HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Constantino al Concilio de Trento (313 - 1545)

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Historia de la Igleisa CatólicaHISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Constantino al Concilio de Trento (313 - 1545)

INOCENCIO III se muestra firme e inflexible contra PEDRO II de Aragón y FELIPE II Augusto de Francia.


INOCENCIO III se muestra firme e inflexible, aun sacrificando intereses políticos, contra PEDRO II de Aragón y FELIPE II Augusto de Francia, que pretenden que el papa anule sus respectivos matrimonios.

Mientras JAIME continúa en las manos de SIMÓN de Monfort, muere su madre MARÍA de Montpeller


En la fecha, mientras el joven príncipe JAIME continúa en las manos de SIMÓN de Monfort, la reina MARÍA de Montpeller muere en Roma, donde se encuentra suplicando al papa INOCENCIO III que le sea devuelto su hijo.

INOCENCIO III invita a FELIPE II Augusto de Francia a intervenir por lo fuerza contra JUAN sin Tierra.


INOCENCIO III invita a FELIPE II Augusto de Francia a intervenir por lo fuerza contra JUAN sin Tierra. Ante la firmeza del Papa, JUAN sin Tierra no sólo se somete a la Iglesia, sino que declara el reino de Inglaterra y de Irlanda feudo de la Santa Sede obligándose a pagarle un tributo anual de 1.000 marcos de plata. Tales concesiones serán luego ratificadas por la Magna Charta Libertatum (1215). INOCENCIO III evita, en consecuencia, la invasión de Inglaterra por el rey francés.

PEDRO II de Aragón el Católico se dirige a Tolosa donde los cruzados tienen sitiado a su cuñado RAMON VI.


PEDRO II de Aragón el Católico se dirige a Tolosa donde los cruzados tienen sitiado a su cuñado RAMON VI. Con el ejército que le acompaña, PEDRO se interpone entre ambos bandos e intenta una negociación. Pero todo es inútil y, después del homenaje que le hacen los condes de Tolosa, Foix y Bearn, PEDRO debe declarar la guerra a los cruzados enfrentándose a SIMÓN de Monfort. La batalla decisiva se da -en la fecha- en Muret, a orillas del Garona, donde el rey PEDRO II de Aragón es derrotado y muerto. (Fué sepultado en el monasterio de Sijena al lado de su madre Doña Sancha). JAIME I el Conquistador, hijo de PEDRO II de Aragón, dirá de su padre que es «home molt donat a fembres». En efecto, ha pasado la noche en compañía de una mujer y ha quedado tan exhausto que en la misa que se celebra antes de la batalla, al llegar al Evangelio, no puede tenerse de pie y tiene que sentarse. No es de extrañar que en las primeras de cambio el rey cayera de su caballo y perdiera la vida a manos de los franceses.

La noticia de la muerte del rey cae como un mazazo en el ejército occitano.


La noticia de la muerte del rey cae como un mazazo en el ejército occitano. El Pánico se apodera de las tropas, que emprenden una desordenada huida sin que hayan llegado a intervenir en la batalla. El caos es absoluto. Y comienza la segunda fase de la batalla, en la que los cruzados de Montfort cargan contra los caballeros que huyen. Y contra la infantería occitana que, mientras tanto, ha logrado comenzar un ataque al castillo. La furia del ataque causa una increible matanza; además, miles de hombres mueren ahogados en las aguas del Garona cuando tratan de huir desesperadamente. Se calcula que mueren entre diez mil y quince mil combatientes del ejército de] rey Pedro, mientras que las tropas de Montfort apenas registran unos doscientos muertos, casi todos en el combate contra el rey y sus caballeros. En 1875, una fuerte crecida del río Garona dejará esparcidos por las orillas gran número de huesos que, en opinión de algunos, son los despojos de aquella terrible batalla. JAIME I, habiendo sido tomado como rehén por SIMÓN de Monfort lo sigue teniendo bajo custodia en Carcassona. Después de esta derrota, empieza una etapa de luchas entre la nobleza y de debilitamiento del patrimonio real.

El padre y la madre de JAIME se han declarado vasallos de la Santa Sede.


En plena época feudal, en que la figura del monarca es tan importante, la situación de Catalunya puede comportar su desaparición como espacio político propio. Especialmente si tenemos en cuenta que, en un intento de proteger sus territorios de la codicia de los cruzados, el padre y la madre de JAIME se habían declarado vasallos de la Santa Sede. De esta manera, según la teoría jurídica de la época, la Corona de Aragón se convierte en propiedad del mismo papa de Roma que ha convocado la cruzada contra los occitanos y los catalanes. Aparentemente la posición de JAIME, todavía niño, no puede ser peor. Pero, paradójicamente, esta misma confusa situación salvará la posición del rey y de sus reinos. En efecto, el papa no quiere que su protegido SIMÓN de Monfort se apodere de unos territorios que ahora son propiedad directa de la Santa Sede. Por esta razón, exigirá la liberación de JAIME I, convencido de que podrá controlarlo directamente y que le servirá para equilibrar el creciente poder de SIMÓN de Monfort.

El papa ordena a SIMÓN de Monfort que entregue al infante (Jaime I).


Después de que una embajada de la Corona de Aragón haya visitado al papa INOCENCIO III, para intentar recuperar al heredero del trono, el papa ordena a SIMÓN de Monfort que entregue al infante. Por fin, en mayo de 1214, SIMÓN de Monfort acuerda la restitución de JAIME I que es puesto bajo la custodia del legado pontificio, PEDRO de Benevento, y de los catalanes de Narbona.

Las prioridades de FELIPE II de Francia están en Bretaña, en Normandía, para ampliar su propio territorio.


El reino de Francia, el pequeño reino francés, está dirigido por el astuto FELIPE II Augusto. Se siente ligado al Languedoc por la herencia carolingia, pero los problemas con sus vecinos del norte, particularmente con Inglaterra, no le permiten hacer ningún paso hacia el sur, ni solo ni cuando tenía a su lado el formidable pretexto de la cruzada. Siempre ha contestado que no a todos los intentos de involucrar a Francia en la contienda, manifestados una y otra vez por el Papa INOCENCIO III. Sus prioridades están en Bretaña, en Normandía, para ampliar su propio territorio a fin de defenderse de ingleses y germanos.