REINO DE PAMPLONA (I) (820-1076)

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La línea de repoblación del reino de León avanza hasta el río Tormes, rebasando el límite del río Duero.


Como consecuencia de la victoria de la batalla de Simancas, la línea de repoblación del reino de León avanza hasta el río Tormes, rebasando el límite del río Duero. Las victorias cristianas en Simancas y Zamora permiten, pues, a RAMIRO II consolidar la ocupación de tierras más allá del Duero (Sepúlveda, Ledesma y Salamanca…), y reforzar la alianza con Pamplona, con lo que extenderá la influencia de su reino fuera de sus fronteras. No obstante, aunque ABDERRAMÁN III no volverá a dirigir personalmente a sus ejércitos en combate alguno, éstos seguirán haciendo incursiones más allá de los límites cristianos. La batalla de Simancas es fundamental en la Reconquista porque es un episodio tangible no una leyenda, fue un suceso real a diferencia de otros episodios más o menos mitificados. Simancas sirvió como propaganda de la fe católica en el reino de León y fuera de la península, constituyendo la primera gran victoria cristiana sobre los musulmanes, que está perfectamente documentada en fuentes árabes y cristianas.

La Batalla de Simancas dura algunas jornadas (1-6/agosto) decidiéndose del lado de los cristianos.


La Batalla de Simancas dura algunas jornadas (1-6/agosto) decidiéndose del lado de los cristianos, al mando de Ramiro II e León, que hacen huir a las tropas musulmanas que no pueden tomar la fortaleza de Simancas. Después de la jornada de Simancas acontece el desastre para los musulmanes en tierras sorianas, en lo que se denomina la jornada de Alhándega o del Barranco. En dicha jornada los musulmanes que en su retirada de Simancas han arrasado la zona del río Aza en su camino hacia Atienza, sufren una emboscada en un barranco, donde son derrotados y puestos en fuga, consiguiendo los cristianos un gran botín. ABDERRAMÁN III regresa a Córdoba a revisar la situación de sus fuerzas y a rehacer su ejército. El mundo musulmán acusa el desastre hasta sus cimientos. Su magnitud queda patente por dos hechos: ABDERRAMÁN III manda crucificar por traidores y cobardes a trescientos de sus oficiales y, por primera vez, cronistas cristianos de fuera de la península se hacen eco del hecho de armas.

GARCÍA SÁNCHEZ II de Pamplona, se convierte también en cabeza del condado de Aragón.


GARCÍA SÁNCHEZ II de Pamplona, se convierte también en cabeza del condado de Aragón al casarse con ANDREGOTO GALÍNDEZ. Así, pues, en él confluyen los cetros de Pamplona y Aragón y se unen las dos dinastías gobernantes. El condado de Aragón deja su situación de subordinado para -perdiendo su independencia- pasar a formar parte integrante de Navarra. Y esta situación se mantendrá a lo largo de todo un siglo. Al mismo tiempo, Zaragoza sigue englobada en el Califato de Córdoba.

SANCHO I no puede hacerse con el control de la situación en León. ORDOÑO IV es elegido rey de León.


Tras ser reconocido y proclamado el príncipe, ORDOÑO IV el Malo o el Jorobado, como nuevo rey, se entabla la guerra entre los partidarios de ambos bandos. Finalmente en la primavera de 958, SANCHO I que ha tenido que regresar rápidamente de Córdoba, no puede hacerse con el control de la situación y pese a la ayuda que le presta Pamplona, cada vez más deseosa de hacer sentir su influencia sobre León, debe huir y refugiarse en Pamplona.

La reina TODA de León acude al califa de Córdoba en busca del apoyo para reponer en su trono a SANCHO I.


Pero SANCHO I el Craso no ha dicho su última palabra y ello gracias a la intervención de la reina TODA, cuyo poder en Pamplona es enorme, pese a que ya reina su hijo GARCÍA I. Para ayudar a SANCHO, TODA acude al califa de Córdoba en busca del apoyo preciso para reponerle en su trono. TODA pide médicos que curen la obesidad de SANCHO -la medicina musulmana en al-Ándalus es en aquellos momentos muy superior a la de los reinos cristianos- y tropas que le secunden en su lucha.

SANCHO I, la reina TODA y GARCÍA SÁNCHEZ viajan a Córdoba para firmar el tratado de ayuda con ABDERRAMÁ


Un afamado médico cordobés se traslada a Pamplona y consigue eliminar la obesidad del depuesto rey. Tras ello, SANCHO I, la reina TODA y GARCÍA SÁNCHEZ I deben viajar a Córdoba, con la humillación que ello implica, para firmar el tratado de ayuda con ABDERRAMÁN III. Por él, SANCHO entregará, una vez repuesto, un total de diez fotalezas que defienden la línea del Duero y, a cambio, el califa le proporcionará un ejército que le apoyará en su lucha.

Es conquistada Zamora y el ejército de SANCHO I se dirige hacia la capital.


Con el ejército musulmán y ayudado por los condes VELA y ANSÚREZ, SANCHO I el Craso se dirige contra ORDOÑO IV en tanto las tropas pamplonesas entran en Castilla. Es conquistada Zamora y el ejército de SANCHO I se dirige hacia la capital. En el transcurso de la lucha es decisiva la ayuda de los señores gallegos que, en esta ocasión, se ponen al lado de SANCHO, tal vez porque ORDOÑO IV ha resultado ser un señor aún peor que éste.

Fernán GONZÁLEZ es derrotado en Cirueña, y hecho prisionero por GARCÍA I Sánchez de Navarra.


Fernán GONZÁLEZ se queda solo en su defensa de ORDOÑO ante navarros y cordobeses. Derrotado en Cirueña, es hecho prisionero por GARCÍA I Sánchez de Navarra, y encarcelado en Clavijo.

AL-HAKAM II exige al rey de León la cesión de las diez fortalezas de acuerdo con lo pactado.


AL-HAKAM exige al rey de León la cesión de las diez fortalezas de acuerdo con lo pactado entre este rey y su padre ABDERRAMÁN III, y al de Pamplona le exige que le entregue al prisionero Fernán GONZÁLEZ. Pero ambos monarcas se niegan a hacer nada de lo que se les demanda.

SANCHO Garcés II, casado, posiblemente, con Urraca Fernández hija de Fernán GONZÁLEZ.


SANCHO GARCÉS II, Abarca, rey de Navarra, se casa posiblemente en 962, con Urraca Fernández, hija de Fernán GONZÁLEZ y de Sancha de Pamplona. (Antes de 950 Urraca ha estado casada con Ordoño III de León y en 956 se ha casado con el futuro Ordoño IV “El Malo”, de quien se ha separado).