GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS (1618-1648)

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La sucesión del Ducado de Mantua, con la intervención militar hispánica contra el pretendiente duque de Nevers, reabre el conflicto hispanofrancés.


La sucesión del Ducado de Mantua, con la intervención militar hispánica contra el pretendiente duque de Nevers, reabre el conflicto hispanofrancés. En esta ocasión, los franceses llegan hasta las puertas de Milán, y los hispanos pierden su principal caudillo militar en la zona, el general Spinola.

Los daneses entran de nuevo en la Guerra de los Treinta Años. Son derrotados en la batalla de Wolgast.


Los daneses entran de nuevo en la Guerra de los Treinta Años, pero también de nuevo son derrotados en la batalla de Wolgast.

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FERNANDO II -emperador del SIRG, promulga EN 1629 el Edicto de Restitución.


FERNANDO II -emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, promulga -en 1629- el Edicto de Restitución, no sólo haciendo forzosa la devolución de las tierras secularizadas por los protestantes desde 1552, sino deponiendo de sus cargos a los calvinistas, medida que supone una recatolización del norte de Alemania y que inmediatamente provoca la respuesta de los Estados protestantes.

Finaliza la segunda fase de la Guerra de los Treinta Años.


CRISTIÁN IV de Dinamarca pierde, batalla tras batalla, ante Tilly y WALLENSTEIN, hasta que en la fecha, se muestra satisfecho de poder acordar la paz – la “Paz de Lübeck”- aun al precio de ceder el Holstein. Así finaliza la segunda fase de la Guerra de los Treinta Años. En este momento, todo parece favorable para Austria. FERNANDO, firme en su trono imperial, vuelve a ejercer el poder supremo en Bohemia. Los Estados protestantes de Alemania están derrotados en toda regla o mantienen una temerosa neutralidad. No parece, pues, muy difícil limpiar el Imperio de protestantes y devolverlo al seno del catolicismo. Y de hecho, con el Edicto de Restitución, promulgado en el mes de marzo, ha empezado la desarticulación de las congregaciones y el culto protestante.

Brandeburgo y Prusia son apetecidas por las potencias contendientes en la Guerra de los Treinta Años.


Durante la Guerra de los Treinta Años, JORGE GUILLERMO I trata de mantenerse neutral entre las fuerzas católicas romanas del Sacro Imperio Romano y los principados protestantes. Como su hermana María Leonor de Brandeburgo era reina de Suecia, JORGE GUILLERMO tiene que maniobrar entre las peticiones de ayuda de su cuñado protestante GUSTAVO II ADOLFO de Suecia y sus propios consejeros protestantes, por un lado, y su canciller católico el conde Adam von Schwarzenberg, por el otro. Pero los estratégicos territorios de Brandeburgo y Prusia provocan las apetencias de las potencias contendientes en la Guerra de los Treinta Años, y Jorge GUILLERMO I ve como sus estados son invadidos, en la fecha, por las tropas imperiales (FERNANDO II de Habsburgo), dirigidas por Alberto WALLENSTEIN. El elector pide ayuda a su cuñado, el ?valeroso rey GUSTAVO II ADOLFO de Suecia. Ahora, éste a cambio de ayuda, reclama los puertos de Pomerania y la mano del príncipe heredero Federico Guillermo para su hija y heredera Cristina. Tropas protestantes y católicas por igual queman y saquean la región.

FERNANDO II pretende transformar la dignidad imperial en un poder absoluto y hereditario.


El emperador del SIRG, FERNANDO II, está claro que pretende transformar la dignidad imperial en un poder monárquico absoluto y hereditario. Por encima de estos objetivos concretos pretende la Dominación universal de la Casa de Austria de acuerdo con los Habsburgo de Madrid. Los príncipes alemanes y las potencias europeas cada vez toman más conciencia de ello. Los príncipes católicos alemanes, aun deseando el triunfo de la Iglesia Católica, se oponen a la hegemonía de los Habsburgo. Por otra parte, están preocupados por la creciente influencia de OLIVARES en la corte de Viena y por las intrigas de WALLENSTEIN, que saquea las tierras católicas y protestantes indistintamente con la excusa de aplicar el edicto de Restitución.

Paz de Cherasco donde se puede intuir algún síntoma del futuro cambio en el equilibrio europeo.


Francia todavía no ha tomado parte en la Guerra de los Treinta Años, nada más que colateralmente, como incitando al rey danés y a los príncipes de la Unión a que intervengan, sembrando la discordia entre el emperador y la Liga o provocando la insurrección de territorios dependientes de los Habsburgo, dada su enemistad con ellos. Así, RICHELIEU, a su llegada al poder, continúa una política intervencionista y anti-Habsburgo. Francia, pues, decide no intervenir todavía directamente en la contienda, sino que prefiere apoyar a un nuevo participante que haga frente a los Habsburgo. Este será Suecia.

Intento de elección de FERNANDO, hijo del emperador del SIRG FERNANDO II, como Rey de Romanos.


El emperador del SIRG, FERNANDO II, convoca en 1630 una asamblea de electores sólo católicos en Ratisbona para que se nombre Rey de Romanos (o sea, sucesor en el trono del emperador) a su hijo mayor FERNANDO. Los enviados de RICHELIEU a la dieta, explotan hábilmente el descontento de los electores católicos, especialmente de MAXIMILIANO de Baviera, hacia el emperador. Éstos exigen la destitución de WALLENSTEIN -caudillo mercenario al servicio del emperador FERNANDO II contra los rebeldes protestantes y la intervención de sus aliados suecos y daneses- y la disolución de su ejército. Pero, después que el emperador da su conformidad, se niegan a elegir a su hijo como Rey de Romanos.