Fallece BEDA el Venerable (673-735), doctor de la Iglesia, benedictino anglosajón, célebre maestro del monasterio de Jarrow, tan sabio como humilde que gozó de gran autoridad durante toda la Edad Media. Entre sus obras hay que destacar : – «Historia eclesiástica de la nación inglesa» y Sus «homilías» que fueron un manantial al que acudían todos los predicadores. Ha señalado las deficiencias del calendario juliano, sostenido que la Tierra es una esfera y mantenido que las mareas obedecen a la influencia de las fases lunares. Tiene entre sus discípulos a celebridades como Rabano Mauro, ALCUINO y Juan Scoto. Antes de su muerte son leídos sus tratados y homilías en las iglesias.

La obra de Benito, iniciada en el siglo VI, experimentará tres poderosos impulsos a la lo largo de la Alta Edad Media. El primero tiene lugar a principios del siglo IX, cuando el propio emperador CARLOS somete los monasterios de su imperio a la disciplina benedictina. Implanta en ellos su espíritu de austeridad, sencillez y eficacia. El monasterio alcanzará tal importancia que se llegará a hablar de un ordo monachorum, una categoría social diferenciada del ordo clericorum, o personas dedicadas a la vida parroquial.

Los monjes, en Occidente, sobre todo los benedictinos, han prestado a la Iglesia y a la cultura unos servicios incalculables. Pero la vida monástica, durante los siglos VII y VIII ha decaído notablemente por varias razones: a) La riqueza de los monasterios a traído consigo: La relajación de las costumbres y la intromisión por parte de los nobles; b) Muchos monasterios son propiedad del rey o de los nobles, los cuales los confían a abades laicos, que no se preocupan de la disciplina del monasterio, sino de acaparar sus riquezas. Es, pues, necesaria una reforma de la vida monástica. Un monje de nombre BENITO (de Aniano), es el primer gran reformador monástico. Colabora con LUDOVICO PÍO en su obra de reforma de los monasterios de Francia. Estudia y recopila las diversas Reglas monásticas existentes, y en su afán de unificación promueve , en la fecha, la implantación de la Regla de San Benito en los monasterios del Imperio carolingio.

LEON IV -papa- (10.4.847-17.7.855). Monje benedictino, ha sido miembro de la curia con el papa Gregorio IV y recibido el capelo cardenalicio de manos del papa SERGIO II. Es consagrado sin esperar a recibir el consentimiento del emperador. Esta violación de la constituciópn romana del 824 se justifica alegando el peligro de los ataques sarracenos. Apoyado por el emperador LOTARIO I, LEÓN IV reconstruye Roma y sus murallas tras la destrucción y saqueo efectuados por los sarracenos en 846, construyendo una muralla para proteger el Vaticano, conocidas actualmente como «murallas leoninas». Toda la población toma parte en la obra, que es bendecida después por el papa en solemne procesión. La línea de estas murallas coincide aproximadamente con los límites de la actual Ciudad del Vaticano, con sus palacios, museos, jardines e iglesias.

El siglo de oro de las fundaciones benedictinas catalanas se extiende desde la segunda parte del siglo IX a finales del siglo X. En esta época nacerán las más grandes Abadías del país y se hará una selección natural entre las existentes. Sobresaldrán el Monasterio de Cuixá, Ripoll, Sant Joan de les Abadesses, Sant Cugat del Vallés, Sant Pere de Roda, Sta María de Roses, Sant Feliu de Guixols, Sant Pol de Mar, Serrateix, Montserrat, etc. Por otra parte, se fomentará la construcción de iglesias. Ya desde el siglo IX no habrá pueblo o villorrio que no tenga su iglesia o ermita y su parroquia oficialmente constituida. La parroquia será el antecedente del Municipio.

Paralelamente a la fundación del monasterio de Ripoll, en esta fecha, el arcipreste PROTASI y unos monjes benedictinos fundan el monasterio de Sant Miquel de Cuixà (Conflent) con el soporte de la familia condal de Cerdanya-Conflent. Este monasterio, será sucesivamente ampliado a lo largo de los siglos X-XII. Al mismo tiempo ampliará sus tierras y sus rentas feudales convirtiéndose en un prestigioso centro religioso y cultural. (Será despoblado en 1793, durante la Revolución Francesa, situación que mantendrá durante más de un siglo. Será reabierto el 1919 por un grupo de monjes cistercienses. En 1965 serán sustituidos por monjes benedictinos procedentes del monasterio de Montserrat y se procederá lentamente a su reconstrucción.)

VIFREDO el Velloso funda para su hija Emma, el Monasterio de Sant Joan de les abadesses. Quiere que este cenobio sea femenino y que en él ingresen las hijas de los nobles del país. VIFREDO el Velloso y su esposa WINIDILDA hacen ofrenda a Dios de su hija EMMA, que entonces tiene tan sólo dos años. La pequeña ingresa en el monasterio con dotes, rentas y servidores, y queda bajo la tutela del canónigo GOTMAR y de algunos sacerdotes. Cuando EMMA tiene cuatro años empieza a figurar ya como abadesa de las monjas benedictinas del monasterio.

JUAN IX -papa- (18.1.898 -5.1.900). Abad de un monasterio benedictino, JUAN es elegido papa con el apoyo de LAMBERTO de Spoleto lo que le permite vencer al otro candidato que opta a la elección, Sergio que será excomulgado y expulsado de la ciudad, lo cual no le impedirá, años más tarde acceder al trono pontificio como Sergio III. Su breve pontificado coincide con un período de paz, por lo que puede atender cuestiones eclesiales. JUAN IX defiende los derechos de la Iglesia e intenta extirpar de su seno la injusticia y la corrupción. Será llamado «el Pacificador”. Asimismo prohibirá la costumbre de saquear los palacios de los obispos o del Papa tras su muerte. Declarará inválida la consagración de ARNULFO como emperador y coronará, en su lugar, a su protector LAMBERTO.

La profunda religiosidad de la época, unida al deseo de asegurar la salvación eterna de las almas, termina comportando la afluencia de donaciones a los monasterios. Con la acumulación de bienes, la conducta de los monjes empieza a flexibilizarse y el espíritu benedictino pierde su pureza. GUILLERMO I el Piadoso duque de Aquitania funda -en la fecha- una abadía en una zona inculta y solitaria llamada en latín Cluniacum, cerca de Mâcon en Borgoña. Por ello recibirá el nombre de Cluny. Este noble caballero ha sido testigo de los devastadores efectos de la intromisión de los señores feudales en los asuntos de la Iglesia. En efecto, numerosos obispos son auténticos señores feudales, nombrados por los reyes o los príncipes, ordenados y consagrados precipitadamente y carentes por completo de vocación y de la necesaria formación teológica. De hecho, estos obispos son auténticos vasallos de quienes los han nombrado para el cargo en cuestión. El duque GUILLERMO viendo esto, decide que la abadía por él fundada no dependa de ningún señor temporal, ni siquiera de un obispo. A la única persona a la que el abad tendrá que rendir cuentas será el Papa en persona. Este hecho permitirá que se convierta en la principal impulsora de la reforma eclesiástica emprendida durante los siglos X y XI.

Entre los aspectos positivos del pontificado de SERGIO III cabe señalar que durante el mismo, en 910, se reconstruye la basílica de San Juan de Letrán que ha sido destruida por un terremoto.