MIGUEL SERVET, médico y teólogo español, hombre de vastísima cultura, es perseguido por la Iglesia Católica por haber escrito al menos dos libros en los que niega el origen evangélico de la Santísima Trinidad. (SERVET no fue perseguido por haber descubierto en 1546, en París, la circulación pulmonar de la sangre). Detenido en Viena por la Inquisición Católica logra huir y se refugia en Ginebra, la ciudad que CALVINO ha convertido en laboratorio de la reforma protestante. Los luteranos lo apresan y lo juzgan por herejía. El duelo dialéctico que sostiene con Calvino, antiguo antagonista, hará historia. El porqué SERVET se refugia en Ginebra, conocedor del destino que le puede esperar, sigue siendo una gran incógnita. En la fecha, en Ginebra, muere MIGUEL SERVET, condenado a la hoguera por los tribunales calvinistas de la ciudad: «Arderé, pero eso será un mero incidente. Continuaremos nuestra discusión en la eternidad», dijo antes de morir.
PROTESTANTISMO (1517- ……….)
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Se finaliza la Dieta de Augsburgo (Alemania) con la «Paz de Augsburgo».
Se finaliza la Dieta de Augsburgo (Baviera) con la «Paz de Augsburgo» el 25 de septiembre de 1555. Por este Tratado, se resuelve el conflicto religioso comenzado desde la Reforma Protestante. La Paz de Augsburgo, también llamada «Paz de las religiones», es un tratado firmado por FERNANDO I de Habsburgo, hermano y representante del Emperador CARLOS V, y las fuerzas de la Liga de Esmalcalda por el cual se resuelve el conflicto religioso de las reformas protestantes. Reconoce la existencia de dos religiones -la católica y la luterana-, pero no admite la confesión calvinista, creando así una nueva fuente de conflictos que no tardarán en estallar violentamente. El principio «cuius regio, eius religio» (tal príncipe, tal religión), según el cual se deja al príncipe elegir la religión oficial de su territorio, es reconocido, pero sin que los súbditos se beneficien de tal privilegio, pues tienen que profesar la misma religión que su soberano; si se niegan a someterse, son obligados a emigrar a países en los que su religión se halle reconocida como religión de estado.
CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar, en la fecha, la «Paz de Augsburgo».
De hecho, CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar la «Paz de Augsburgo», al haberse aliado los protestantes de Alemania con ENRIQUE II de Francia que significa la división religiosa de la Europa Central. Este Tratado es declarado ley imperial, obligatoria para todos. Este acuerdo significa el abandono por parte del Emperador de imponer el catolicismo como religión única en Alemania y el fracaso de toda su política bélica y religiosa. Fracaso ya reconocido previamente por CARLOS V. A los cuatro meses de acceder al papado, PABLO IV firma también la «Paz de Augsburgo».
Se ha roto oficialmente la unidad religiosa de Alemania y concedido un gran poder a los príncipes alemanes
Se ha roto oficialmente la unidad religiosa de Alemania y concedido un gran poder temporal y espiritual a los príncipes alemanes, pero no ha sido calmado el odio de las dos partes rivales, dispuestas a empuñar de nuevo las armas en cuanto sus derechos sean amenazados, y a recurrir al extranjero en busca de ayuda. El statu quo sigue siendo precario, y su aplicación dependerá de la extensión alcanzada por cada una de sus confesiones religiosas. La Iglesia romana ha sido gravemente desgarrada, pero, bajo el impulso de católicos fervientes decididos a reaccionar, pronto conocerá una rápida renovación.
San Quintín es tomada a sangre y fuego con la intervención del propio FELIPE II.
A pesar de la derrota de los franceses, San Quintín ha resistido durante quince días bajo el mando del almirante GASPAR de Coligny, un fanático hugonote que no duda en ahorcar a aquellos que flaquean en la defensa. Mientras tanto, llega el propio FELIPE II a las murallas de la ciudad con más de 20.000 hombres de refuerzos, entre los que se encuentran más de 5.000 ingleses. Durante esos días del asalto es la primera y única vez que el monarca se pone una armadura para arengar a las tropas, pero sin participar directamente en la batalla. FELIPE II no disimula en absoluto la repugnancia que le despierta aquel espectáculo sangriento, extrañándose de que su padre se sintiese tan a gusto en las batallas. Por fin, en la fecha, la ciudad es tomada a sangre y fuego, tras lo que sigue un horrible saqueo.
