La firma de la paz de Crépy ha supuesto la salida en 1544 de CARLOS V de la guerra italiana de 1542-1546, pero no el fin de ésta. Su aliado, ENRIQUE VIII de Inglaterra ha continuado la lucha contra Francia hasta la firma del tratado de Ardres en 1546. El puerto de Boulogne es devuelto a Francia a cambio de un importante tributo en dinero (Paz de Ardres, 1546).

Se celebra -en la fecha- la Dieta imperial en Ratisbona. Católicos y herejes, radicalizados, se preparan para la guerra. Y en medio de este ambiente enrarecido y bélico CARLOS (V) encuentra tiempo para sus amores ocasionales y secretos: un año más tarde nacerá, fruto de Bárbara Blomberg, JUAN de Austria.

El Concilio de Trento (1545-1563), dominado por los jesuitas, acabará con la venta de indulgencias pero también modificará la doctrina y el culto e impedirá la reconciliación con los protestantes. Los jesuitas fundarán centros en ciudades alemanas, donde conseguirán mucho apoyo a favor del catolicismo.

Después de conversaciones religiosas sin resultado en la Dieta imperial de Ratisbona y de tratados con el Papa y el duque Mauricio de Sajonia, CARLOS (V) inicia la guerra esmalcáldica. Guerra de maniobras entre tropas imperiales y esmalcáldicas junto al Danubio. El Papa PABLO III envía a sus nietos OCTAVIO y ALEJANDRO FARNESIO. Al mando de las tropas imperiales se halla Fernando Álvarez de Toledo, duque de ALBA, luchando conjuntamente con Mauricio de Sajonia y Fernando de Austria

El descubrimiento de América y los esfuerzos de penetración en el norte de África estimulan la construcción naval. En ella son maestros los vascos. No sólo se venden barcos a otras zonas o reinos de la Monarquía sino que se exportan carpinteros de ribera. En las últimas décadas del siglo XV y durante la mayor parte del siglo XVI la tendencia es de conseguir barcos cada vez mayores, por razones de seguridad y por facilidades en la defensa contra los piratas. Las zonas interiores de Vasconia y también las inmediatas experimentan por esta causa intensa deforestación. En 1547 CARLOS (V) se verá obligado a dictar ordenanzas para corregir el daño.

Octava sesión del Concilio de Trento. Al mismo tiempo que el emperador CARLOS (V) remacha su victoria sobre la Liga de Schmalkalden, el Concilio se traslada de Trento a Bolonia por la enfermedad que se ha declarado en Trento. Este traslado destruye el plan principal, porque los protestantes jamás consentirán en asistir a un Concilio que se celebre en territorio pontificio.

Las sesiones nueve y diez del Concilio de Trento, celebradas el 21 de abril y el 2 de junio respectivamente, se considerarán de puro trámite y el Concilio es suspendido, en la fecha, momentáneamente. CARLOS (V) está en la cima de su poder y cree que debe tomar las riendas del Concilio; sus embajadores se han inmiscuido en los debates y se han comportado de forma insultante con los legados pontificios, sobre todo con el Cardenal del Monte.

En la fecha, CARLOS V derrota a la Liga de Esmalcalda dirigida por JUAN FEDERICO el Magnánimo, elector de Sajonia, en la batalla de Mühlberg (Sajonia). La reforma luterana está creando una escisión no sólo religiosa, sino también política en el seno del Sacro Imperio Romano Germánico. Los opositores al emperador CARLOS V han formado la Liga de Esmalcalda y desafian la autoridad imperial. CARLOS y su hermano el archiduque FERNANDO (futuro emperador) se unen para combatir contra la Liga. Por razones no confesionales, sino estratégicas, cuentan con el apoyo del protestante duque Mauricio de Sajonia. Después de Mühlberg, la Liga de Esmalcalda queda disuelta, sus jefes encarcelados en el castillo de Halle, a Mauricio de Sajonia se le otorga el cargo de elector, y CARLOS V sale triunfante y reforzado en su poder imperial.

Batalla de Xaquixaguana, durante la guerra civil del Perú. Victoria de Alfonso de Alvarado y Pedro de la Gasca sobre las huestes de Gonzalo Pizarro y Carvajal, en rebeldía contra el rey de España. Esta batalla puso fin a la guerra civil. Los dos perdedores fueron ejecutados y se estableció definitivamente la Audiencia de Lima.

Dieta (1547-1548) más conocida por el “Ínterin de Augsburgo” que aprueba un texto de 26 artículos consensuado entre cuatro teólogos, dos católicos y dos protestantes, y en él se fijan las condiciones de paz y de vida hasta que el Concilio de Trento proclame sus acuerdos. No gustará a ninguna de las partes, especialmente a la Santa Sede. Solamente se respetará de hecho en Augsburgo, donde CARLOS V tiene más autoridad.