Procedente de Panonia, hace unos años que ha llegado a la Gallaecia, MARTÍN, un joven sacerdote dispuesto a convertir a los suevos. Estos, aunque ya cristianos la mayoría, profesan el Arrianismo, y MARTÍN se propone convertirlos a la fe católica. MARTÍN de Braga o de Dumio, ha visitado Tierra Santa, Roma y las Galias. Desde Tours, donde venera el sepulcro del celebérrimo san Martín, llega a las costas gallegas. Funda el monasterio de Dumio, entra en relación con la corte sueva, y promueve su conversión del arrianismo al catolicismo. Su trabajo apostólico es grande, consiguiendo la conversión del propio rey TEODOMIRO, y de la mayoría del reino suevo, en el año 560. Posteriormente, en premio a su labor, será promovido obispo metropolitano de Braga.

Fallece el papa PELAGIO I.

JUAN III -papa- (17.7.561 – 13.7.574) Romano de noble estirpe. Aprobó el controvertido V Concilio ecuménico, II de Constantinopla; condenó los errores de los Tautanastas o incorruptibles; dispuso que se encargara de las catacumbas la Administración Central de la Iglesia y que no se permitiesen más enterramientos en ella; completó la construcción de la basílica de los Doce Apóstoles. Durante su pontificado se celebraron en España los concilios I y II de Braga, en los que se condenó a los herejes Priscilianistas.

Concilio I de Braga que pone de relieve que la secta de Prisciliano sigue aún viva en Galicia, lejana y apartada del mundo. Este Concilio es la culminación de la obra misionera de MARTÍN de Braga. Este pasa muy pronto a ser arzobispo de Braga y metropolitano de todo el reino suevo. Escribirá diferentes obras.

La reconstrucción de la cúpula de la iglesia de Santa Sofía tarda cuatro años. En este día, JUSTINIANO exclama: «¡Salomón te he vencido!». Esta reconstrucción, que dio a la iglesia su actual forma característica del siglo VI, se completó en el año 562. El poeta bizantino Pablo Silenciario compuso un poema épico, conocido como Ekphrasis, para la dedicación de la basílica presidida por el Patriarca Eutiquio el 23 de diciembre de 562.Por otra parte mandará construir las iglesias de los Santos Apóstoles, Santa Irene, San Sergio y San Baco en Constantinopla, destinando la primera a panteón imperial. Son también obra suya las iglesias de San Apolinar y San Vital de Rávena.

Mucho más que los presbíteros y los obispos, cuya calidad deja mucho que desear, son los monjes los mantenedores de la vitalidad cristiana. Frecuentemente ocuparán el primer lugar en la continuación de la evangelización. Aproximadamente en este año, llega a Escocia el monje irlandés COLUMBANO, que refuerza la iglesia cristiana, ya instalada en Glasgow por MUNGO. La labor de COLUMBANO tendrá mucha mayor relevancia en la medida en que configurará la iglesia céltica como un colectivo monástico y misionero, independiente y con prácticas distintas de Roma. Fundador de muchos monasterios, entre los cuales sobresale el de Hy (lona), que será el centro del catolicismo escocés durante la Edad Media. Otros monjes que seguirán la regla de San Benito serán también evangelizadores, como Agustín de Cantorbery (534-604), comentaristas de la Escritura y guardianes de la tradición latina, como Beda el Venerable (673-735).

El Concilio de Tours II establece que todo clérigo que sea hallado en la cama con su esposa será excomulgado por un año y reducido al estado laico.

Muere el rey de París, CARIBERTO I. Aunque Cariberto ha sido elocuente y docto en leyes, también ha sido uno de los más disolutos primeros reyes merovingios. Ha sido excomulgado al casarse con su cuarta esposa, su cuñada (hermana de su segunda esposa, lo que en este tiempo es considerado una especie de incesto), y su muerte temprana en 567 es debida a sus excesos.

Los pueblos germánicos dominan ya una gran parte de Occidente: los visigodos en España, los lombardos en el norte de Italia, los francos en la actual Francia y más al este, los sajones más al este aún…, y así sucesivamente. Todos estos pueblos, a excepción de los francos, son arrianos, lo cual es para los católicos casi tan malo como ser paganos. Los más peligrosos para Roma son los lombardos, cuyo centro se halla en Pavía, al sur de Milán, y en general ocupan la parte de Italia que hoy se conoce como Lombardía. A diferencia de los hunos y los vándalos, los lombardos llegan y se quedan, con la intención inequívoca de expandir su territorio. En el año 569 se apoderan de Milán, que en otro tiempo ha sido capital del Imperio, y su rey adopta el título de «Señor de Italia». De hecho, no tardarán en ocupar una gran parte de la Italia septentrional. El Papa JUAN III y los romanos piden ayuda al exarca bizantino de Ravenna y al mismo emperador de Constantinopla; pero inútilmente. Son los Papas quienes se tienen que ocupar de la organización y defensa de Roma.

El vacío de poder en Roma provoca una huida de las autoridades imperiales, que serán rápidamente sustituidas por las diócesis. Los obispos se convierten, de esta manera, en una pieza clave del entramado político de la época, ya que son prácticamente los únicos representantes del pueblo llano indigena ante los invasores. Podemos decir que en esta época Italia se divide en tres partes. Una la ocupan los lombardos (Pavía), en el norte, que han invadido a partir de 569 y donde se asentarán en 572. La parte de Italia central, perteneciente a los romanos orientales, se llama «Exarcado de Rávena» (gobierno provincial) con capital en esta misma ciudad. Y, por último, está el papa en Roma.