En 1591 recibe una invitación para ir a Venecia del joven patricio Zuane Mocenigo, quien lo requiere para aprender sobre el arte de la memoria. Las relaciones entre profesor y alumno no fructifican en parte porque Mocenigo tiene una idea de BRUNO como un mago y no como el pensador que es. Al tratar de abandonarlo, Monciego lo denuncia a la inquisición veneciana por las según él, ideas herejes que le ha transmitido. Dispuesto a recuperar la libertad, se retracta de sus ideas, renegando de sus teorías cosmológicas y teológicas. Pero el Santo Oficio de Roma, alertado de la detención, no le deja escapar. Los venecianos acaban entregándole, se supone que por mero interés comercial. A cambio del prisionero, el Índice será un poco más benevolente con los libreros de Venecia.

La insistencia del papa PABLO V sobre la jurisdicción eclesiástica le lleva a diversas disputas con la República de Venecia que ha promulgado dos leyes que suponen el enfrentamiento con Roma. El papa eleva enérgicas e inútiles protestas y el episodio se encona. A la excomunión lanzada por PABLO V contra el dux y el senado de Venecia, responden con la expulsión de jesuitas, teatinos y capuchinos -el clero secular ha hecho causa con la República-, a cuya acción replica el papa por su parte con el entredicho dictado sobre la ciudad lacustre. Para solucionar el conflicto es necesaria la mediación de España y Francia pero no en el terreno militar, como demanda el papa, sino en la vía diplomática ya que ambos estados se niegan al envió de tropas en apoyo del pontífice. Así se logra que, en 1607, PABLO V levante los anatemas lanzados contra los venecianos y que estos permitan el retorno de capuchinos y teatinos -no de los jesuitas-, pero las leyes objeto del enfrentamiento no son retiradas. El entredicho ha constituido un arma favorita de los Papas medievales, pero a partir de 1607 nunca más volverá a utilizarse.

En 1613 Claudio MONTEVERDI es nombrado maestro de coro y director de la catedral de San Marcos de Venecia.

En la fecha, Francia, Venecia y Saboya se unen contra Génova, el principal aliado de los Habsburgo en el norte de Italia. Su puerto constituye el punto de partida del “camino español” y sus banqueros son fundamentales para las finanzas hispánicas, porque son los que cambian la plata que llega de América por el oro que sirve para pagar a los soldados. Los franceses atacan la Valtellina y bloquean el puerto de Génova. De esta manera, esperan interrumpir la ruta terrestre entre el Milanesado y el sur de Alemania, y la vía marítima entre el norte de Italia y la Península Ibérica. Sin duda era una amenaza para todo el sistema estratégico de los Habsburgo.

Venecia sigue luchando contra el Imperio otomano. En 1669 concluye una guerra de veintiún años a propósito de Creta, con la pérdida de ésta en beneficio de los turcos.

En 1684 Venecia logra conquistar algunas partes del Peloponeso al Imperio otomano. En el transcurso de la guerra que sigue se produce una importante tragedia en 1687, que no cuesta ninguna vida humana. El Partenón, el más hermoso de los monumentos que aún se conservaban de la antigua Grecia, permanecía intacto en lo esencial pese a haberse construido dos mil años antes. Los turcos almacenaban pólvora en su interior, y los venecianos, al bombardear Atenas, alcanzan el edificio. La pólvora estalla, y el Partenón se convierte en una ruina. (El proceso de erosión no termina ahí sino que seguirá a principios del siglo XIX, cuando el embajador británico en Constantinopla, Elgin con la corte real, decide quitar la mayor parte de la decoración escultórica del monumento (frisos, métopas, frontones) y trasladarla a Inglaterra para venderla al Museo Británico, en donde todavía se exhibe, siendo una de las colecciones más significativas del museo en la actualidad).

En la fecha, los otomanos arrebatan a los venecianos Morea, pero intervene Austria en el conflicto, siendo los turcos derrotados y obligados a aceptar la paz de Passarowitz, favorable a Rusia y Austria.

En 1718, Venecia pierde el Peloponeso, del que se apoderan los turcos, y sus tiempos de esplendor quedan definitivamente atrás. Aparte su propio territorio en el noreste de Italia, Venecia sólo conserva jirones de la costa dálmata y algunas islas frente a la misma.

Firma de la Paz de PASSAROWITZ (Yugoslavia), que pone fin a la tercera guerra austro-turca. Firmado por Austria, Venecia y Turquía. Esta última es obligada a ceder a Austria el Banato, el N. de Serbia y de Bosnia (con Belgrado) y parte de Valaquia. Turquía conserva Morea. Venecia continúa con sus posesiones dálmatas y albanesas.

Tras la caída de Venecia, el armisticio firmado en Leoben, consagraba la campaña victoriosa de Bonaparte en Italia. Débil oposición del Directorio, pero la escalada de la popularidad del corso es imparable.