ISABEL I -la reina Virgen-, hermanastra de la fallecida María I Tudor, recibe la corona de Inglaterra.
ISABEL I -la reina Virgen-, hermanastra de la fallecida María I Tudor, recibe -en la fecha- a sus veinticinco años, la corona de Inglaterra (1558-1603) con la condición de mantener el catolicismo. Pero ISABEL I, hija de ENRIQUE VIII y ANA BOLENA, una vez en poder de la corona, se convierte en decidida partidaria del protestantismo. Restaura el anglicanismo, en oposición, al mismo tiempo, al catolicismo y al calvinismo. Los católicos escoceses y franceses la ven como una usurpadora (el matrimonio de sus padres se produjo tras un divorcio de Enrique VIII desaprobado por el papa) y favorecen a su prima María ESTUARDO como legítima aspirante a la Corona. FELIPE II que sigue la política antifrancesa de sus bisabuelos los Reyes Católicos, le interesa conservar la alianza inglesa por lo que seriamente propone matrimonio a ISABEL I que no acepta.
Isabel adopta una especie de programa de compromiso que es tibiamente protestante.
ISABEL pone fin a los vaivenes políticos de Inglaterra adoptando una especie de programa de compromiso que es tibiamente protestante, y completa el establecimiento de la Iglesia anglicana. Lo cual no satisface a todo el mundo. Están los «puritanos», que desean un protestantismo más radical, purificando la Iglesia anglicana de cuanto conserva de los rituales católicos. Y hay otros grupos llamados «separatistas», que no desean formar parte del catolicismo ni del anglicanismo, sino que pretenden seguir su propio camino. Tampoco faltan, claro está, los católicos, de los que aún quedan muchos. En conjunto, Isabel lleva a cabo una política moderada y no emprende persecución alguna, ignorando la disidencia si ésta se manifiesta de forma tranquila. Pero sí reacciona violentamente cuando alguno de los grupos, y en particular los católicos, conspiran para traicionarla y colocar en el trono a MARÍA, la reina de Escocia. Entonces sí se aplican las torturas y ejecuciones propias de la época.
Los monarcas de España y Francia adoptan, ante el avance del protestantismo, el compromiso de defender el catolicismo.
Los monarcas de España y Francia adoptan, ante el avance del protestantismo, el compromiso de defender el catolicismo. En la práctica, ello supone que España apoyará militarmente al rey de Francia en caso de que éste lo precise para reprimir a los hugonotes. Sin duda, el miedo a la división interna del reino ha forzado, en buena medida, el acuerdo, pues casi toda la nobleza católica francesa percibe la disidencia religiosa como un peligro mucho mayor que el enfrentamiento con España.
Fallece FRANCISCO II de Francia, a los 17 años de edad, y le sucede su hermano menor CARLOS IX .
A Francisco II de Francia, le sucede (1560-1574) su hermano menor CARLOS IX -de diez años de edad- bajo la regencia de su madre CATALINA de Médici. La Reforma se extiende por Francia. La gran mayoría de la población sigue siendo católica, pero una minoría fuerte se convierte al calvinismo. A los calvinistas franceses se les llama «hugonotes» (el origen de esta denominación es incierto), y desde el primer momento son objeto de persecución. Aun así, un elevado porcentaje de la nobleza se une a los hugonotes. El más importante de ellos, el almirante Gaspard de Coligny, piensa responder a la persecución fundando una colonia en la costa americana. Allí los hugonotes podrán practicar su religión libremente. (Éste es el primer intento de utilizar el continente americano como refugio de la persecución religiosa.)
CATALINA de Médicis, en medio de las guerras de religión entre católicos y hugonotes (calvinistas franceses) trata de reconciliarse con los calvinistas.
CATALINA de Médici, regente de Francia, en medio de las guerras de religión entre católicos y hugonotes (calvinistas franceses), trata de reconciliarse, en el año de la fecha, con los calvinistas. Por otra parte, FELIPE II enviaba desde España soldados y dinero en decidido socorro de la católica dama de los Médicis. En los campos de batalla, la suerte se inclinaba de una u otra parte. La reina ISABEL de Inglaterra observaba con simpatía cada triunfo arrebatado a las tropas de CATALINA y CARLOS IX.

