania, ENRIQUE IV y el antipapa CLEMENTE III, que había ocupado la ciudad. Sin embargo, consigue el apoyo de los normandos del conde Roger I tras una visita relámpago a Sicilia, lo que le permite entrar definitivamente en Roma, aunque debe combatir durante tres días con las tropas del antipapa antes de poder llegar a la Iglesia de San Pedro. Durante este difícil acceso al solio, URBANO excomulga a CLEMENTE III y al emperador ENRIQUE IV, que se ha aliado con él.

En los años siguientes tratará de recuperar su antigua esfera de influencia en Alemania, en clara confrontación con el emperador. Para ello, casará a la anciana condesa viuda Matilde de Toscana con el conde Welf de Baviera, de apenas 18 años, con el fin de que unan sus fuerzas en la guerra contra Enrique IV en el norte de Italia. También sancionará que no se puede obligar a los eclesiásticos a jurar fidelidad a autoridades laicas, lo que tendrá grandes consecuencias en siglos posteriores. A pesar de estos esfuerzos, en 1089 se ve obligado a abandonar Roma, que vuelve a ser ocupada por CLEMENTE III, y pasa los tres años siguientes convocando diversos sínodos en Amalfi, Benevento y Troia, en los que adoptará medidas contra la simonía, la ley de las investiduras y el matrimonio de eclesiásticos.

HERMANN, el emperador rival de ENRIQUE IV, que desaparece de la historia prácticamente desde el principio, sólo se sabe de él que ha seguido al lado de la Iglesia y que fallece en 1093.

Nace dentro de la familia de los Hohenstaufen, CONRADO -futuro CONRADO III- hijo de Federico I, duque de Suabia, y de Inés, hija del emperador Enrique IV.

Pedro el ermitaño reúne una abigarrada muchedumbre de 100.000 personas, entre hombres, mujeres y niños. La mayoría carece de armas, otros se llevan las herramientas, enseres de la casa y ganados, como si se tratara de un corto viaje. Atraviesan Alemania, Hungría y los Balcanes, creyendo siempre que la ciudad próxima será ya Jerusalén. Saquean las aldeas y roban el ganado por el camino para alimentarse, por lo que los gobernantes de de las regiones por las que pasan se ven obligadas a darles suministros o a usar la fuerza para librarse de ellos. En algunas ciudades atacan a los judíos y sus propiedades.

ENRIQUE IV, rey de alemania, asocia a su hijo ENRIQUE V (1099-1125)a este reinado.

El antipapa TEODORICO es sucedido en el cargo, por el antipapa ALBERTO, en 1101. Es elevado de forma ilegítima al trono de San Pedro con el apoyo del Emperador ENRIQUE IV, para reemplazar a TEODORICO y así oponerse al papa PASCUAL II. ALBERTO al igual que los antipapas Teodorico y posteriormente Silvestre IV intentarán en vano mantener una rebeldía en contra de PASCUAL II, papa desde 1099. Posteriormente, hasta ENRIQUE IV les quitará su apoyo, puesto que quiere la paz.

Conrado, hijo de ENRIQUE IV, se alza contra su padre. Cuando CONRADO muere, en la fecha, el otro hijo de ENRIQUE IV, ENRIQUE V, se alza contra él y quiere que abdique. Alemania está al borde de la guerra civil.