HISPANIA ROMANA (219 aC - 415dC)

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El cuerpo sin vida de Prisciliano es trasladado presumiblemente a Galicia.


El cuerpo sin vida de PRISCILIANO es trasladado a Hispania. Unos dicen que a Galicia, donde focos priscilianistas persistirán durante más de dos siglos. Hay incluso quien asegura que el cuerpo que hoy se venera en la catedral de Santiago de Compostela no es el del apóstol, sino el de PRISCILIANO, quien a pesar de sus ribetes heterodoxos, muchos piensan que no ha merecido ser el primero de la larga lista de víctimas que a partir de entonces pesarán sobre la conciencia de la Iglesia Católica. Parece, por otra parte, que el cuerpo de PRISCILIANO es sepultado no en el futuro Santiago de Compostela, sino en su sede de Ávila, como es costumbre universal y sagrada, lugar donde el clero y el pueblo le había aceptado por obispo. Hay reticencias por parte de algunos obispos en el caso de la condena de PRISCILIANO. AMBROSIO, obispo de Milán, rompe las relaciones con los obispos acusadores. Por otra parte, la indignación es grande entre los paganos cultos.

Paulino (de Nola) se casa. En el año 389, a los 35 años, en la iglesia de Bordeaux, Paulino recibe el bautismo por parte del obispo san Delfín.


PAULINO, Gobernador de Campania reside en Nola donde se venera a san Félix al cual es particularmente devoto. En Barcelona conoce a Teresa, mujer rica y bella, que a diferencia de él, es cristiana y bautizada. Teresa guiará a PAULINO por el camino de la conversión. En el año 389, a los 35 años, en la iglesia de Bordeaux, recibe el bautismo por parte del obispo san Delfín.

Paulino (de Nola) se encuentra en Barcelona donde en una misa los fieles lo invocan diciendo: “¡Paulino sacerdote!”. Es ordenado presbítero.


En el 393 PAULINO (de Nola) se establece en Barcelona, y durante una misa celebrada en la fiesta de Navidad, los fieles lo invocan diciendo: “¡Paulino sacerdote!”. Decide recibir los votos y hacerse sacerdote, según la máxima: “La voz del pueblo, la voz de Dios”. Es ordenado directamente presbítero. Al año siguiente venderá sus inmensas posesiones.

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En Hispania, en Tarragona hay monasterios a finales del siglo IV.


En Hispania, en Tarragona hay monasterios a finales del siglo IV. Emiliano funda en Huesca el monasterio de Asan. En las regiones de Asturias, Galicia y El Bierzo, fundan monasterios Valero, Fructuoso, Toribio de Liébana y Millán. También sabemos de la existencia de reglas para los monjes escritas en Hispania y basadas fundamentalmente en la idea de pacto que el monje hace con el abad para aceptar las exigencias de la vida en común. Y sin olvidar que ya en el Concilio de Elvira -año 306- se citan “grupos de vírgenes”.

La entrada de los germanos en la Península Ibérica empuja a masas de población hacia el Norte y el Oeste.


La entrada de los germanos en la Península Ibérica causa un efecto secundario de un alcance inimaginable para ellos. Las comarcas altas del Ebro, y las situadas más al norte, lo que hoy es La Rioja, la Baja Navarra, Álava, con parte de las actuales provincias de Burgos y Cantabria, son de las más pobres de la Hispania romana, aunque bastante menos que las zonas aún más norteñas (lo que hoy son las provincias de Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa). La entrada de los germanos empuja a masas de población hacia el Norte y el Oeste desde las comarcas mencionadas en primer lugar. Entre ellos a los vascones que hasta entonces habían vivido al Sur del Ebro. Esta masa de gente se vuelca sobre unas tierras ya de por sí pobres y azotadas además por revueltas (más antiseñoriales que antirromanas) desde finales del siglo III. Con lo cual se crea una situación explosiva.

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Se forman bandas de “bagaudas”, pobres que no tienen nada que perder y que sólo subsisten del saqueo.


Los habitantes de la Península Ibérica -principalmente de la Meseta- no tienen muchas más alternativas para subsistir que dedicarse al pillaje y al saqueo. Se forman bandas de “bagaudas”, gente pobre que no tiene nada que perder y que sólo subsiste de lo que saquea. Por contagio se alzan bandas de cántabros y astures (pueblos ambos poco romanizados) que se unen a la revuelta “bagauda”. Los “bagaudas” pronto serán un problema serio para el orden público en las mitades Norte de las provincias Tarraconense y Cartaginense. Sin fuerzas militares para contrarrestar la amenaza, el Imperio verá como en las comarcas indicadas la autoridad imperial o simplemente provincial se esfuma.

Vándalos (asdingos y silingos), suevos y alanos invaden la Península Ibérica y avanzan hacia el interior.


Empieza una quincena en la que habiendo cruzado la Galia y destruido las defensas romanas, inician la invasión de la Península Ibérica los pueblos llamados “bárbaros”: vándalos (asdingos y silingos), suevos y alanos que avanzan con fuerza hacia el interior.

Los vascones, aprovechando el desvanecimiento del poder romano recobran la autonomía.


Los vascones, aprovechando el desvanecimiento del poder romano ante la invasión de los bárbaros, recobran la autonomía y las antiguas operaciones predatorias se convierten ahora en corrientes de conquista y expansión principalmente hacia Cesaraugusta, en el curso medio del Ebro. Mucho topónimos actuales del alto Aragón indican el paso de los conquistadores. No son ni muy numerosos ni muy fuertes pues faltando la estructura provincial romana se muestran sin embargo incapaces de apoderarse de núcleos de población importantes. El territorio de los vascones es más o menos el actual (en el año 2.002), el ocupado por el País Vasco en España y la Gascuña en Francia. (El nombre de “Gascuña” corresponde al francés “Gascogne” que a su vez proviene de “Vasconia”, sustituyendo la V por la G).

El Imperio ofrece a los bárbaros que acepten la condición de federados y a cambio recibirán tierras.


Ajenos de momento a lo que han provocado, los bárbaros deambulan sin rumbo fijo por Hispania, saqueando a su paso, y sobre todo, creando en la hasta entonces tranquila Hispania un pánico tremendo. Ésta era, a grandes rasgos la situación en Hispania cuando HONORIO decide poner un poco de orden. El Imperio ofrece a los bárbaros, en la fecha, un pacto: aceptarán la condición de federados y a cambio recibirán tierras en Hispania. El trato parece que es aceptado, aunque después veremos a los romanos que quieren sacarse de encima todos estos pueblos.