En el orden político, el papa INOCENCIO VI logra que, en 1360, Francia e Inglaterra que desde 1337 se enfrentan en la Guerra de los Cien Años, firmen la Paz de Bretigny. Consecuencia inmediata del período de paz que sigue a la firma de este acuerdo es que las tropas mercenarias de cada bando, al ser licenciadas, se dedican al pillaje, por lo que INOCENCIO VI toma la decisión de fortificar la sede pontificia de Aviñón.

INOCENCIO VI interfiere en la Corona de Castilla al quejarse al rey PEDRO I el Cruel de los maltratos que está infligiendo sobre su esposa Doña Blanca de Borbón a la que mantiene apresada durante su corta vida. Es posible que INOCENCIO VI sea el único que ha actuado para liberar a la reina cautiva, pero fracasa, pues la edad de Blanca de Borbón no llegará a los treinta años.

INOCENCIO VI fallece en Aviñón antes de emprender el viaje de regreso a la Ciudad Eterna, sueño del pueblo romano, víctima de las familias rivales de los Colonna y de los Orsini.Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como De montibus Pammachii (Del monte Pammacos), cita que hace referencia a que en su escudo de armas figuran seis montañas.

Es entronizado papa Guillermo Grimoard como URBANO V (6/11/1362-19/12/1370). Originario de Francia. Monje benedictino que nunca ha sido cardenal. El objetivo principal de su pontificado es volver a fijar la sede pontificia en la ciudad de Roma, condición que la Ciudad Eterna ha perdido desde que, en 1309, Clemente V la ha fijado en Aviñón. Vuelve, pues, a Roma, complaciendo así también los deseos del Emperador CARLOS IV (que quiere ver el Papado libre de la influencia francesa), del poeta Petrarca y de Santa Brígida princesa sueca.

PEDRO I el Cruel tiene noticia de la decisión de PEDRO el Ceremonioso de apoyar la candidatura de ENRIQUE para ocupar el trono de Castilla y León y su respuesta es una gran ofensiva que se centra en Alicante. Valencia es sitiada en enero de 1365 y la situación en Aragón se hace insostenible, aunque ello redunda en beneficio de ENRIQUE de Trastámara ya que, tal estado, lleva a la entrada en el conflicto de Navarra, de Francia y el Papa.

La alianza contra el rey de Castilla queda constituida por ENRIQUE de Trastámara, que se considera ya rey en el exilio, PEDRO el Ceremonioso, CARLOS V de Francia y el Papa URBANO V. Los coaligados consiguen reunir fondos y contratan en noviembre de 1365 a las grandes compañías mercenarias. Este hecho decide a CARLOS II de Navarra a unirse definitivamente a los trastamaristas.

En Calahorra, ENRIQUE de Trastámara, hermano bastardo de PEDRO I el Cruel de Castilla, se hace proclamar rey ENRIQUE II de Castilla, con el apoyo de PEDRO el Ceremonioso de la Corona de Aragón, prosiguiendo su avance por Logroño, Briviesca y Burgos con las Compañías Blancas de BERTRAND du GUESCLIN, tropas mercenarias reclutadas en Francia. Para manifestar públicamente su desafío al rey castellano, ENRIQUE se hace coronar rey de Castilla en las Huelgas de Burgos, en abril de 1366. Para entonces, PEDRO I ha abandonado Burgos. URBANO V da su bendición a la expedición de las Compañías Blancas que saliendo de Francia, se dirigen a la Península Ibérica, Oficialmente van a la Cruzada a luchar contra los nazaríes de Granada. De hecho, prestan un concurso valiosísimo a ENRIQUE II de Trastámara. El papa de Aviñón toma partido en una contienda política. El triunfo de ENRIQUE II sella la estrecha amistad entre las monarquias castellana y francesa.

La situación de caos y desorden que ha provocado el abandono de Roma como sede papal ha comenzado a cambiar con el establecimiento, en 1360, de una nueva constitución apoyada por la nobleza romana y por una recién creada milicia popular la «Societas Balestriorum Félix y Pavesotarum». El 16 de octubre de 1367, URBANO V entra en Roma acompañado por el cardenal Gil Álvarez de Albornoz quien desde 1353, actuando como legado papal en Italia, ha conseguido restablecer la soberanía papal sobre los Estados Pontificios.

En 1369, el papa URBANO V logra un acercamiento con el emperador bizantino JUAN V Paleólogo quien, busca apoyo contra los turcos que amenazan Constantinopla, se convierte al catolicismo.

En Alemania, la Iglesia continúa siendo una fuerza dominante en la sociedad. Los monjes cistercienses y de la Orden Premonstratense colonizan nuevos territorios en el este, mientras que la Orden de Predicadores (dominicos) y los Franciscanos predican y enseñan en las ciudades.