DIONISIO -papa- (22.7.259-26.12.268). Alrededor de un año ha estado vacante la sede pontificia a causa de las terribles persecuciones, hasta que el presbítero griego DIONISIO es elegido para suceder al papa mártir Sixto II. Se verá obligado a reorganizar la Iglesia tras los estragos de la persecución de VALERIANO y a solucionar los problemas ocasionados por la política eclesial de GALIENO.
CONCILIOS Y SÍNODOS DIVERSOS DE LA IGLESIA CATÓLICA
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Concilio en Roma que ratificará las tesis del pontífice y cuyas conclusiones serán acatadas sin reservas.
El papa DIONISIO polemizará con el obispo de Alejandría asimismo llamado DIONISIO -la «polémica de los dos Dionisios»- sobre el dogma de la Santísima Trinidad, reuniendo un concilio en Roma que ratificará las tesis del pontífice y cuyas conclusiones serán acatadas sin reservas por el obispo de Alejandría, que así contribuirá a afirmar la unidad de la Iglesia.
Concilio en Roma contra Sabelio (monarquianismo y patripasianismo)
Concilio en Roma contra Sabelio (monarquianismo y patripasianismo)
El adopcionismo vuelve a ser resucitado, en una versión más refinada, por PABLO de Samosata.
Andando el tiempo, a medida que el cristianismo prende en las capas superiores del Imperio romano, va imponiéndose como doctrina el encarnacionismo, según la cual Jesús desde siempre había sido Hijo de Dios (concretamente la Segunda Persona de Dios). El adopcionismo es progresivamente arrinconado, a pesar de que teológicamente el encarnacionismo plantea una serie de dificultades que el adopcionismo no (la mayor de ella: reconocer la existencia de varias personas divinas, y al mismo tiempo profesar el monoteísmo). A lo largo de las llamadas disputas cristológicas, el adopcionismo vuelve a ser resucitado, en una versión más refinada, por PABLO de Samosata (en el Siglo III), y por su discípulo ARRIO. En su predicación negaba, bastante claramente, el dogma de la Trinidad y de la divinidad de Cristo. Esto indujo a los obispos de las sedes cercanas a examinar a fondo la posición de Pablo. Un primer sínodo, realizado el 264, llamó al obispo a disculparse de las graves acusaciones de herejía hechas contra él. PABLO tergiversó, fingió ceder, pero no tuvo en cuenta las admoniciones y sus promesas de atenerse más decididamente a la ortodoxia.
Del 264 al 269 se celebran diversos Concilios en Alejandría contra Pablo de Samosata.
Del 264 al 269 se celebran diversos Concilios en Alejandría contra Pablo de Samosata.
Condenación de PABLO de Samosata sustentador de la tesis de que Cristo es sólo un hombre ordinario.
Los obispos, reunidos en un segundo sínodo, en 268, invitan a PABLO de Samosata a una exposición completa de su pensamiento. Así se origina una discusión entre PABLO y el presbítero MALQUIÓN, doctísimo defensor de la ortodoxia. MALQUIÓN? logra confutar las teorías de PABLO y le obliga a admitir su error. El tercero de estos sínodos -también en 268- excomulga a PABLO, lo declara depuesto de su cargo y hace conocer a toda la Iglesia cuanto ha sucedido por medio de una carta encíclica. PABLO no reconoce el decreto del concilio ni el nombramiento de Domno para ocupar su sillón. Curiosamente, sin embargo, el concilio condena la palabra Homoousios (consustancial) por el hecho de que la emplea PABLO, término que, posteriormente, será esencial en la lucha contra el arrianismo.
Fallece el Papa FÉLIX I. Se ignora la causa de su muerte.
Fallece el Papa FÉLIX I. Se ignora la causa de su muerte, aunque en un fragmento de las actas del Concilio de Efeso, que se conserva en la actualidad, se da a FÉLIX, el título de mártir.
Concilio de Sinuessa en el que el Papa MARCELINO es acusado de apostasía por los donatistas.
Concilio de Sinuessa en el que el Papa MARCELINO es acusado de apostasía. En efecto, MARCELINO es acusado por los donatistas de haber ofrecido -en mayo de este año- sacrificios e incienso a los dioses paganos y de haber entregado los libros sagrados a las autoridades romanas. Estas acusaciones serán rebatidas por AGUSTÍN de Hipona, pero aunque la historia de su defección se ha puesto en entredicho, las pruebas son bastante convincentes. Documentos fiables tratarán la historia como un hecho constatado, aunque tratarán de presentarlo favorablemente, en especial afirmando de él que se arrepintió de inmediato, se desdijo y murió mártir. Los presbíteros Marcelo, Melquiades y Silvestre -que serán también papas- hacen lo mismo. En los años posteriores, los donatistas utilizarán estos hechos a favor de su tesis.
Es declarado nulo el ordenamiento de Cecilio, obispo de Cartago.
En el año 311, unos ochenta obispos de Numidia -(Concilio de Cartago)- declaran nulo el ordenamiento de CECILIO, obispo de Cartago, con el argumento de que la ceremonia ha sido presidida por un obispo «traditor», que había entregado libros sagrados para que fuesen quemados por los perseguidores oficiales. Eligen a otro obispo -MAYORINO- influenciados por los sobornos de Lucila, una acaudalada matrona enemistada con CECILIANO.- en el lugar de CECILIO. Pero, como señalará el propio CECILIO, muchos de los ochenta obispos a su vez habían sido «traditores». Por ello se niega a renunciar.
La paz de la Iglesia en el 313 marca el comienzo de la «Iglesia constantiniana».
La paz de la Iglesia en el 313 marca el comienzo de la llamada «Iglesia constantiniana». Con esta expresión se entiende un nuevo modo de relaciones entre la Iglesia y la sociedad: la Iglesia se integra en un Estado que poco a poco se irá cristianizando. Por otra parte, a veces se usa equivocadamente el término «constantiniano» para significar un tiempo o una época en que el catolicismo es religión del Estado o protegido por él. Ello no es cierto; quien erigirá al cristianismo como religión oficial del Estado será Teodosio I el Grande (379-395), ya que CONSTANTINO y LICINIO se limitan únicamente a prohibir que se persigan a los cristianos ofreciendo libertad de culto. De ahí se seguirán, sin embargo, múltiples interferencias. El Estado intervendrá en la vida de la Iglesia y esperará de ella un apoyo ideológico. El emperador tratará de regular los conflictos doctrinales que perturban el orden público y tomará la iniciativa en la convocatoria de los concilios. Al mismo tiempo, la Iglesia obtiene del Estado ventajas económicas, materiales y jurídicas. Cuenta con el emperador para luchar contra la herejía y el paganismo.