Las ciudades romanas del área de la actual Catalunya, a parte de Tarraco, son pequeñas, pero forman una red que cubre una parte importante del territorio. Como núcleos medianos, a parte de Empúries y Barcino, destaca Dertosa (Tortosa), el único lugar importante del litoral situado al sur de Tàrraco. Dertosa crece en la confluencia entre la Via Augusta y el Ebro y se convertirá en un centro portuario fluvial y marítimo ya que en tiempo de los romanos todavía no existe el Delta del Ebro y el mar llega hasta muy cerca de Tortosa. En la zona litoral y prelitoral de la mitad norte destacan Gerunda (Girona), Baetulo (Badalona), Iluro (Mataró) y Egara (Terrassa). En el interior, donde todas las ciudades están situadas sobre un núcleo ibérico anterior, destacan Ilerda (Lleida), Iesso (Guissona), Ausa (Vic) y Aesso (Isona).

El proceso que se ha seguido en Roma contra PABLO, resulta favorable al apóstol por lo que finalmente libre, se dirige en la fecha, probablemente a Hispania (Rom 15;24-28). Si bien históricamente no se puede demostrar la presencia de Pablo en Hispania, tampoco hay argumentos en contra de la secular tradición que obliguen a un espíritu imparcial a negar la veracidad de la tradición. Por otra parte, hay una tradición según la cual, el cristianismo penetra a partir de la predicación de San PABLO en Tarragona, alrededor del 63. En efecto, parece que la zona mediterránea hispana será la primera y más profundamente cristianizada. Clemente de Roma dirá que Pablo «alcanzó los límites de Occidente». Las zonas más romanizadas, la Bética, la Tarraconense y la Lusitania, serán las más sensibles a su influencia, mientras que las zonas astures, cántabras y vasconas tendrán menos predominio. La falta de datos históricos se deberá a las persecuciones, especialmente la de Diocleciano (301) que se propondrá «extirpar hasta el nombre de cristiano», lo que producirá, sin duda, la destrucción de todos los documentos.

Ceuta es asignada por los romanos al convento jurídico de Cádiz.

Aunque la tradición judía medieval mantendrá que los judíos han llegado a Hispania después de la destrucción del primer Templo de Jerusalén -siglo VI aC- o incluso antes, las primera comunidades judías probablemente se instalan en la Península Ibérica en el siglo I dC, a partir del año 70 al producirse la diáspora precipitada por la destrucción del segundo Templo.

Hacia finales del siglo I dC hay un exceso de vino en todo el Imperio romano por lo que el vino baja su precio y deja de ser un producto económicamente competitivo. Parece que el vino que se produce en el Baix Llobregat no es excesivamente bueno por lo que se vuelve de nuevo al cultivo del trigo tan súbitamente como se empezó a cultivar la viña en tiempo del emperador Augusto. Por otro lado no se deja de exportar un producto muy importante: los metales.

El circo de Tarraco (Tarragona), que es el único que hay en tierras del sureste de Hispania, es construido poco antes del años 100 Dc. Consiste en una pista alargada (arena) dividida por una barrera central (spina), alrededor de la cual los carros de la carrera dan un total de siete vueltas a fin de conocer la habilidad de los aurigas, la resistencia y la velocidad de los caballos y llegar ganadores a la meta. La arena está rodeada por unas gradas elevadas, desde donde los espectadores siguen la carrera.

Ya al terminar el siglo I de nuestra era, en las ciudades dispersas por toda la geografía de la península Ibérica, se vive y se viste a la romana y el latín va desplazando lentamente a los idiomas nativos. Tan sólo las zonas rurales más inaccesibles y las serranías siguen manteniendo las formas de vida y la economía de la época prerromana. En realidad tampoco tienen razón para cambiar ya que no han mudado las circunstancias económicas y sociales en que se apoya esta forma de vida y que, en lo esencial, perdurarán a lo largo de gran parte de la Edad Media. La leyenda dorada de Hispania, las «Laudes Hispaniae», comienza ciertamente en la literatura latina. Para Trogo Pompeyo (siglo I), Hispania es superior en clima y fertilidad a las Galias y al África, y Plinio, en su «Historia Natural», sólo halla dos países privilegiados en todo el Imperio romano: Hispania e Italia. A la primera la antepone a las Galias no sólo por la abundancia y diversidad de sus productos sino también por los valores humanos de su población.

Se acaba la construcción del acueducto de Segovia para abastecer de agua a la ciudad. Su construcción se llevó a cabo a lo largo del siglo I de nuestra era.

Fallece MARCIAL en Bílbilis (Cerca de la actual Calatayud). Nacido en esta misma ciudad. Ha sido un satírico con una visión moral íntegra y una concepción cruel pero de un realismo asombroso a la hora de describir las insensateces sociales. En Roma ha escrito sus «Epigramas».

TRAJANO hace construir el famoso puente de Alcántara (Cáceres) sobre el río Tajo. Seis arcos. Es el más alto de los puentes romanos. Sus dimensiones son: 194 m de longitud, 8 de anchura y 71 de gálibo (distancia entre la parte inferior de la superestructura y el nivel medio del curso de agua). Por primera vez en 1213, fue parcialmente destruido por los musulmanes. En 1475, en las luchas de Castilla y Portugal, cuando pensaban derruirlo para evitar que Alfonso V lo cruzara, se salvó por la gallardía del rey portugués que mandó decir a su enemigo, el duque de Villahermosa, que él daría un rodeo, pues «no quería el reino de Castilla con aquel edificio menos». Más tarde fue recompuesto por Carlos I en 1543. En 1707 durante la Guerra de Sucesión se destruye el arco de entrada de poniente y la restauración fue mandada por Carlos III en 1778. El segundo arco del puente fue destruido en 1809 durante la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas y hasta 1818 no se sustituye este arco por una estructura de madera para el paso de carruajes, pero fue incendiado en 1836 por las tropas isabelinas para impedir el paso de los carlistas. Fue nuevamente reconstruido, en 1860, por Isabel II.