En el 365 se produce el quinto destierro de ATANASIO cuando VALENTE se ha convertido en emperador de Oriente.

Procopio, primo del difunto emperador Juliano, usurpa en Constantinopla el título de emperador y ocupa Calcedonia. El emperador VALENTE le vence y ordena su ejecución.

Durante el gobierno del emperador VALENTINIANO I, en el año 365, las islas Baleares se convierten en una nueva provincia hispanorromana, a partir de la cartaginense, con el nombre de Baleárica (365-385) y capital en Pollentia (Pollença). Unos años después se añadirá una séptima: la Mauritania Tingitana, en África. La inclusión de la región norteafricana en la administración hispana se debe a razones de tipo militar, por el riesgo de incursiones de tribus bereberes nómadas y sin romanizar, tanto en la Mauritania como en la propia Hispania. Por primera vez en la historia, todo el territorio peninsular es puesto bajo una misma autoridad, aunque dependiente de instancias exteriores, en ese caso del prefecto de las Galias, que a su vez responde ante la suprema autoridad del emperador.

El emperador VALENTINIANO I reconoce como papa a DÁMASO y destierra al antipapa URSINO a Colonia en 367, y, aunque posteriormente VALENTINIANO permitirá volver a URSINO, le prohibirá totalmente volver a Roma o a su entorno, por lo que URSINO se dirigirá hacia Milán. De esta forma, los partidarios del antipapa se reunirán en Milán junto a los arrianos y continuarán pretendiendo su sucesión y persiguiendo a DÁMASO hasta la muerte de URSINO.

Se prohibe a los romanos que contraigan matrimonio con los bárbaros. Por otra parte, se crea, en los municipios romanos, la figura del defensor de la plebe.

Acuerdo del emperador Flavio VALENTE con los godos (visigodos y ostrogodos), estableciendo el río Danubio como frontera.

El general romano TEODOSIO, de origen hispánico, defiende Britania contra los piratas sajones, venidos por mar, y contra los pictos y los escotos, procedentes del N. Los sajones son un pueblo de raza germánica que ocupa originariamente el istmo de Jutlandia y la desembocadura del Elba, se dedican a la piratería en las costas del Norte lo que obliga a los romanos a organizar una frontera, el litus saxonicum. Por estos años, los sajones engloban a sus vecinos caucos, marsos, queruscos y angrivarios.

Flavio VALENTE, emperador romano de Oriente, quiere imponer a BASILIO, obispo de Cesarea, una serie de sacerdotes arrianos, obligándole a que los admita en el seno de la Iglesia. Pero no lo consigue. Los sacerdotes informan al emperador: “Nos ha vencido. No le amedrentan las amenazas, no se le derrota con argumentos, no se deja persuadir. Habrá que intentarlo con un hombre de menos carácter”.

Hacia el año 370, AMBROSIO es enviado a Milán como gobernador de la Italia septentrional. Le acompañaban las palabras proféticas del prefecto Probo: “Ve, y compórtate no como un juez, sino como un obispo”. Durante las ásperas disputas entre católicos y arrianos por la sucesión episcopal de la sede, AMBROSIO, como gobernador, se ve obligado a intervenir con toda su autoridad para calmar el ánimo enardecido del pueblo. Éste asombrado por la sabiduría y la elocuencia demostrada durante esta contienda, dirige a él sus ojos.

Los santos mártires Urbano, Teodoro y aproximadamente otros ochenta católicos recién llegados a Constantinopla para pedir la libertad del culto católico, son embarcados por orden del emperador de oriente, VALENTE, hasta la costa de Bithinia, donde la nave es incendiada con todos a bordo.