Alrededor de esta fecha, la gran amenaza de los sasánidas proviene de los hunos blancos o heftalíes, y del Imperio romano de Oriente, que afirma sus ambiciones territoriales y se hace cargo, al mismo tiempo, de la defensa de los cristianos establecidos en Persia. Por otra parte, los hunos heftalíes inician una lenta invasión de la India.

Los xiongnu a pesar de haber sido derrotados en el 329-349, seguirán activos en el norte por al menos otro siglo. Así, a partir de la fecha, los Xiongnu cesan de forma efectiva de representar un papel significativo en la historia China, siendo asimilados dentros de las etnias Xianbei y Han. Los xiongnu serán a menudo relacionados con los hunos, que poblarán las fronteras de Europa. Esta teoría sigue aún siendo una especulación, aunque es aceptada por varios académicos, incluyendo a varios chinos. Las pruebas de ADN de restos de hunos no han sido decisivas a la hora de determinar el origen de este pueblo.

Los hermanos ATILA (palabra de origen germánico que significa “padrecito”) (433-453) y BLEDA (433-445) empiezan a gobernar sobre los hunos. Éstos continúan expandiéndose en todas direcciones, pero su destino más importante es Germania, donde empujan a algunas tribus germánicas más allá del Rin, lo que les permite crear sus propios reinos. ATILA (el “Etzel” de la Canción de los Nibelungos) es un hombre de excepcional capacidad guerrera y política. Se dice que donde pisa su caballo, no vuelve a crecer la hierba. ATILA consigue aglutinar a su alrededor a todo su pueblo y no se va a conformar con ser un mercenario de Roma, sino que aspirará a conquistarla o, al menos, a hacerse con todos sus tesoros.

Los pueblos germánicos (anglos, frisios, sajones, jutos, etc.) siguen, en sucesivas invasiones, su conquista (de Gran Bretaña). Apenas encuentran resistencia, salvo en Cornualles, donde las tribus bretonas resistirán hasta el s. IX, y Gales, donde los grupos célticos se mantendrán hasta el s. XIII. Los jutos y suevos, procedentes de Judandia y Noroeste de Alemania, se asientan, alrededor de la fecha, en el Sudeste de Gran Bretaña y fundan el reino de Kent, poblando las islas de Wight. Los anglos, situados en el Nordeste, crean el reino de Est Anglia, formado por dos comarcas distintas, las del Norte y las del Sur, (será unificado a fines del s.VI por Redbaldo). Los sajones del Este darán origen al reino de Essex y los del Sur, al de Sussex, hacia el último tercio del s.V, en la cuenca del Támesis. Los asentamientos seguirán en el siglo VI.

El mapa de Occidente ha cambiado sustancialmente. Los pueblos bárbaros no tienen el sentido del estado que Roma ha elaborado durante siglos. Se basan más en la idea de caudillaje. El monarca tiene poder absoluto pero carente de estabilidad. No existen instituciones que garanticen la continuidad y están permanentemente sometidos a revueltas internas, en busca de cuotas de poder. Los bárbaros, entienden la ley simplemente como el modo de poner fin a una disputa y mantener el orden, más que como el modo de establecer la justicia. Europa entra en una trágica situación en la que en muchas partes, la Iglesia es la única institución organizada. Muchos obispos suplen a la administración imperial, que se ha venido abajo. Pero también la Iglesia tiene que desenvolverse en un nuevo escenario y, en muchos casos, entre los visigodos, va a ser la institución que servirá de enlace entre el pasado y el presente, habrá de asumir la tarea de introducir la ley del Evangelio y la ética del Sermón de la Montaña entre gentes para quienes el homicidio es la más honrosa de las ocupaciones y la venganza es sinónimo de justicia.

La invasión de la India por los heftalíes desde principio de siglo, provoca el declive de los Gupta que, en la fecha, prácticamente se ha extinguido y la India inicia un nuevo período protagonizado por pequeños Estados rivales.

Se produce la primera invasión búlgara (hunos kutrigures) de Tracia, en el extremo Nordeste de Grecia.

Hasta ahora, la zona de Jutlandia (actual territorio penisular de Dinamarca), ha sido ocupada por cimbrios, romanos y jutos. Alrededor del año 500 dC. comienzan a llegar una serie de pueblos probablemente fineses. Después de ellos, o quizá al mismo tiempo, ocupan la zona pueblos de raza celta. A éstos seguirán, más adelante, los godos. Lo único que se sabe de estos antiguos pobladores es que son robustos y buenos marinos que viven de la piratería y tienen dividido el país en multitud de reinos. Los nombres de algunos lugares dan testimonio del culto a dioses como Odin, Tir y Frey.

Baviera originariamente estuvo poblada por tribus celtas. Conquistada en el siglo I aC por los romanos, durante cuya dominación una parte de la actual Baviera pertenece a la Retia. En el siglo V es asolada por los hérulos quedando casi despoblada. En el siglo VI es ocupada por diversos pueblos germanos, llamados desde entonces bávaros.

Los lombardos expulsan a los hérulos de Transilvania (Rumanía). La mayoría de los reinos germánicos que se establecen en el antiguo Imperio de Occidente resultan, a escala histórica, efímeros. Las tierras conquistadas sufrirán un retroceso demográfico, las ciudades se despoblarán y la alta cultura romana casi desaparecerá. La lengua germánica sólo desplazará al latín en la franja más septentrional.