ALFONSO VII de Castilla organiza para este año el asedio de Almería (nido de piratas) dentro de la vigorosa campaña que lleva a cabo en Andalucía y en la que participan naves pisanas y genovesas, fuerzas del conde GUILLERMO de Montpellier, caballeros navarros de GARCÍA V RAMIREZ y ejércitos catalanes y aragoneses, comandados por RAMON BERENGUER IV. Almería, que cae, en la fecha, en manos de los cristianos, es, por otra parte, una auténtica cuña que dividirá el territorio musulmán, el gran objetivo largamente perseguido por ALFONSO VII. En la fecha, se entra en la ciudad de Almería. Aunque la conquista es en beneficio de Castilla, en realidad es en provecho de todos los países cristianos ribereños del Mediterráneo ya que ayudará a pacificar dicho mar, lo que facilitará, sin duda, la próxima conquista de Tortosa.
REINO DE CASTILLA (1157-1230)
Total de piezas: 182
El Reino de Castilla fue uno de los reinos medievales de la península ibérica. Castilla surgió como entidad política autónoma bajo la forma de condado vasallo de León.
ALFONSO VII, rey de Castilla/León, entrega al señor de Vizcaya, LOPE DÍAZ, la villa de Haro.
Pero también ALFONSO VII, rey de Castilla/León, comprende la verdadera naturaleza del tema y en 1151 entrega al señor de Vizcaya, LOPE DÍAZ, la villa de Haro, a fin de establecer una vinculación permanente entre el abra del Nervión y la Rioja, que empieza a transformarse en zona vitícola. En adelante, olvidado el viejo título condal, que no hubiera añadido ningún otro poder, los señores de Vizcaya se constituyen en Casa de Haro, uno de los dos linajes más importantes de Castilla. El otro, emparentado con él, será el de Lara. Los lobos que aún hoy aparecen, sobre el árbol, en el escudo de Vizcaya, se refieren al apellido que consolida el linaje: Lupus = Lope.
Se aprecia la firme voluntad de ALFONSO VII de no poner en litigio nunca más la pertenencia de las regiones vascas a la corona de Castilla.
En 1151 se aprecia, pues, la firme voluntad de ALFONSO VII de no poner en litigio nunca más la pertenencia de las regiones vascas a la corona de Castilla.
Aragón y Castilla vuelven a mostrar sus apetencias sobre el territorio navarro.
A raíz del fallecimiento en noviembre de 1150 de García V Ramírez de Navarra, Aragón y Castilla vuelven a mostrar sus apetencias sobre el territorio navarro. Pero mientras el castellano mira a más largo plazo y prepara el control por medio de vasallajes y matrimonios, la política aragonesa es más radical y persigue, la anulación de Navarra como reino independiente y el reparto de sus tierras, lo que podría representar el fortalecimiento definitivo de la corona aragonesa. Estos cambios conducen a un nuevo pacto: ALFONSO VII y RAMON BERENGUER IV. Se reúnen en Tudején (Tudellén o Tudillén) y acuerdan el reparto de Navarra entre ambos. Tudején (despoblado cercano a Tudela), que pertenece a Castilla y hace frontera con Navarra y Aragón (de ahí el nombre que tomará después: Fitero, etimológicamente: hitero, de hito, mojón, muga o frontera). Este acuerdo representa para SANCHO VI de Navarra, una auténtica declaración de guerra.
Se reconoce a RAMON BERENGUER IV el derecho de conquista de los reinos de Valencia, Denia y Murcia.
RAMON BERENGUER IV, conde de Barcelona y ALFONSO VII, rey de castilla y León, toman también en Tudején, el acuerdo, por el que a cambio del vasallaje al rey castellano, heredado de Ramiro II de Aragón, se reconoce a RAMON BERENGUER IV el derecho de conquista de los reinos musulmanes de Valencia, Denia y Murcia. Así, la línea marcada, aproximadamente, por la Cordillera Ibérica, es la que divide la expansión proyectada. El espacio conseguido por RAMON BERENGUER IV no es muy grande, pero es necesario reconocer que la geografía no permite más, dado que se quiere conservar el pleno contacto con el Mediterráneo. Sin embargo, el tratado, cuya entrada en vigor está prevista para ocho meses después de su firma, nunca llegará a ponerse en práctica. El propósito de ALFONSO VII, que tan generoso se muestra con el catalán, es, sobre todo, el mantenimiento de la Rioja en manos castellanas en el caso de que el rey navarro, en su situación de extrema debilidad, caiga en poder de los catalanes. Tudején (despoblado cercano a Tudela), que pertenece a Castilla y hace frontera con Navarra y Aragón (de ahí el nombre que tomará después: Fitero, etimológicamente: hitero, de hito, mojón, muga o frontera).
SANCHO VI el Sabio, se presenta en Calahorra ante ALFONSO VII, rey de Castilla, le rinde homenaje y pacta con él.
Tres días después de firmar el tratado de Tudején, SANCHO VI el Sabio, se presenta en Calahorra ante ALFONSO VII, rey de Castilla, le rinde homenaje y pacta con él. Éste le concede la mano de su hija SANCHA. Por su parte, BLANCA, hermana de SANCHO VI, contrae matrimonio con SANCHO, heredero de Castilla, tal como sus padres habían acordado años antes.
Se acuerda el matrimonio del hijo de RAMON BERENGUER IV con una hija del emperador ALFONSO VII.
En este año, se refuerza la relación de la Corona de Aragón con Castilla por el hecho de confirmarse el tratado de Tudején de 1151 y convenirse el futuro matrimonio del hijo de RAMON BERENGUER IV con una hija del emperador ALFONSO VII. Esta política no puede ser de mayor alcance ya que, de momento, el conde-príncipe todavía no tiene ningún heredero. Por otra parte, ALFONSO VII no permite que se incluya en este pacto ninguna posibilidad de ataques a Navarra, aunque persiste el estado casi de guerra entre Navarra y Aragón.
RAMON BERENGUER IV y ALFONSO VII firman el acuerdo de Lleida sobre un posible reparto de Navarra.
RAMON BERENGUER IV y ALFONSO VII firman el acuerdo de Lleida por el que ratifican que la eventual desaparición de Navarra dará lugar a un reparto de la misma entre los dos reinos.
La creciente fuerza de los almohades en al-Ándalus se dirige a la conquista de Almería, única plaza del sur que todavía no dominan.
La creciente fuerza de los almohades en al-Ándalus se dirige, en la fecha, a la conquista de Almería, única plaza del sur que todavía no dominan. Ante el ataque, los defensores deben refugiarse en la alcazaba y pedir rápido auxilio a ALFONSO VII. Conseguida la ocupación de las principales taifas almorávides, los almohades tienen bajo su control casi todo el territorio de al-Ándalusa excepción de la región murciana-levantina, gobernada por Ibn Mardanish.
De la unidad se pasa a la España de los cinco reinos cristianos: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón.
A la muerte de ALFONSO VII la idea imperial es abandonada. De la ansiada unidad se pasa a la España de los cinco reinos cristianos: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón. El acuerdo divisorio, propiciado en vida del Emperador (1155), otorga al primogénito, SANCHO III (1157-1158), Castilla -con Tierra de Campos, hasta Sahagún, y las Asturias de Santillana-, Toledo y la Extremadura (al este de la calzada de la Plata). Deja para FERNANDO II (1157-1188) el resto del reino de León -con Asturias, Toro, Zarnora, Salamanca y todas las villas que le son adyacentes en la frontera- y Galicia.

