Colaboración de los castellanos, aragoneses y catalanes, puestos de acuerdo en las persona de sus respectivos reyes FERNANDO IV el Emplazado de Castilla y JAIME II el Justo de Aragón y Catalunya, que, reunidos en el monasterio soriano de Santa María de Huerta deciden reactivar la reconquista.

ALFONSO el Benigno es coronado en Zaragoza en la primavera de 1328 y durante las Cortes allí reunidas con tal ocasión confirma la ordenanza dada por su padre y que consagra la indisolubilidad de la unión entre Aragón, Catalunya, Valencia, Mallorca y los condados pirenaicos. Pese a esta actividad inicial, sus decisiones posteriores serán totalmente contradictorias. ALFONSO el Benigno, por la influencia francesa que ha tenido, es partidario de mantener el máximo nivel posible de autoridad real. Durante su reinado, Cerdenya será la causante de continuos problemas. La isla va a convertirse en el detonante de una guerra entre genoveses y catalanes que, con diversa intensidad, se prolongará durante unos ciento cincuenta años, se extenderá por todo el Mediterráneo y frenará la expansión catalana hacia Córcega.

De los cuatro hijos que PEDRO el Ceremonioso tendrá con su esposa MARÍA de Navarra, en este año nace el último, una niña. Pero de resultas de este último parto mueren madre e hija. PEDRO ha tenido hasta entonces (y seguirá teniendo) un reinado muy agitado, ha pasado por serios peligros, por lo que ha nacido en él un viva preocupación por su sucesión. Por ello, este mismo año, proclama heredera de la corona a su hija mayor CONSTANZA. Esto motiva el enfado y el rompimiento con su hermano JAIME, conde de Urgell, y con la nobleza aragonesa, fiel seguidora de la tradición del reino de Aragón que excluye a las mujeres de la sucesión al trono. El rey pasará verdaderos apuros y se verá obligado a revocar el decreto de sucesión a favor de su hija.

PEDRO el Ceremonioso lucha contra los nobles defensores del «Privilegio de la Unión». Los nobles con la ayuda de algunos grandes concejos se enfrentan a PEDRO en una batalla en la villa de Épila (Zaragoza); ayudaban al rey los concejos y grandes villas de la Extremadura aragonesa, aquellas tierras donde la nobleza apenas existe. Y el rey gana la batalla. Después, en el refectorio del convento de Predicadores de Zaragoza, PEDRO IV rasga el documento que contiene el texto de los Privilegios de la Unión con su propio cuchillo, el «punyalet». Y dice alguna crónica que lo ha hecho con tal vehemencia que se ha producido un pequeño corte en una mano, y que ha quemado los pedazos rotos en un pebetero. El privilegio es abolido. Todo ello contribuye a provocar la crisis de la Corona de Aragón. A este rey se le conoce también, por ello, con el nombre de «Pedro el del punyalet», por haber rasgado con su puñal el Privilegio de la Unión».

PEDRO el Ceremonioso fija que los documentos han de ser fechados por el año de la Natividad o sea, que el año empiece el 25 de diciembre. Esta orden se fija en Catalunya y Aragón en 1350. En el reino de Valencia el cambio no se aplicará hasta 1358. (La norma perdurará hasta principios del siglo XVIII.)

PEDRO el Ceremonioso fija que los documentos han de ser fechados por el año de la Natividad. Según acuerdo de las Cortes de Perpinyà se establece en Catalunya y Aragón que el año comience el 25 de diciembre, fecha del nacimiento de Jesucristo. (La norma perdura hasta principios del siglo XVIII.)

Muere en el campo de batalla, el infante FERNANDO, marqués de Tortosa, hermano de PEDRO el Ceremonioso y que también tenía derechos a la corona castellana. De esta manera, el rey PEDRO el Cruel se ve libre de un competidor y además puede recuperar Tortosa. A finales de 1363 los castellanos afianzan su dominio. Gran parte de Aragón y del reino de Valencia están en poder de Castilla.

Daroca, en la fecha, recibe del rey de Aragón, PEDRO IV, el título de ciudad, por haber resistido tras sus formidables murallas el embate de los castellanos. Teruel ya ha recibido este título y poco después lo recibirá Calatayud. A fines de la Edad Media las ciudades aragonesas serán: Jaca, Huesca, Barbastro, Zaragoza, Tarazona, Albarracín, Teruel, Daroca, Calatayud y Borja, a las que se unirá Alcañiz en el siglo XVII y Cariñena en 1910

Ya que reinan dos papas: URBANO VI, instalado en Roma y CLEMENTE VII establecido en Aviñón. JUAN I, obedeciendo el testamento de Pedro el Ceremonioso, reúne en 1387 una asamblea en Barcelona para decidir que papa han de obedecer los estados de la Corona de Aragón. Los reunidos se declaran por el de Aviñón.

En el momento en que MARTÍN I llega a Barcelona procedente de Sicilia, en la fecha, los reinos de la Corona de Aragón están en paz. MARTÍN se traslada a Zaragoza donde establece su residencia y donde permanecerá hasta mediados de 1400.