HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Concilio de Trento a Pío X (1545 - 1903)

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Historia de la Igleisa CatólicaHISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Concilio de Trento a Pío X (1545 - 1903)

CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar, en la fecha, la “Paz de Augsburgo”.


De hecho, CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar la “Paz de Augsburgo”, al haberse aliado los protestantes de Alemania con ENRIQUE II de Francia que significa la división religiosa de la Europa Central. Este Tratado es declarado ley imperial, obligatoria para todos. Este acuerdo significa el abandono por parte del Emperador de imponer el catolicismo como religión única en Alemania y el fracaso de toda su política bélica y religiosa. Fracaso ya reconocido previamente por CARLOS V. A los cuatro meses de acceder al papado, PABLO IV firma también la “Paz de Augsburgo”.

El Papa PABLO IV se alía con Francia para expulsar de Nápoles a los españoles. Su contrincante será el duque de Alba.


PABLO IV se toma muy mal que Carlos V no pida su permiso para legar a su hijo Fernando el título de emperador de Alemania y, con tal motivo, aparte de no reconocer a Fernando como tal ni a Felipe II como rey de España, urde una coalición con Francia para apoderarse del reino de Nápoles. Pero se busca un mal contrincante militar, nada menos que el duque de Alba que no esperará a recibir la bélica visita y pronto marchará contra Roma.

El recién elegido papa, PABLO IV, no hace nada por reactivar el Concilio de Trento. Él se considera por encima de todo.


EL Papa PABLO IV, al acceder al solio pontificio, el ya dilatado concilio de Trento se encuentra paralizado, pero el recién elegido papa no hace nada por reactivarlo, en su caso no por falta material de tiempo, como le ha ocurrido a su antecesor Marcelo II que sólo ha gobernado la Iglesia durante 22 días, sino porque su talante teocrático le hace considerarse por encima de los emperadores, reyes, prelados y demás dignidades de este mundo. Él es el papa y nadie ni nada está sobre él, y como tal se basta y sobra para reglamentar la función de la iglesia y la vida de los creyentes. En otras palabras. El papa Caraffa no necesita ningún concilio, la verdad y el dogma los dicta él, y para evitar cualquier tentación desviacionista posee además un eficaz instrumento: su reformada Inquisición o Santo Oficio.

Se inicia en España la época probablemente de mayor actividad de la inquisición.


Se inicia en España la época probablemente de mayor actividad de la inquisición, una época en la que los incipientes aires renacentistas y humanista europeos que estaban penetrando en nuestro país se transformaron en oscuros y turbulentos vientos contrarreformistas. En esa España de la Contrarreforma, de la pureza de sangre y la ortodoxia católica que la inquisición contribuia a crear y mantener, todo lo que sonara a extranjero resultaba pernicioso para la salud moral y religiosa de la patria, y ello precisamente en una época en que las obligaciones imperialistas del Estado llevaban a miles de españoles allende las fronteras, propiciando su contacto con las más diversas culturas y religiones, los cuales inevitablemente establecían en sus mentes un principio de comparación del cual no siempre los valores patrios defendidos a ultranza por el rey salían bien parados.

FELIPE II firma una de tantas treguas con el rey francés ENRIQUE II.


En 1556, semanas después de la abdicación de la corona española de Carlos V a favor de su hijo FELIPE, se firma una de tantas treguas con el rey francés ENRIQUE II. Por estas fechas, hace casi un siglo que Francia está en guerra con España. Primero, con Fernando de Aragón por las posesiones italianas, y luego, al recibir la herencia imperial Carlos V -que le permite amenazar Francia desde todas direcciones-, por el control de las tierras flamencas, borgoñonas y del norte de Italia. Las paces que frecuentemente se pactan entre ambos bandos sólo tienen el objetivo de reponer fuerzas y todos saben que más pronto que tarde se acaban rompiendo. La ambición constante de los reyes de Francia de apoderarse de Nápoles y la Lombardía, hace que ENRIQUE II, simultáneamente, envíe agentes a Roma para pactar con el papa PAULO IV – antiespañol y napolitano- una alianza que, entre otras cosas, tiene la misión de que Nápoles pase del dominio español al del Papado. El duque de Alba recibe la orden de FELIPE II de marchar con sus tropas a terreno pontificio.

