Hacia 1285, los mongoles devastan las tierras búlgaras. Una invasión que se completa sin obstáculos en 1292.

Fallece el emperador de China KUBLAI KHAN. Le sucede uno de sus nietos: Timur Khan. En su tiempo, el Imperio permanece intacto, pero mantiene el poder sólo sobre China. Las partes exteriores, regidas por otros descendientes mongoles de Genghis Khan, se hacen virtualmente independientes.

En este período se desarrollaba una prolongada pugna entre Venecia y Génova. A su regreso de China, MARCO POLO es hecho prisionero, en la fecha, por los genoveses en el transcurso de la guerra y, hallándose en la cárcel, dicta su libro de viajes a un compañero de cautiverio. En este libro describirá sus viajes y la riqueza y poder de las regiones que ha visitado. Aunque muchos no darán crédito a su relato, sus descripciones son minuciosas, y presentan a los ojos de Europa la visión de una civilización más rica y avanzada que la suya. MARCO POLO, en su admirable relación, nos ha conservado datos curiosos sobre el reinado de Kublai Khan: en su corte hallaban entrada sacerdotes de todas las religiones; entre los grandes profetas tienen su puesto Jesús, Moisés, Mahoma, Buda…; abundan los nestorianos y los alanos entre los militares. Ejemplo viviente de la tolerancia e indiferencia mongola.

En 1299 el líder mongol Mahmud Ghazán cruzó el Eufrates con un enorme contingente y se apoderó de Alepo. Su aceptación del Islam era incipiente y sus intereses de ambición y poder eran superiores a su nueva fe. Gazhán había realizado una muy elaborada alianza con el papa BONIFACIO VIII (1240-1303) y el rey Hayton o Hethum II del dominio armenio de Cilicia, a quienes prometió los lugares santos de Palestina a cambio de ayuda. Gazhán rápidamente venció a los mamelucos en Salamia (cerca de Homs), el 23 de diciembre, y conquistó Damasco (enero de 1300). Se ha escrito: “La victoria mameluca salvó al Islam de la amenaza más peligrosa con que se había enfrentado nunca. Si los mongoles hubieran penetrado en Egipto no habría quedado ningún estado musulmán importante en el mundo al este de Marruecos”

Los rusos continúan postrados bajo el poder de la Horda de Oro (Tártaros/mongoles), pero Moscú, en las proximidades del confín noroeste de la Horda, comienza a experimentar cierto auge.

En 1303, los mongoles inician una nueva campaña bajo el mando de Kutluk Sha, pero los mamelucos se recobran y los derrotan en Marÿ as-Saffar, cerca de Damasco.

Tras la muerte de Ala al-Din, y después de una serie de intrigas palaciegas, en el Sultanato de Delhi el poder pasa a manos de Muhammad ibn Tugluq (1325-1351), fundador de la dinastía de los tugluquíes; este personaje, de extrema crueldad, logra dominar la mayor parte del subcontinente del que sólo quedan fuera Cachemira, Orissa, las costas de Malabar y sectores de Rajputana en el Sur. Para gobernar este inmenso territorio no duda en emplear métodos de deportación masiva de poblaciones enteras, aumentar la presión fiscal y trasladar su capital de Delhi a Devagiri (Daulatabad), a la vez que logra comprar la retirada de los mongoles, que han vuelto a invadir el norte de sus dominios.

Aparentemente, la causa de la epidemia de la peste negra se remonta al asalto de la colonia genovesa de Caffa, en Crimea, donde los soldados mongoles propagan la peste bubónica que, más tarde, los navíos genoveses diseminan por los puertos del Mediterráneo, entre ellos el de Barcelona. En la Península, y en toda Europa, la situación es alarmante, las zonas rurales quedan despobladas y en las ciudades se producen continuos asaltos a las juderías y un brutal encarecimiento de los precios de los productos de consumo. CLEMENTE VI condena estas matanzas.

Durante la dinastía Tran (s XIII-XIV), en el reino de Dai Viet, se rechazan las invasiones de los mongoles.

En Asia central aparece otro conquistador. Se trata de TIMUR, llamado con frecuencia «Timur Lenk» (o sea «Timur el Cojo» o, en la versión occidental deformada, «Tamerlán»). En 1364 es primer ministro de un jan mongol de Asia central.