Por esta época, los holandeses defienden la teoría del “mare liberum”, o sea el libre tránsito y comercio por todos los mares . Sin embargo no son los únicos que descubren en el mar su vía de engrandecimiento. Los ingleses, encerrados en su isla, no hallan otro medio de expansión que el mismo mar. Pero cuando han estado en condiciones de fundar factorías y abrirse mercados (a mediados de siglo, tras la revolución de Cromwell), en todas las latitudes tropiezan con los neerlandeses que ya los acaparan. Para proteger a sus Compañías de Indias, Inglaterra constituye una base jurídica opuesta al librecambismo de las Provincias Unidas: la del “mare clausum”. Inglaterra y los Países Bajos son ahora las primeras potencias marítimas y competen entre ellas por el comercio, en particular con el Lejano Oriente. Inglaterra decreta -en la fecha- el “Acta de navegación” que prohíbe la importación de artículos, a menos que sean transportados por barcos ingleses o del país productor de los artículos. Esto elimina a los intermediarios holandeses. Los Países Bajos considerando la situación insoportable inician la Primera Guerra anglo-neerlandesa (1652-1654).

La matanza de Amboina ha indignado a los ingleses, y ahora, en 1652, da comienzo la primera (1652-1654) de las tres guerras navales con los Países Bajos. Los primeros enfrentamientos con la VOC fueron totalmente desfavorables para los ingleses, como asimismo los intentos de colaboración llevados a cabo de 1619 a 1623, que terminaron con la matanza de Amboina (27 de febrero de 1623), en la que nueve ingleses fueron ejecutados por presunta conspiración contra los holandeses.

En el enfrentamiento entre Inglaterra y los Países Bajos, los barcos ingleses vencen en la mayor parte de los encuentros, y esto marca el comienzo de la decadencia neerlandesa. Los Países Bajos deben reconocer el “Acta de navegación” ante Inglaterra, en la paz de Westminster. (El Acta no será abolida hasta 1849 y 1854 por la adopción del libre cambio).

Tras la restauración de los Estuardos se reproduce el conflicto de 1652 entre Inglaterra y los Países Bajos por la supremacía marítima. Así, pues, tenemos el segundo conflicto armado entre Inglaterra y los Países Bajos (1665-1667). Estará marcada de nuevo por las victorias inglesas.

Los efectos de la peste y el incendio en Londres inducen a CARLOS II a retirar la flota prematuramente, durante la negociación de paz, en el enfrentamiento con los Holandeses en la Segunda Guerra con los Países Bajos, a fin de ahorrar dinero. Esto animó a los holandeses a efectuar una incursión río Támesis arriba en junio de 1667, que les lleva a las proximidades de Londres. Todo es inútil.

El 31/7/1667 se firma la Paz de Breda entre ingleses y holandeses: Inglaterra recibe las colonias holandesas en América del Norte, entre ellas Nueva Holanda y la ciudad de Nueva Amsterdam, que los ingleses llamarán Nueva York y concede una suavización de las leyes de navegación a favor del comercio holandés. Inglaterra entrega a cambio Surinam en donde se han establecido en 1650. La Paz de Breda significa el comienzo de la hegemonía marítima y colonial de Inglaterra frente a Países Bajos.

La invasión del Palatinado por LUIS XIV provoca la guerra de la Liga de Augsburgo (1688-1697), en la cual obtiene Estrasburgo y Alsacia. Se suman las Provincias Unidas, Inglaterra y Saboya. En el curso de la cual los Franceses, bajo el mando de MÉLAC, destruyen sistemáticamente las regiones del Alto Rin y del Neckar, e incedian, entre otros, la catedral de Espira y el castillo de Heidelberg.

El estatúder GUILLERMO V de los Países Bajos, no puede evitar, a pesar de ser probritánico, que Holanda se sume a la guerra europea generalizada contra Gran Bretaña. Es la que en la historia holandesa se denomina la cuarta guerra anglo-holandesa. Ya no es la misma Holanda de hace un siglo, cuando era capaz de hacer frente y en ocasiones humillar a Inglaterra. Como resultado de ello, Holanda perderá algunas de sus posesiones tanto en las Indias occidentales como en las orientales. Durante esta guerra que durará de 1780 a1784, los ingleses desmantelarán la flota de las Provincias Unidas, a fin de terminar definitivamente con sus competidores. En los Tratados de París-Versalles de 1783 Holanda no recibirá ninguna compensación por sus esfuerzos.