En el Prat (Barcelona / España), se consigue finalmente la independencia parroquial y se edifica el primer templo parroquial.


En el verano de este año, la curia romana vuelve a hablar a favor de los pratenses y se consigue finalmente la independencia parroquial. En la fecha, una asamblea de 19 vecinos y 2 propietarios de El Prat, toma el acuerdo de iniciar definitivamente la edificación del primer templo parroquial en El Prat de Llobregat (Barcelona / España). Un mes y medio después, el 27 de septiembre de 1556, festividad de los copatronos de la nueva parroquia, el templo -provisional- es solemnemente consagrado. Poco después, una riada se llevará por delante a esta primera iglesia…

Esta pieza también aparece en ... EL PRAT DE LLOBREGAT (Barcelona/España)

Con la abdicación de CARLOS (V), y según los acuerdos de la Dieta de Augsburgo del mes anterior, queda abierto el camino al poder absoluto.


Con la abdicación de Carlos V, y teniendo en cuenta los acuerdos de la Dieta de Augsburgo del mes anterior, queda abierto el camino al poder absoluto de los reyes, que no estan dispuestos a obedecer otra autoridad que la suya. Algunos no dudan en prescindir de la autoridad del Papa en materia de religión, como ya había hecho ENRIQUE VIII en Inglaterra; otros se someten formalmente, pero de hecho siguen obrando como les viene en gana. Hasta el más ferviente católico de todos, FELIPE II, intenta en varias ocasiones presionar a los cardenales para que elijan a un Papa fácilmente manejable.

Esta pieza también aparece en ... FELIPE II el Prudente (Rey de España) (1556-1598)

La acerva antipatía de PABLO IV contra España se explica por la oposición connatural a la presencia de los españoles en su Nápoles natal.


La acerva antipatía de PABLO IV contra España se explica por la oposición connatural a la presencia de los españoles en su Nápoles natal, sentimientos que se reafirman durante su estancia en la corte española como nuncio del Papa León X. Su animadversión hacia todo lo español, representado por su rey, Carlos V, y después por FELIPE II, le lleva a oponerse tenazmente a la política exterior de ambos monarcas, en un intento apasionado de expulsar a los españoles de Italia y acabar con la hegemonía europea de la Casa de Habsburgo. Emulando a Julio II en su grito de «fuera los bárbaros» y utilizando sus mismos procedimientos, PABLO IV, que no se ve a sí mismo con capacidad bélica para enfrentar a los ejércitos españoles, apremia a Francia, con quien España acaba de firmar el tratado de paz de Vaucelles (1556), para que ataque las posesiones españolas en Italia, aprovechando que Carlos I ha abdicado en su hijo FELIPE II.

Esta pieza también aparece en ... PABLO IV (Papa)(1555-1559)

El duque de Alba, virrey de Nápoles, invade los estados pontificios.


El papa PABLO IV, aliado de Francia, procura atraer a Venecia a la Liga. Al igual que Julio II, sueña con liberar a Italia de los extranjeros, es decir, de los españoles. Francia duda, pero CATALINA de Médici, apasionada por los asuntos italianos, y FRANCISCO de Guisa, impaciente por nuevas victorias, bloquean la política de paz de Montmorency. El Papa impone la decisión multiplicando las provocaciones a los españoles, hasta el punto de que, en septiembre de 1556, el duque de Alba, virrey de Nápoles, invade los estados pontificios. ENRIQUE II, rey de Francia, su protector, se ve obligado a intervenir. FRANCISCO de Guisa nombrado lugarteniente general en Italia, marcha sobre Nápoles a través de los Apeninos.

FELIPE II viaja a Inglaterra preocupado por sus estados. Se reúne con María Tudor.


FELIPE II viaja -en la fecha- a Inglaterra preocupado por sus estados. MARÍA aguarda ilusionada a FELIPE en Greenwich. Ya reunidos, ambos salen hacia Whithall, pero la multitud no los aclama por las calles. Su popularidad ha disminuido considerablemente, pues el rey de España ha hecho este largo viaje a Inglaterra para pedir dinero con el que poder costear sus guerras contra Francia y el papado. FELIPE II consigue la ayuda requerida, no del parlamento anglosajón, sino de la propia MARÍA TUDOR, que logra préstamos particulares y declara -por amor a FELIPE II- la guerra a la nación francesa.