Así pues, roto el tratado de paz entre España y Francia, por instigación papal, ENRIQUE II dirige contra las posesiones hispanas en el sur de Italia un ejército al que se suman tropas pontificias al mando del duque de Guisa. Pero allí les espera prevenido el virrey de Nápoles, Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, quien al frente de un nutrido y bien adiestrado ejército español no espera a que el enemigo llegue hasta él, sino que toma la iniciativa y marcha hacia Roma. Bate a los franceses en todos sus encuentros ocupando diversas plazas pertenecientes a los Estados Pontificios, entra ellas la misma Anagni, dejando constancia de que la captura es circunstancial y que las retendrá sólo hasta que el Papa Caraffa sea depuesto y sustituido. En abril de 1557 obtiene un resonado triunfo en Civitella del Tronto donde el ejército franco-papal queda seriamente desgastado.
HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Concilio de Trento a Pío X (1545 - 1903)
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HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Concilio de Trento a Pío X (1545 - 1903)
El papa Pablo IV introduce la Inquisición en Roma y se muestra implacable con los enemigos de la Iglesia.
Aunque la Inquisición funciona desde hace siglos, es el papa PABLO IV quien la introduce en Roma y se muestra implacable con los enemigos de la Iglesia. Además, como napolitano odia a los españoles, que tienen sometida su tierra desde hacía varios siglos. Entre los adjetivos que les dedica, se encuentran los de sucios, bárbaros y herejes, hez de la tierra […] y es gran desgracia que los italianos se vean sujetos a servir a esta canalla… PABLO IV hace un esfuerzo personal durante su reinado para reformar rápidamente la Iglesia mediante bulas y decretos. A la Comisión de reforma constituida por doscientos miembros presididos por él, le sucede la Inquisición a cuyo tribunal son sometidas casi todas las cuestiones relativas a la reforma y del que pocos cardenales y obispos se libran. Califica de herejía el pecado de simonía. Ni siquiera hombres tan íntegros y dignos de confianza como los Cardenales Morone y Pole quedan libres de sospechas, y el primero de ellos llega a ser encarcelado como presunto hereje en el castillo de Sant’Angelo.
Se condena a la pena de muerte en Francia a los sacramentalistas o relapsos.
Se proclama en Francia el edicto de Compiègne, por el que se condena a la pena de muerte a los sacramentalistas o relapsos.
El ejército franco-papal se desmorona cuando las tropas de FELIPE II infligen a las francesas el rotundo descalabro de San Quintín.
La mermada fuerza el ejército franco-papal se desmorona finalmente cuando el 10 de agosto de 1557 las tropas de FELIPE II infligen a las francesas el rotundo descalabro de San Quintín y el duque de Guisa es llamado precipitadamente a la defensa de su propio país. El duque de Alba entra en Roma sin oposición; allí encuentra al Papa destrozado y rendido que suplica la paz. Se le concede. PABLO IV se compromete a no fomentar ni hacer la guerra al monarca español y a no realizar nuevas fortificaciones en las plazas de soberanía eclesiástica.
Tras el desastre de San Quintín, el rey francés, ENRIQUE II, toca a rebato y llama a todos los franceses a defender París.
Después de San Quintín, el rey francés, ENRIQUE II, toca a rebato y llama a todos los franceses a defender París. Hacia allí destaca a su mujer, CATALINA de Médici, provista de abundantes recursos monetarios, para levantar el ánimo de sus habitantes y preparar su defensa. Por su parte, el rey español, FELIPE II, procede a dictar a sus secretarios las cartas que habrán de partir inmediatamente a toda Europa dando parte de aquella victoria. Emotivas son las dirigidas a sus parientes, en las que aprovecha para encargar los pertinentes tedeums, y de más calado las enviadas a Italia, concretamente a Venecia, república a la que sugiere abandonar la alianza antiespañola, así como convencer al papa de lo mismo. Decenas de pinturas, tapices y grabados se encargan en Flandes y en España para conmemorar la batalla.
Los monjes que han abandonado monasterios para desempeñar cargos eclesiásticos deben volver.
Los monjes y frailes que habían abandonado monasterios y conventos para desempeñar cargos eclesiásticos fueron conminados a regresar a ellos, y a los que no lo hicieron se les encarceló o fueron enviados a galeras. Lamentable severidad que el General de los agustinos, Seripando, calificaría de inhumana, pero que acabó definitivamente con las veleidades mundanas de los eclesiásticos.
Después de unos meses de enfrentamientos, el duque de Alba llega hasta las puertas de Roma.
Después de unos meses de enfrentamientos, el duque de Alba llega hasta las puertas de Roma. Temeroso el Papa, PABLO IV, de que se repita lo sucedido cuando el saqueo por las tropas del duque de Borbón, solicita un armisticio que le es rápidamente concedido. Tanto el de Alba como su rey no quieren provocar un enfrentamiento con el Papa, al estar considerada España a la cabeza de las naciones cristianas. Mientras se cumple el armisticio, el francés duque de Guisa, invade Nápoles, aunque no adelanta gran cosa en la conquista de este reino. Después de la victoria española sobre los franceses, en la Batalla de San Quintín, PABLO IV aliado de ENRIQUE II de Francia, no tiene más remedio que concentrarse en la reforma y pedir la paz con España.
El siglo XVI constituyó sin duda el de máximo apogeo del Santo Oficio.
El siglo XVI constituyó sin duda el de máximo apogeo del Santo Oficio, siendo lógicamente en esta centuria cuando en España se condena a la última pena a un mayor número de víctimas. Las primeras desviaciones de la corriente ortodoxa aparecen con los \»alumbrados\» o \»iluministas\», aumentando la inquietud inquisitorial a partir del descubrimiento de focos protestantes en 1558, en Valladolid y Sevilla, a comienzos del gobierno de FELIPE II (1556-1598). Un estudio exhaustivo del período 1550-1700 (admitiendo cierto margen de error) arroja una cifra total de 49.092 procesados por la Inquisición en España, distribuidos por todos los tribunales que la institución posee en la península, dominios europeos y América.
España, en ausencia de su rey, vive un año en que la peste realiza infinitos estragos en las poblaciones de Murcia, Valencia y Burgos.
La España de 1558, en ausencia de su rey, vive un año en que la peste realiza infinitos estragos en las poblaciones de Murcia, Valencia y Burgos. Las nuevas teorías del protestantismo y la herejía se introducen paulatinamente entre ciertas gentes de relieve y buena posición; la Inquisición comienza a actuar en Sevilla y en Valladolid con gran rigor de sus sentencias. Algunas revueltas sacuden las tierras de Aragón y la presencia de FELIPE II se hace más y más necesaria para gobernar sus reinos.
Como MARÍA es católica, en Inglaterra y fuera de ella muchos la desean como reina lo antes posible.
MARÍA Estuardo es prima hermana de ISABEL I de Inglaterra y la siguiente en la línea de sucesión al trono si ISABEL muere sin hijos. Como MARÍA es católica, en Inglaterra y fuera de ella muchos la desean como reina lo antes posible, y están dispuestos a no detenerse ante nada con tal de apartar a ISABEL. En efecto, las potencias católicas de Europa -el Papa, España, Francia- reconocen más o menos a MARÍA como reina de Inglaterra, y rechazan a ISABEL como usurpadora ya que su padre Enrique VIII se había divorciado de su esposa sin autorización papal.

