En 247 Roma cuenta mil años de existencia, (se halla en el 1.000 a.u.c.) y el aniversario se celebra con gran pompa en todo el Imperio. Los «Juegos milenarios» duraron tres día y tres noches, con tantas fiestas y combates en el circo Máximo, que el pueblo de Roma cree que ha comenzado una era de paz y prosperidad. Algunos escritores posteriores dirán que el propio emperador FELIPE y su hijo son convertidos por un senador romano llamado Marcos y bautizados por el papa FABIÁN. Todo parece pura leyenda, puesto que en estas fiestas milenarias del Imperio romano FELIPE declara solemnemente profesar la religión oficial de los romanos. Sí que es verdad que él y su mujer mantienen correspondencia con el gran sabio cristiano ORÍGENES de Alejandría.

CIPRIANO, nacido entre los años 200 y 210 en África, probablemente en Cartago, se convierte al cristianismo gracias al presbítero Cecilio. Poco después de su conversión es ordenado sacerdote y en 249 es elegido obispo de Cartago por aclamación del pueblo.

ORÍGENES escribe: «Contra Celso». El pensamiento de CELSO no ha llegado a nosostros salvo a través del «Contra Celso» de ORÍGENES. Respondiendo a las opiniones de CELSO (178), ORÍGENES dice que la proporción de gente inculta en la Iglesia se corresponde con la de toda la sociedad. La Iglesia es como un corte vertical de la sociedad, en el que los basureros son más numerosos que lo patricios porque simplemente hay más. Ya han caído las barreras de la clase y la educación, y el cristianismo penetra profundamente en círculos que plasman la política secular y la cultura imperial.

Participar en el culto de Roma y de Augusto constituye un gesto de lealtad politica. Sólo los magistrados y los soldados tienen que participar obligatoriamente en él. Pero a finales de este año, DECIO, emperador romano, hace público un edicto en virtud del cual todos los súbditos participarán en un solemne sacrificio de propiación a los dioses oficiales. De hecho, en un Imperio amenazado en las fronteras, el emperador DECIO quiere asegurarse la lealtad de los ciudadanos en la retaguardia. Para ello se crea una «Comisión de sacrificios» que extenderá el correspondiente certificado y para quien no participe se establecen penas que oscilan entre la confiscación de los bienes y la condena a muerte. Los cristianos se niegan a rendir culto alguno al emperador. Todo ello, origina la considerada «séptima» persecución de los cristianos (la considerada primera persecución general). Sobre todo se persigue a obispos, presbíteros y diáconos quienes están de antemano condenados a muerte.

Las excavaciones han demostrado que ya desde el siglo III dC. griegos cristianos se han establecido como eremitas en el área del Carmelo. En el monte Carmelo, los profetas Elías y Eliseo y sus discípulos han establecido una tradición contemplativa viviendo como eremitas en oración. La gente los llama Carmelitas. Estos religiosos le tienen una gran devoción a la Virgen Santísima y le erigen un templo en esa hermosa montaña, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios. Estos religiosos se llaman Hermanos de Santa María del Monte Carmelo.

Basilides y Marcial son dos obispos apóstatas por la persecución de DECIO en España. En las comunidades de León-Astorga y de Mérida son los mismos obispos los que ceden al temor. Estos dos obispos no solamente son débiles en la persecución, además Marcial es un obispo que no ha renunciado a sus costumbres no cristianas, manteniendo el contacto con sus amigos y consocios de un colegio funerario, con los que celebra alegres banquetes y en cuyo gremio mantienen las prácticas funerarias paganas, en una época en la que ya los cristianos cuentan con cementerios propios e independientes. Ante las persecuciones de que son objeto los cristianos, se produce entre ellos un derrumbe general de la moral. Muchos obispos que han de ser aliento y ejemplo a otros, renuncian al sagrado ministerio, abandonan a su gente, se alejan del distrito, tratan de hacer dinero, se apoderan de propiedades apelando a métodos fraudulentos y se dedican a la usura. Algunos fieles realizan los sacrificios oficiales, pero también continúan siendo cristianos. La Iglesia nunca puede adoptar una política uniforme frente a la persecución.

El griego es también la primera lengua de la Iglesia. Los cristianos utilizan la versión griega de la Biblia, llamada de los Setenta. El Nuevo Testamento ha sido escrito en griego, así como las obras cristianas v los textos litúrgicos, incluso en Roma, hasta el siglo III. Por otra parte, el latín será utilizado en la Iglesia como lengua habitual, primero en África, desde finales del siglo II, después en Roma y a continuación en todo el occidente cristiano a lo largo del siglo III.

A mediados del siglo III ya hay en la zona de la actual Catalunya, una iglesia organizada, con obispos, sacerdotes y un culto unificado.

En el periodo de máximo esplendor del mitraismo, se considera que el mayor número de templos mitraicos en Roma no era superior a cien, y que cada uno de ellos no tenía más que un centenar de fieles, por lo que el volumen de practicantes se reduciría a unos diez mil en la metrópoli, según Windengren. La importancia otorgada al mitraismo en el Imperio romano viene dada por su abierta competencia con el cristinanismo y su condición de religión militar fuertemente implantada en las legiones, más que por el número de adeptos.

El más antiguo edificio cristiano conocido es la casa-iglesia de Dura Europos, en el Éufrates (hacia el 250).