ALFONSO I el Batallador (Rey de Aragón y Navarra)(1104-1134)

Total de piezas: 39

Después de dos meses de asedio y hambre, Zaragoza, capitula honrosamente ante Alfonso I.


Después de dos meses de asedio y hambre, muerto el caíd de la ciudad, Zaragoza, el 11/7/1118, capitula honrosamente ante ALFONSO I el Batallador.

Esta pieza también aparece en ... REINO DE ARAGÓN Y PAMPLONA (1076-1134)

Las tropas cristianas entran en las calles de Zaragoza. Se fija en la Aljafería las condiciones de la rendición.


En la fecha, las tropas cristianas de Alfonso I el Batallador entran en las calles de Zaragoza después de fijar en la Aljafería las condiciones de la rendición. Muchos musulmanes abandonan la ciudad. Los que se quedan serán llamados mudéjares y ellos serán los que contribuirán en la Baja Edad Media al desarrollo de la agricultura y la artesanía aragonesa. Desde entonces, la capital del Reino de Aragón pasa de Jaca a Zaragoza. De hecho han sido cuatrocientos cuatro años de dominio musulmán en Zaragoza, una época dorada para esta ciudad, tal vez la más brillante de toda su historia, la última gran metrópoli en la frontera del Islam.

Casi inmediatamente después, ALFONSO I el Batallador inicia la repoblación del valle del Ebro.


Casi inmediatamente después, ALFONSO I el Batallador inicia la repoblación del valle del Ebro y de la propia ciudad, una parte de cuyos habitantes musulmanes la ha abandonado. ALFONSO I el Batallador conquista, en la fecha, Tudela y luego las comarcas bajas del Moncayo y las plazas de Tarazona, Borja, Epila y Ricla. La ciudad de Tudela, de origen incierto, fue denominada por los romanos Tutela, quizás por Tutila, nombre personal. Los musulmanes la hicieron plaza fuerte y protagonizó diversas idas y venidas del poder de los Banu Qasi al de diversos señores locales efímeros hasta ser reconquistada definitivamente, en la fecha. También se entregaron Soria y Ágreda (que durante ocho años pertenecieron al reino de Aragón)

Esta pieza también aparece en ... REINO DE ARAGÓN Y PAMPLONA (1076-1134)

ALFONSO I el Batallador pone sitio a Calatayud y derrota en Cutanda, al ejército almorávide.


ALFONSO I el Batallador pone sitio a Calatayud y, en la fecha, derrota estrepitosamente -quizá en la batalla más cruenta librada hasta la fecha por los aragoneses- en Cutanda al ejército almorávide que acude en auxilio de la plaza sitiada. Tras ello, Calatayud se rinde y el Batallador toma también Daroca, las dos ciudades más importantes del sur del viejo reino de Zaragoza. Cruza el río del mismo nombre y erige una plaza fortificada a la que da el nombre de Monreal. Y ya sin oposición sigue conquistando ciudades; entre 1121 y 1122 gana Medinaceli y Sigüenza. Y es que ALFONSO I está tan seguro de su poder que en su cabeza bulle la idea se seguir avanzando y conquistando tierras hasta llegar al Mediterráneo y desde allí embarcar hacia Tierra Santa y seguir hasta Jerusalén. Victoria tras victoria su moral está tan alta que su ambición parece no tener limite.

Alfonso I sitia la ciudad de Lleida pero, Ramon berenguer consigue que los aragoneses levanten el sitio.


En la frontera occidental y tras la conquista de Zaragoza el 11/7/1118 por ALFONSO I el Batallador, rey de Aragón, RAMON BERENGUER III establece un nuevo pacto de protección con Lleida, con vistas ya a hacerce totalmente con ella. Pero la plaza es también ambicionada por ALFONSO I, quien la sitia en 1122. Sin embargo, RAMON BERENGUER consigue que los aragoneses levanten el sitio.

Zaragoza, recibe de Alfonso I un fuero llamado el Privilegio de los Veinte.


Ni siquiera su afán de conquista hace olvidar a ALFONSO I el Batallador, el gobierno de las nuevas tierras que ha ganado para Aragón. A todas las ciudades y grandes villas les concede fueros para que se administren de la mejor manera posible. Zaragoza, recibe un fuero llamado el Privilegio de los Veinte y otros fueros de diversa condición serán concedidos a Daroca (1128), Soria (1129) y Calatayud (1131). Pero un fuero es inútil si no hay gente sobre el que aplicarlo. Jaca, Monzón, Huesca, Barbastro y Ejea bastante tienen con mantener su menguada población. Hay que traer gente de fuera, del norte de los Pirineos, de Navarra y del sur musulmán y evitar que los mudéjares emigren a territorio Ándalusí.

Esta pieza también aparece en ... REINO DE ARAGÓN Y PAMPLONA (1076-1134)

ALFONSO I el Batallador marcha con su ejército hasta las puertas de Granada pero debe retirarse.


ALFONSO I el Batallador, siempre dispuesto a combatir a los musulmanes en su afán de cruzado, escucha el llamamiento que en 1125 le hacen los mozárabes de Granada -el último núcleo importante de cristianos en tierras musulmanas- para que tome dicha ciudad con la ayuda que éstos le prestarán desde dentro. En efecto, ALFONSO I el Batallador marcha con su ejército hasta las puertas de Granada y devasta durante dos o tres semanas la huerta que la rodea. Pero la llegada de importantes refuerzos almorávides le decide a levantar el sitio y retirarse.

Catorce mil mozárabes granadinos se asientan en las tierras recien conquistadas del valle del Ebro.


ALFONSO I el Batallador, se dirige de Granada hacia Córdoba, cuya campiña somete a saqueo, al igual que hace en plazas como Ecija, Baena y Lucena. Sin embargo, carente de fuerzas suficientes para intentar la conquista de Córdoba, ALFONSO I regresa hacia la costa con intención de volver a dirigirse hacia Granada. Sin embargo una epidemia le obliga a emprender el camino de retorno a Zaragoza. Con él marchan unos catorce mil mozárabes granadinos que se asentarán en las tierras recien conquistadas del valle del Ebro.

Entrevista entre los dos soberanos cristianos Ramon Berenguer y Alfonso I, en presencia de dos obispos.


RAMON BERENGUER III quiere asegurar la frontera de poniente perturbada por el desastre de Corbins y las relaciones poco cordiales con ALFONSO I de Aragón. En la fecha, se produce una entrevista entre los dos soberanos cristianos en presencia de los obispos de Huesca y Roda y diversos magnates que suavizan las relaciones. Por otra parte se llega a un acuerdo con respecto a Lleida.

ALFONSO VII, entra en León y es coronado rey de Castilla y León.


Ya que Urraca y ALFONSO I el Batallador no han tenido hijos comunes, ALFONSO RAIMÚNDEZ (ALFONSO VII), que ya es rey de Galicia desde 1111, se apresura a reclamar sus derechos de acuerdo con lo estipulado por su madre y su padrastro (12/1109) y así, en la fecha, entra en León y es coronado rey de Castilla y León (1126-1157).