La lucha contra Castilla, que el papa CELESTINO III intenta evitar, trae a SANCHO VII el Fuerte de Navarra una inesperada ventaja. El Papa, con el deseo de agradarle, se dirige a él en una bula dándole el título de \»rex Navarrorum\», que había sido denegado por la Santa Sede a sus antecesores desde García IV Ramírez y el pleito por la herencia de Alfonso I.

El papa CELESTINO III excomulga a ALFONSO IX, rey de León, a causa de la alianza que sostiene con los almohades para combatir a ALFONSO VIII de Castilla, y desliga a los leoneses de su fidelidad al rey.

Muchos cátaros, huyendo de Francia, ante la actuación de los tribunales permanentes, se refugian en Catalunya -principalmente en la Diócesis de Urgell- y Aragón. Las primeras persecuciones en Catalunya contra ellos, datan de 1197, siendo ordenadas por PEDRO II de Aragón, quien dicta una ley de expulsión de los herejes y la pena de muerte en la hoguera.

En Bulgaria tiene lugar un proceso expansivo que se consolida con KALOIÁN (1197-1207), hermano de los fundadores del segundo imperio búlgaro Pétar y Asén (1185), y que será ungido zar por el Papa INOCENCIO III en 1202. En principio, con la formación del Imperio latino de Oriente, surgen inevitables conflictos con los occidentales, pero con el tiempo se entabla el diálogo y la cooperación entre ambas partes.

La boda entre ALFONSO IX de León y BERENGUELA, hija de ALFONSO VIII de Castilla, tiene lugar en Valladolid, en otoño de 1197, y la casi inmediata condena del papa CELESTINO III -debido al parentesco de los contrayentes- no es obedecida por ALFONSO IX. Justifica la posición eclesiástica la proximidad de sangre en grado prohibido de los esposos, ya que el monarca y el padre de Berenguela son primos carnales.

Fallece el papa CELESTINO III. Poco antes de morir, ha expresado su intención de abdicar nombrando un sucesor, pero los cardenales no se lo han permitido. Es enterrado en la Basílica de San Juan de Letrán. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como De rure bovensi (De campo de bueyes), cita que hace referencia tanto a su familia, los Bovis (bueyes), ya que era originario de la campiña romana.

INOCENCIO III -papa- (22.2.1198 – 16.7.1216). Proviene de la noble familia de los condes de Segni. Hombre de gran cultura, ha estudiado Filosofía y Teología en París y Derecho en Bolonia. Cuando es elegido papa por unanimidad a los treinta y siete años, ya tiene ganada una bien cimentada fama de teólogo y jurista, y posee un vasto conocimiento de la administración de los asuntos eclesiásticos. Este pontífice, en quien una notable clarividencia política se une una fervorosa práctica ascética, demostrará siempre una voluntad inflexible y una incorruptible firmeza de carácter. Sus contemporáneos lo llamarán «estupor del mundo». Y a pesar de los graves errores que cometerá este papa, el pontificado de INOCENCIO III será uno de los grandes pontificados de la Iglesia. Durante él alcanzará su apogeo el gótico y se construirán o terminarán de construir las más bellas catedrales de la cristiandad, nacerán las universidades europeas y florecerá la Escolástica.

Ante la perturbación que ocasionan todas las sectas con sus actividades desmoralizadoras y la amenaza de que se levante un dique de cultura anticristiana, totalmente hostil a la iglesia entre Roma y las cortes católicas de Inglaterra y Francia, por los avances que estas tendencias manifiestan en las tierras provenzales, al ascender INOCENCIO III al solio pontificio, se propone combatir a fondo estas herejías. Al principio de su pontificado, el papa no se muestra partidario de la represión violenta, diciendo que desea «la conversión de los pecadores, no su exterminio» y conforme a estos criterios intenta atraerlos por medio de misioneros que los disuadan de su error y, en último extremo, que procedan a excomulgar a los contumaces. Las máximas penas que se aplican en general, son el destierro y la confiscación de los bienes.

INOCENCIO III consciente defensor de las ideas propugnadas por Gregorio VII, logrará imponer la fuerza de su poderosa personalidad, consiguiendo que sus decisiones sean aceptadas por todos los príncipes cristianos y llevando el prestigio del papado a alturas desconocidas hasta este momento. Él realizará prácticamente la teoría según la cual en las manos del pontífice residen los dos poderes: el espiritual y el temporal, de tal modo que a él tocará, en caso de controversia, la designación del emperador. Su pontificado supondrá el apogeo del absolutismo papal que durante el siglo XII se ha visto muy mermado por las continuas revueltas de los nobles y por las guerras con Barbarroja. So pretexto de salvaguardar la fe católica, no dudará en intervenir en la política de los diferentes reinos cristianos siempre que lo considere oportuno.

INOCENCIO III para debilitar al SIRG reconoce al rey de Francia, FELIPE Augusto, como «emperador de su reino».