En la numerosa comunidad mozárabe de Córdoba surgen dos fundamentalistas, el obispo EULOGIO y el escritor ÁLVARO, que comprueban día a día, consternados, la creciente islamización de la sociedad. EULOGIO y ÁLVARO no pueden consentir tal cosa, así que consiguen que trece aspirantes al martirio, se presenten ante la autoridad islámica para insultar a MAHOMA. Es un modo expeditivo de buscar el martirio puesto que en el islam la blasfemia está castigada con la muerte. Ocurre lo que tiene que ocurrir: las autoridades religiosas dictan sentencia y los blasfemos, en la fecha, son ejecutados. Al olor del martirio, el fundamentalismo cristiano crece y nuevos aspirantes a mártires dan en presentarse ante los jueces. Como este movimiento crea un problema de orden público y envenena las relaciones entre las dos comunidades, el propio ABDERRAMÁN II ha de tomar cartas en el asunto y solicita la convocatoria de un Concilio en Toledo, sede de la máxima autoridad religiosa cristiana. Recafredo, obispo de Córdoba, no está de acuerdo con estas provocaciones y convoca el Concilio.
CONCILIOS Y SÍNODOS DIVERSOS DE LA IGLESIA CATÓLICA
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Los Obispos prohiben a los fieles que provoquen a los musulmanes buscando el martirio voluntario.
En el Concilio que en la fecha se celebra en Córdoba a instancias del propio ABDERRAMÁN II, los Obispos prohiben a los fieles que provoquen a los musulmanes buscando el martirio voluntario. Pero no servirá de nada.
Sínodo de Quiercy en el que se aprueba la existencia de una sola predestinación.
Sínodo de Quiercy en el que se aprueba la existencia de una sola predestinación, que Dios quiere que todos se salven y que Cristo murió por todos los hombres. Aún se mantendrá viva la controversia sobre la predestinación que ha iniciado Godescalco, lo que dará lugar a nuevos Sínodos: Valence (855) y Langres (859)
BARDAS, obliga al patriarca de Constantinopla, IGNACIO, a dejar el cargo. Es nombrado FOCIO.
Ofendido BARDAS -ministro bizantino, tío del emperador- por los reproches con que el patriarca de Constantinopla IGNACIO fustiga su mala conducta, consigue del emperador MIGUEL III que sea obligado a dejar su cargo. En su lugar es elegido, en la fecha, FOCIO (858-867) que es secretario de Estado; el hombre más sabio de todo el Oriente; espíritu verdaderamente enciclopédico. Es un gran político, muy hábil y de mucha astucia. Para todos los que añoran un cristianismo más flexible, FOCIO es el patriarca ideal. Como en el momento de su elección es un simple laico, en cinco días recibe todas las órdenes de manos del arzobispo de Siracusa, Gregorio ASBESTAS, que ha sido anteriormente excomulgado por el patriarca IGNACIO. Muchos de los partidarios de IGNACIO, sobre todo los monjes, no están conformes con su abdicación ni con la nueva política eclesiástica de FOCIO. Los defensores de IGNACIO reúnen un sínodo, mientras que lo mismo hacen los partidarios de FOCIO cruzándose diversas excomuniones. IGNACIO se ve obligado a llevar la cuestión a Roma.
FOCIO niega la primacía del Obispo de Roma. Esto ya es el cisma.
Al anexionar la Iglesia romana los territorios de Bulgaria, los bizantinos se indignan y FOCIO rompe la comunión con Roma. En una carta dirigida, en la fecha, a los tres patriarcas de Oriente FOCIO lanza graves acusaciones contra los latinos, sobre las costumbres eclesiásticas introducidas entre los búlgaros y sobre sus doctrinas heréticas acerca de la procesión del Espíritu Santo (Filioque). Niega la primacía del Obispo de Roma, alegando, que, puesto que los emperadores residen en Constantinopla, la sede primada es la suya.
Para afianzar su nombramiento el emperador CARLOS el Calvo convoca un concilio de obispos de Galia.
Para afianzar su nombramiento el emperador CARLOS el Calvo convoca en Ponthion (junio-julio de 876) un concilio de obispos de Galia. Los deseos de unificar el Imperio Carolingio no pueden llevarse a cabo tanto por presiones internas como externas.
Se reúne un sínodo en Constantinopla (sínodo fociano), en el cual se borran las condenas contra FOCIO.
Se reúne un sínodo en Constantinopla (sínodo fociano), en el cual se borran las antiguas condenas contra FOCIO. Este, por su parte, acepta las reconvenciones que le hace el Papa JUAN VIII.
Al ser reconocido como patriarca de Constantinopla por todo el Oriente, el Concilio de Constantinopla (869-870) es repudiado, y considerado, por los orientales, como ecuménico el sínodo fociano del año 879. JUAN VIII reconoce a FOCIO, y lo mismo harán sus sucesores, a pesar de que el patriarca, en su «Mystagogia Spiritus Sancti» emprende de nuevo la polémica con los latinos.
JUAN IX -papa- Monje benedictino. Su breve pontificado coincide con un período de paz.
JUAN IX -papa- (18.1.898 -5.1.900). Abad de un monasterio benedictino, JUAN es elegido papa con el apoyo de LAMBERTO de Spoleto lo que le permite vencer al otro candidato que opta a la elección, Sergio que será excomulgado y expulsado de la ciudad, lo cual no le impedirá, años más tarde acceder al trono pontificio como Sergio III. Su breve pontificado coincide con un período de paz, por lo que puede atender cuestiones eclesiales. JUAN IX defiende los derechos de la Iglesia e intenta extirpar de su seno la injusticia y la corrupción. Será llamado «el Pacificador”. Asimismo prohibirá la costumbre de saquear los palacios de los obispos o del Papa tras su muerte. Declarará inválida la consagración de ARNULFO como emperador y coronará, en su lugar, a su protector LAMBERTO.
JUAN IX convoca un concilio en Rávena para fijar las normas de la elección papal.
JUAN IX convoca un concilio en Rávena para fijar las normas de la elección papal, en un intento por asegurar la libertad de los electores; ordena que la ceremonia de consagración de los pontífices se realice en presencia de los legados del emperador, del Senado y del pueblo romano, estableciéndose también que sólo los miembros del clero romano pueden ser candidatos.
Concilio de Barcelona, en el que se halla presente, entre otros, el conde Guifré Borrell.
Concilio de Barcelona, en el que se hallan presentes el conde BORRELL I, el metropolitano de Narbona, Arnust (897-911) y los obispos Servus Dei de Girona, Nantigís de Urgell, Idalguer (Idalcario) de Vic, Teutari de Barcelona (¿Teodorico?) y Reinard de Cavaillon (de Provenza)(906-16).

