VALERIANO (Emperador romano) (253-260)

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Es proclamado emperador el general Publio Licinio VALERIANO.


El general rebelde EMILIANO, es de inmediato asesinado por sus propias tropas. Por ello, es proclamado emperador el general Publio Licinio VALERIANO (253-260). Aclamado por el senado, en seguida, para hacer más fácil el gobierno, se asocia a su hijo GALIENO (253-268) a quien nombra coemperador de Occidente, mientras él se reserva el Oriente.

Fallece el papa LUCIO a pocos meses de haber regresadoa Roma.


El emperador de Oriente VALERIANO, durante los primeros años de su reinado, es tolerante con los cristianos, por lo que el papa LUCIO puede volver a Roma para dirigir la Iglesia. Pero poco durará el gozo para LUCIO porque, en la fecha, el papa fallece. Poco se sabe de su vida, aunque parece que se opuso a la tesis de Novaciano y abogó por recibir a los lapsos después de que hubieran realizado una penitencia. Tradicionalmente se cree que murió martirizado.

El emperador VALERIANO, exige a los obispos el reconocimiento de la religión oficial romana.


En enero de este año, el emperador romano VALERIANO, debido a presiones del partido militar que quiere establecer la unidad del Imperio contra los persas, expide un Edicto de persecución a los cristianos, exigiendo a los obispos, sacerdotes y diáconos el reconocimiento de la religión oficial romana y, caso de negarse, les amenaza con el destierro. Al mismo tiempo, prohíbe bajo pena de muerte la entrada a los cementerios cristianos (catacumbas) y la asistencia a las reuniones litúrgicas.

Los francos consiguen pasar hasta Tarraco que al fin han de abandonar para evitar ser aniquilados.


Los francos consiguen pasar hacia el Sur, invadiendo la Península Ibérica llegando hacia el 257 hasta la Tarraconense, donde asedian Tarraco. GALIENO, hijo del emperador VALERIANO, consigue restablecer la frontera de Rin, cortando el paso de nuevas invasiones (durante unos años los germanos afluirán en grupos que más tarde acabarán reuniéndose) y consigue también eliminar a los alamanes. Por otra parte, los francos han de abandonar el asedio de Tarraco para evitar ser aniquilados por GALIENO.

SIXTO II -papa-. A este pontífice se debe la reconciliación de la Iglesia de Cartago con Roma.


SIXTO II -papa- (30.8.257-6.8.258). A este pontífice se debe la reconciliación de la Iglesia de Cartago con Roma, tras el doloroso debate sobre el bautismo conferido por los herejes. SIXTO será especialmente indulgente con el inteligente y levantisco obispo de Cartago, CIPRIANO, a lo que ayudará la terrible persecución ordenada por el emperador VALERIANO. En la persecución de este emperador romano, CIPRIANO -en la fecha- es desterrado a Cucubis.

Se agravan las disposiciones dictadas por VALERIANO en contra de los cristianos.


En el año 258 se agravan las disposiciones dictadas por VALERIANO en contra de los cristianos emitiendo un nuevo edicto. A los obispos, sacerdotes y diáconos se les aplica de inmediato la pena de muerte. Los senadores, los altos funcionarios y los caballeros romanos serán depuestos o degradados y, al mismo tiempo se confiscarán sus bienes. Las nobles matronas incurrirán en pérdida de sus bienes y en destierro. La servidumbre cristiana de la corte imperial perderá sus bienes y, encadenados como esclavos, pasarán a ser propiedad del emperador. Esta persecución sistemática de cristianos será considerada la «octava» persecución general de los cristianos.

Persecución de VALERIANO: el papa SIXTO II es decapitado. Otra víctima es San Tarsicio.


Como consecuencia de las medidas dictadas en el segundo edicto del emperador VALERIANO, el papa SIXTO II -en la fecha- es hecho prisionero y decapitado. Entre las víctimas de la persecución se cuenta también a S. Tarsicio. De este santo solamente se conoce con certeza el epígrafe que el Papa Dámaso hará colocar en su sepulcro: «Queriendo a San Tarsicio almas brutales, de Cristo el Sacramento arrebatar, su tierna vida prefirio entregar, antes que los misterios celestiales». Los relatos de su martirio narran que Tarsicio habría sido asesinado cuando llevaba la Eucaristía a los cristianos encarcelados durante la persecución de VALERIANO. Tras ser descubierto, presionó muy fuerte la Eucaristía contra su pecho, y los soldados romanos terminaron con su vida al intentar inútilmente despojarlo de ella.

LORENZO, como primer diácono del papa Sixto II, es quemado vivo.


LORENZO, como primer diácono del papa Sixto II, es en Roma el encargado de administrar los bienes de la comunidad y de atender a los pobres. Ante la persecución de los cristianos por el emperador VALERIANO, el Papa SIXTO II ha encomendado la salvaguarda del Santo Grial a su diácono, LORENZO. Éste es hecho prisionero junto al papa SIXTO II. Con anterioridad, LORENZO, que es de Huesca, ha dispuesto que unos soldados compatriotas lleven el cuenco a esta ciudad. A LORENZO se le guarda unos días con la esperanza de que entregara los bienes de la Iglesia. LORENZO rehusa y, en la fecha, es quemado vivo. Siete iglesias dedicará Roma a LORENZO, además de la gran basílica patriarcal sobre su tumba. Su fiesta será durante siglos la más importante del santoral, después de la de S.Pedro y S.Pablo. (España en el siglo XVI, que venerará a LORENZO como nacido en ella, dedicará a su nombre la maravilla del Escorial, en forma de parrilla).

Persecución de VALERIANO: Es muerto San Fructuoso, obispo de Tarragona, Augurio y Eulogio.


Durante la persecución de VALERIANO y de su hijo GALIENO, es martirizado y muerto, en la fecha, FRUCTUOSO, obispo de Tarragona, y sus diáconos AUGURIO y EULOGIO. Afortunadamente poseemos el documento de estos hechos. Fueron arrestados el 16 de enero del 259 y muertos el 21 del mismo mes. El documento en sí es precioso y nos revela la fe extraordinaria de los mártires y del pueblo cristiano, la fiel observancia de las prácticas ascéticas (el ayuno del miércoles y del viernes), su constante oración, el sublime espectáculo de su muerte en llamas orando y con los brazos en cruz, y la frase del gran obispo al soldado cristiano Félix, que le pedía se acordara de él: \»yo tengo que acordarme de la Iglesia católica extendida de Oriente a Occidente\». Las actas de su martirio, son el primer testimonio escrito sobre el cristianismo peninsular, y presuponen la existencia de una Iglesia bien organizada y viva.