ALFONSO I el Batallador (Rey de Aragón y Navarra)(1104-1134)

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ALFONSO encierra a su esposa URRACA -ya que no se aviene con ella- en la fortaleza de Castellar.


Las desavenencias conyugales entre ALFONSO I y URRACA han llegado a tal punto que el rey ordena el encierro de su esposa en la fortaleza del Castellar (en la confluencia del Jalón y el Ebro. Aragón), mientras él emprende viaje a León dispuesto a imponer su autoridad real y a situar en puestos clave a sus fieles. Durante su campaña por tierras castellanas y leonesas, como represalia por la oposición a su matrimonio, expulsa de su sede a BERNARDO, arzobispo de Toledo -máximo opositor al mismo- y a los obispos de León, Burgos, Palencia, Osma y Orense, algunos de los cuales fueron además encarcelados.

Urraca consigue escapar de su encierro de Castellar y combate a Alfonso I. Sangrienta Guerra civil.


URRACA consigue escapar de su encierro de Castellar y se instala en Burgos, a donde convoca a sus leales para formar un ejército con el que combatir a su esposo ALFONSO I. Durante cuatro años, se desarrollará una guerra civil que ensangrentará Castilla.

Los partidarios de URRACA luchan con cambios continuos en las alianzas contra los de ALFONSO.


El ejército de los partidarios de URRACA se encuentra, en la fecha, con el de ALFONSO I el Batallador, a quien se ha unido ENRIQUE de Portugal, y sufre en Candespina una grave derrota a manos del Batallador. Pero luego el conde ENRIQUE considera más beneficioso cambiar de bando y su unión con URRACA obliga a ALFONSO I a refugiarse en el castillo de Peñafiel. La lucha entre ambos bandos continúa incesantemente, con cambios constantes en las alianzas y las lealtades. Normalizando sus relaciones y rompiéndolas de inmediato…

En Galicia, partidarios de Alfonso Raimúndez, hijo de pocos años de URRACA, lo coronan rey de Galicia.


En Galicia, durante bastantes años, los partidarios de ALFONSO RAIMÚNDEZ (futuro Alfonso VII de León) -hijo de URRACA y de Raimundo de Borgoña, su primer marido- luchan para que éste se independice y sea coronado rey de Galicia. Así lo hacen y los partidarios del recién coronado rey de Galicia -un niño aún de pocos años- se dirigen hacia León para reclamar en su nombre la totalidad de los reinos legados por ALFONSO VI. Pero ALFONSO I el Batallador, con su habituacontundencia en las batallas, les sale al paso en Viadangos, les derrota y hace prisionero a Alfonso Froilaz. Por su parte, el obispo Gelmírez huye con ALFONSO RAIMÚNDEZ, que entrega a su madre en una cercana fortaleza mientras él continúa su huida hasta Galicia.

El papa PASCUAL II declara nulo el casamiento entre ALFONSO I y URRACA.


Apoyándose en que ambos cónyuges son bisnietos de SANCHO el Mayor, el papa PASCUAL II declara nulo el casamiento entre ALFONSO I y URRACA, enlace al que los cronistas castellanos le llaman “las malhadadas bodas”. Los caracteres de los regios esposos son tan incompatibles que el matrimonio tiene que ser anulado alegando que son parientes. (Curioso y repetido expediente que muestra hasta qué punto la Iglesia conchabada con el poder usa de una doble moral: concede dispensa para que los parientes próximos se casen pero, por este mismo motivo de consanguinidad, anula sus matrimonios cuando es menester por razones de Estado.)

ALFONSO I y URRACA se separan definitivamente. ALFONSO I ejercerá la potestad regia en Castilla.


Cuando, en 1114, ALFONSO I y URRACA se separan definitivamente, se produce una especie de reparto de dominios, puesto que ALFONSO I ejercerá la potestad regia en Castilla y, como consecuencia de esto, también en Vizcaya y Álava. Situación que se prolongará hasta la muerte del soberano aragonés, en 1134.

ALFONSO I el Batallador decide aceptar la resolución papal de nulidad de su matrimonio.


ALFONSO I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, harto de los problemas que su matrimonio le ocasiona e influido por las censuras eclesiásticas, decide aceptar la resolución papal de nulidad de su matrimonio y devuelve, en Castellar (fortaleza cercana a la localidad zaragozana de Alagón), a la reina castellano-leonesa doña URRACA a sus súbditos, explicando tan sólo que “no quiere vivir en pecado con ella”. Ésta es la primera unión, frustradísima, entre Aragón y Castilla.

ALFONSO I erl Batallador pone sitio a Zaragoza y Lleida, pero tiene que levantar el sitio.


ALFONSO I el Batallador, una vez separado de URRACA, dedica todos sus esfuerzos a la reconquista de todo el valle del Ebro. Aprovecha el debilitamiento que sufre ALFONSO VI después de su fracaso frente a los almorávides para avanzar posiciones y lanzarse a la conquista de Zaragoza. En 1117 pone sitio a Zaragoza y Lleida, aunque el tercer desembarco del caudillo almorávide YUSUF en la península, obliga a ALFONSO a levantar el sitio.

ALFONSO I toma las plazas de Almudévar, Sariñena, Gurrea y Zurea, en el camino hacia Zaragoza.


ALFONSO I el Batallador, inspira a los franceses -ávidos de venganza por la muerte de Roldán en el año 778- el deseo de participar en la toma de Zaragoza (Saraqusta) mediante la organización de una auténtica cruzada, que es proclamada en el Concilio de Tolosa por el papa GELASIO II. Al ejército franco se unen los contingentes castellanos y vizcaínos de magnates aliados de ALFONSO, como DIEGO LÓPEZ de Haro; los de algunos condes catalanes y, por supuesto, las tropas aragonesas y navarras del propio rey. Al frente de este ejército, ALFONSO I pronto toma las plazas de Almudévar, Sariñena, Gurrea y Zurea, en el camino hacia Zaragoza.

ALFONSO I el Batallador sitia definitivamente la ciudad de Zaragoza.


ALFONSO I el Batallador sitia definitivamente la ciudad de Zaragoza en la fecha, y toma Belchite, donde queda asentada una orden militar como protección a los sitiadores.

Esta pieza también aparece en ... REINO DE ARAGÓN Y PAMPLONA (1076-1134)