Los enfrentamientos entre los dos hermanos RAMON BERENGUER II y BERENGUER RAMON II son contínuos, hasta que, en la fecha, RAMON BERENGUER II Cabeza de estopa, es encontrado asesinado en una cacería en un lugar boscoso y solitario del actual término de Gualba, conocido por la Perxa de l’Astor, entre Sant Celoni y Hostalric (Hoy día se conoce el lugar con el nombre de «el Gorg del comte» = la hoz del conde). Ramon Berenguer I el vell no queriendo que ninguno de los dos hermanos tuviese motivos de envidia respecto del otro, nunca podría haber sospechado que precisamente estas precauciones testamentarias contribuirían a crear entre los dos herederos un abismo que también acabaría en otra tragedia sangrante. Pero nunca se tendrá la prueba absoluta de que BERENGUER RAMON II, llamado por este hecho «el Fratricida», participara en el asesinato de su hermano.

La herencia de Ramon Berenguer II «Cabeza de Estopa» que corresponde a su hijo, RAMON BERENGUER, nacido unos días antes del asesinato de su padre, no puede ser recibida por éste porque debido a una cláusula en el testamento de su abuelo Ramon Berenguer I el Vell, no puede entrar en posesión de ella hasta después de la muerte de su tío BERENGUER RAMON II. Así, pues, éste sigue gobernando, y ahora solo.

La primera consecuencia desfavorable del crimen de la Perxa de l’Astor es la pérdida de los dominios ultrapirenaicos adquiridos al alto precio de la riqueza atesorada por Ramon Berenguer I el Vell. Y ello es debido a que los ciudadanos de Carcassona y Rasès no admiten la autoridad de BERENGUER RAMON II el Fratricida. Queda, en consecuencia, liquidado, el primer imperio pirenaico del casal de Barcelona.

Una asamblea de notables, reunida en Barcelona, decide derrocar a BERENGUER RAMON II y encomendar la regencia del pequeño RAMON BERENGUER III a sus tíos GUILLEM I, conde de Cerdanya y de Berga (1068-1095) y a su mujer SANCHA, hija de Ramon Berenguer I el Vell. Deciden, también, que éstos reciban la ayuda del conde de Urgell y que los condados queden bajo la protección de ALFONSO VI, rey de Castilla y León, en su condición de emperador. Pero esta decisión tiene el grave inconveniente de someter a los condados de los soberanos de Barcelona a posibles injerencias de León y Castilla, por lo que no llega a ponerse en práctica.

Carcassona-Rasès se pierde a manos de Bernat ATÓ IV de Besiers.

En la fecha, una nueva asamblea de notables de los condados de Barcelona, pacta con BERENGUER RAMON II encomendándole la tutoría de su sobrino por espacio de once años. Después de estos años, RAMON BERENGUER (futuro III) deberá recibir íntegra la herencia que le pertenece y co-gobernar junto con su tío BERENGUER RAMON II. Éste acepta y se compromete a ello. Pero el acuerdo no consigue que la condesa viuda MAFALDA y los partidarios del asesinado Ramon Berenguer II cesen en sus intentos de vengar su muerte y de cambiar la situación.

Diversos obispos, abades y condes se dirigen a menudo a Roma y ofrecen presentes al papa buscando una especie de protección moral para los condados de la Marca Hispánica. En la fecha, el Papa URBANO II reconoce la independencia de estos obispos respecto al arzobispado de Narbona y la erección de la sede metropolitana de Tarragona. Este reconocimiento es teórico de momento, hasta que Tarragona sea reconstruida y puesta en condiciones de albergar la sede restablecida. Esto es tanto como reconocer y, por tanto afirmar, la independencia política de los condados de la Marca. Toledo, sin embargo, debe ser mantenida como primada de la península.

A finales del siglo XI el sistema feudal esta ya constituido en los dominios del conde de Barcelona, lo que indica el fracaso definitivo del sistema carolingio. La sociedad se compone de tres cuerpos sociales: los «orantes» (los que rezan); los «militari» o «pugnatores» (los que guardan la paz y el orden); y los «laboratores» (los que trabajan). Este profundo cambio feudal se produce coincidiendo con una crisis debida a tensiones, conflictos, abusos e injusticias de todo orden. También, a partir de este año, el condado de Barcelona es incluido entre los Estados vasallos del Papa.

BERENGUER RAMON II el Fratricida, conde de Barcelona, es, en la fecha, hecho prisionero junto con más de 5.000 hombres, por El CID, en la batalla de Tevar, en las montañas de Morella, ya que ambos se encuentran enfrentados al cumplir diversos contratos de colaboración con jefes musulmanes, y también en el deseo de ambos de conquistar Valencia. Tanto BERENGUER RAMON II como los demás cautivos son liberados una vez pagados los correspondientes rescates. También establecen un acuerdo que se firma en Daroca, en virtud del cual Lleida y el bajo Ebro serán zonas de influencia del conde de Barcelona y Valencia quedará dentro del campo de acción del CID.

Pese a la amenaza que representa la invasión de los almorávides, BERENGUER RAMON II se integra en el pacto promovido por ALFONSO VI de Castilla y en el que participa también SANCHO I RAMÍREZ de Aragón. De acuerdo con el mismo, el rey castellano atacará Valencia y los del conde de Barcelona y aragoneses se lanzarán contra Tortosa. Pero ambos intentos resultan un fracaso.