PABLO inicia su tercer viaje (53-58 dC) que tiene como los dos anteriores su punto de partida en Antioquía de Siria; pero esta vez va a terminar en Jerusalén. Pablo visita de nuevo las comunidades de Asia y Europa. No faltan las dificultades, y Pablo se hace eco de ellas en sus cartas. Va a Efeso donde permanecerá dos años y de nuevo a Corinto. De Efeso tendrá que huir a consecuencia de un tumulto provocado por el platero DEMETRIO, que ve comprometidos, a causa de la nueva religión, rígidamente monoteísta, sus negocios. Vende estatuillas de la diosa Diana, particularmente venerada en aquella ciudad (Hech 19). Asimismo, tropieza con la hostilidad de los judíos, que no aceptan su mensaje sobre Jesús. Dentro de las comunidades, particularmente en Corinto, Pablo debe atemperar a veces el desbordante entusiasmo: se manifiestan toda clase de carismas, entre los que el más espectacular es el de hablar en lenguas múltiples e incomprensibles (1 Cor 13 y 14). Al mismo tiempo hay disputas entre clanes rivales (1 Cor 3,39); los ricos no comparten con los pobres (1 Cor 11); algunos abusan de la libertad cristiana (1 Cor 5).

El evangelista LUCAS escribe su evangelio. A diferencia de Mateo y Marcos, Lucas es griego. Médico de profesion, ha sido compañero de PABLO, uniéndose con él en Antioquia en su segundo viaje misionero, probablemente sirviéndole como su médico y ayudante. El evangelio de LUCAS es escrito para los griegos; por lo tanto presenta a JESÚS como el hombre perfecto, aquel que sobrepasa los ideales elevados de los griegos. LUCAS presenta a CRISTO como el Hijo del Hombre asi como el Hijo de Dios. Parece que LUCAS (y también Mateo) utiliza para escribir su evangelio un supuesto documento que será denominado “Q”. Este documento, anterior al año 70 dC, está formado fundamentalmente , por dichos de Jesús y algunas narraciones de milagros. “Q” será reconstruido y traducido por primera vez al castellano en 1992 por César Vidal Manzanares.

El evangelista MATEO, israelita, escribe quizá en Antioquía, su evangelio (en griego). Escrito Principalmente para los judios, Mateo presenta a Jesús como el Mesias prometido en el Antiguo Testamento. Llamado a menudo “el evangelio del reino,” Mateo comienza con una genealogia de Jesús, “el hijo de David,” y cita frecuentamente del Antiguo Testamento. También Mateo -al igual que Lucas- parece que utiliza para redactar su evangelio el documento denominado “Q”.

Los “ebionitas” (del hebreo “pobre”) -también llamados “nazareos”- que son los judeocristianos que en tiempo de SIMÓN, sucesor de Santiago el Menor en Jerusalén, se han rebelado contra él, son considerados, por estas fechas, como secta herética. Desde Persia se extenderán posteriormente a Siria. Los “ebionitas” utilizan un evangelio especial, llamado “evangelio de los hebreos”. La herejía de los “ebionitas” afirma -aunque no todos sus seguidores lo aceptan- que Cristo no es Dios, sino simple hombre. Característica de esta secta es una antipatía hacia Pablo, considerado traidor al hebraísmo, cosa natural en ellos ya que Pablo ha proclamado abiertamente la ineficacia de la ley mosaica.

Taciano el Sirio que desengañado del paganismo -cuya filosofía repudia totalmente- se ha convertido ante la sencillez y veracidad que descubre en el mensaje cristiano, funda, alrededor de esta fecha, la secta de los encratitas o abstinentes, de doctrina gnóstica, que practica el vegetarianismo, considera el matrimonio como adulterio y sustituye el vino de la Eucaristía por agua.

En Siria se proclama emperador el gobernador Caius Avidius Cassius. El usurpador es asesinado tras tres meses de gobierno.

Serapión es nombrado obispo de Antioquía. Se conservarán algunos fragmentos de sus cartas relacionados con el problema montanista y con el docetismo del Evangelio de Pedro (evangelio apócrifo).

Persia halla en los conflictos de Roma, y en la desesperación con que sus emperadores luchan con los godos y con otras tribus germánicas, una oportunidad demasiado favorable para desaprovecharla. Así pues, ataca Armenia, permanente objeto de discordia entre el Imperio Parto (ahora Sasánida) y Roma, y en 254 pasará a controlar aquel país. También penetra en Siria y la toma.

En 258, VALERIANO, emperador romano, marcha a Oriente, después de algunos años de lucha con los invasores germanos, para defender Antioquía. Consigue recobrar Antioquía y expulsar a los persas de Siria.

Mueren mártires en Ciro durante la persecución de DIOCLECIANO, los médicos de hombres y animales, naturales de Siria, COSME y DAMIÁN. Las fuentes les atribuyen la asistencia gratuita de sus pacientes. Su actividad contribuirá a extender la devoción hacia ellos ya durante el siglo IV. Sus nombres pasarán relativamente pronto al canon romano de la misa, y durante la Edad Media se contarán entre los santos más populares por la intercesión que se les atribuirá en casos de enfermedad. Su iconografía será muy abundante.