En el sínodo de Rávena de 967, OTÓN I confirma la restauración a los estados pontificios de considerables territorios incluyendo el exarcado.

Para agravar la situación en que se encuentra el reino de León, en torno a 967 se produce un ataque de los vikingos contra las costas gallegas. Al mando de GUNDAREDO , los piratas penetran en la ría de Arosa y asolan las comarcas gallegas. El obispo de Santiago, SISNANDO, muere luchando contra ellos.

Bajo Boleslav II, que reinó en Bohemia (967-999), avanza el proceso de cristianización del país.

GERBERTO de Aurillac (futuro Silvestre II) viaja a la Península Ibérica de la mano del conde BORRELL II. En el monasterio de Santa María de Ripoll (Condado de Barcelona), y también en Vic, encuentra GERBERTO una enorme colección de libros en latín que comienza a devorar con entusiasmo. Entre esos libros, copiados con cuidado por los monjes, encuentra traducciones de textos de origen árabe. Estos textos son originales o a su vez traducciones del sirio, del persa, del griego y tratan de materias como astronomía, aritmética y geometría. Estas ciencias fascinan al joven monje y nunca las abandona. Parece que también estudia en Córdoba y Sevilla, entonces en manos árabes. Allí habría conocido las matemáticas árabes y es el introductor del cero en Europa, aunque su uso no se extenderá hasta dos siglos más tarde, en 1202.

En la Navidad de este año, el papa JUAN XIII corona al hijo del emperador, el todavía niño (tiene doce años) OTÓN II, como corregente y sucesor de OTÓN I.

En la fecha, en Polonia, es fundado en Poznan el primer obispado, con el obispo Jordan, probablemente italiano.

Es ésta una época en la que los señores hacen la guerra y los campesinos sufren sus consecuencias. Una sociedad compuesta por soldados, campesinos y clérigos. Los clérigos son muy importantes en estos tiempos. No sólo mantienen el cristianismo, sino que además se ocupan de organizar el cultivo de la tierra desde los monasterios. Se fundan muchas iglesias en torno a las cuales se organiza la vida de la montaña. La Iglesia es la única institución que mantiene cierta estructura supranacional y son los clerígos quienes en los siglos IX y X más contribuyen a la vertebración de los territorios pirenaicos. Por otra parte, la Iglesia, contribuye a la repoblación de algunos pequeños valles con la fundación de monasterios y parroquias. Los clérigos y los monjes ayudan a estabilizar el territorio, pero a cambio se hacen con grandes propiedades, hasta tal punto que la Iglesia se convierte en la principal propietaria de tierras y de bienes.

En el territorio del Pirineo aragonés, la Iglesia se organiza en obispados, uno en el condado de Ribagorza, con sede en Roda de Isábeno, y otro en el condado de Aragón. En el siglo X vivía muy poca gente en estos valles y montañas del norte de Aragón. En realidad, sólo a partir del siglo X comenzamos a tener datos documentales de un centro dedicado a San Juan Bautista en el futuro San Juan de la Peña, y, aunque hay que utilizarlos con ciertas reservas, nos permiten afirmar que en esta época estaba ya asentada una pequeña comunidad de monjes, parte de cuyas dependencias son visibles en la actualidad, correspondiendo a la iglesia mozárabe y a la sala contigua, es decir a toda la zona subterránea.

A lo largo de estos años, los cronistas sólo se preocupan de las familias reinantes, de los grandes hombres y de sus batallas; la historia de la gente y de la vida cotidiana no tiene ninguna relevancia para ellos. A diferencia del sur musulman, donde hay grandes ciudades, los cristianos no tienen ni un solo centro urbano relevante en el territorio del Pirineo. Viven en pueblos pequeños recostados en el fondo de los valles o enriscados en lo alto de los cerros de fácil defensa. Allí viven unos puñados de campesinos que tienen que entregar una buena parte de sus cosechas y de sus ganados a la Iglesia y a los condes, siempre pendientes del hambre y del frío, con la miseria a rastras todos los días de su vida. Y las cosechas son escasas y los rendimientos de la tierra muy pobres. Una sequía, una inundación o una granizada pueden significar la ruina de las cosechas, la escasez y la hambruna. Viven en chozas y cabañas con paredes de piedras trabadas con barro y techo de paja y caña. Sin condiciones sanitarias y con una precaria alimentación, son pasto de las enfermedades y suelen morir muy jóvenes. En esos tiempos, la media de edad apenas supera los treinta años. Una persona que cumple los cuarenta se puede considerar afortunada y rebasar los cincuenta se estima casi un milagro.

Fallece ARNULFO abad del Monasterio de Ripoll -que también es obispo de Girona-. Este abad, había emprendido la obra de un nuevo albergue monacal, construido el claustro y también el molino de agua para el consumo de los monjes y también para regar los huertos interiores mediante una acequia que, ochocientos años después, servirá para crear la primera industria textil de Ripoll, primera piedra de las industrias de este ramo que hoy se extienden por la comarca. ARNULFO quiere construir una nueva basilica pero la muerte trunca su propósito.