Damietta cae en la fecha, lo que motiva la solicitud de paz por parte del sultán. LUIS IX rechaza la oferta y el poderoso ejército cruzado avanza por el delta del Nilo.

A mediados del siglo XIII, las pretensiones del pontificado están claramente definidas. El Vicario de Cristo, INOCENCIO IV, sucesor de Pedro, ejerce una autoridad absoluta sobre la vida religiosa de toda la comunidad. Este poder espiritual es superior a cualquier autoridad temporal. Los príncipes temporales poseen, desde luego, autoridad para gobernar a sus súbditos, pero sólo pueden ejercer esta autoridad si acatan las normas dictadas por el Papa. La más importante de éstas es que el Imperio sólo puede ser conferido a un candidato aprobado por la Santa Sede. La prolongada lucha entre ambos poderes empezada con Enrique IV, ciento setenta y cinco años antes, ha quebrantado la fortaleza imperial. En lo sucesivo, aun cuando el Imperio esté regido por una personalidad fuerte, permanecerá sometido al Papa.

A lo largo del siglo XIII, el Císter empieza a padecer el mismo mal que Cluny: el enriquecimiento a través de donaciones acaba con la austeridad benedictina adoptada por esta comunidad en un principio.

En Florencia, en el siglo XIII, los partidarios del Papa (los güelfos), y los que apoyan al emperador (los gibelinos) estarán enfrentados durante un siglo tras el cual se formará un gobierno regentado por los güelfos en el año 1250.

LUIS IX después de avanzar por el delta del Nilo, el poderoso ejército cruzado integrado por doce mil infantes y dos mil quinientos caballeros, es derrotado en El Mansurá (8 de febrero de 1250) y obligado a retroceder.

El rey LUIS IX de Francia, en la fecha, es capturado junto con sus capitanes y todos los soldados que han quedado con vida. Para poder pagar a los mamelucos el rescate -800.000 bezantes- que se pide por el rey y todo su ejército, se tiene que pedir un préstamo a la Orden del temple.

Muerto Federico en 1250, lo sucede su hijo más joven CONRADO IV (1250-1254). Añadirá a su título de rey de Sicilia el título imperial con la oposición del Papa INOCENCIO IV -que no concederá la coronación- que queda atrapado entre los dominios de un solo monarca. Su reinado se caracterizará por las convulsiones que sacudirán Alemania, donde parte de la nobleza se niega a reconocer la autoridad de los Hohenstaufen y, apoyada por el Papa ha escogido, en vida aún de Federico, a GUILLERMO de Holanda como emperador.

Muerto Federico II, el papa INOCENCIO IV continúa su lucha contra CONRADO IV, hijo y sucesor de Federico II.

El Papa INOCENCIO IV regresa a Roma. Las rivalidades políticas entre los emperadores alemanes y el papado por la hegemonía sobre Italia ha dominado la vida política de la península italiana durante siglos. A menudo, en el interior de cada estado italiano, esta rivalidad ha adquirido una dimensión de conflicto civil. Se trata de las luchas entre güelfos (partidarios del papa) y gibelinos (partidarios del emperador).

Fallece Pedro NOLASCO.