MANUEL AZAÑA (Jefe de gobierno / Presidente de la II República Española)

Total de piezas: 46

Niceto Alcalá ZAMORA, primer presidente de la República española, es destituido por las nuevas Cortes .


Niceto Alcalá ZAMORA, primer presidente de la República española, es destituido. Las Cortes aprueban esta resolución por 238 votos a favor y 5 en contra. La innecesaria disolución del Parlamento antes de las elecciones de febrero es el argumento que defienden personalidades del Frente Popular tan significativas como Indalecio PRIETO, Casares Quiroga o el propio AZAÑA, y está penada con la destitución según el artículo 81 de la Constitución. Se le acusa de haber disuelto el Parlamento de acuerdo con Portela VALLADARES, sin comparecer ante la Asamblea. Diego MARTÍNEZ BARRIO es nombrado presidente interino. Niceto Alcalá ZAMORA, decepcionado, abandona el país y se traslada a Francia. Las lamentaciones posteriores del expresidente de la República no cambiarán en absoluto el juicio que merece por su responsabilidad en todo lo sucedido durante estos años.

Con la destitución de Alcalá ZAMORA se ahondarán aún más las diferencias entre derechas e izquierdas.


La votación en las Cortes para expulsar a Niceto ALCALÁ ZAMORA de la Presidencia de la República, ha sido una maniobra orquestada por los socialistas y liderada por Manuel AZAÑA e Indalecio PRIETO. Resulta paradójico que quien ahora ostenta la mayoría parlamentaria y pide la destitución, ha estado pidiendo desde años atrás, cuando estaba en la oposición, precisamente la disolución de las Cortes, y ahora quiere la expulsión de quien las ha disuelto, alegando que lo ha hecho arbitrariamente. Con la destitución de Alcalá ZAMORA se van a ahondar aún más las diferencias entre derechas e izquierdas, lo que impedirá en adelante cualquier tipo de alianza para frenar las discrepancias que imperan en España. Diego Martínez Barrio asume la presidencia interina.

En el Ejército español se comienza a vigilar a algunos militares sospechosos.


En el Ejército español se realizan diversos cambios y traslados y las autoridades gubernativas, alertadas por militares republicanos, comienzan a vigilar a algunos militares sospechosos. El general FRANCO cesa como jefe del Estado Mayor Central y pasa a la Comandancia Militar de Canarias. El general GODED es destinado a Baleares. El general MOLA cesa como Jefe Superior del Ejército en Marruecos y es enviado a Pamplona, siendo sustituido por el general Gómez Morato. AZAÑA busca con estos cambios alejar y dispersar a aquellos militares a quienes considera menos afines al nuevo Gobierno.

Se anuncia la revolución LARGO CABALLERO, líder socialista que es exaltado como el Lenin español.


Cunde en el ánimo de los españoles, la idea de que la democracia republicana no es ya un cambio posible para una legítima alternativa de gobierno. Que no hay otra salida que la rebelión abierta, contra el caos y el desgobierno de Manuel AZAÑA, que, a pesar de su buenas intenciones es incapaz de atajar el desorden público y la preponderancia, en la calle, de las violentas escuadras animadas por el PSOE y el PCE. Se anuncia la revolución LARGO CABALLERO, líder socialista que es exaltado como el Lenin español.

Destituido Alcalá Zamora como Presidente de la Segunda República española, es elegido Manuel AZAÑA.


Tras la destitución de Niceto ALCALÁ ZAMORA como Presidente de la Segunda República española, los compromisarios reunidos en esta fecha en el palacio de Cristal eligen por por 754 votos a favor y 88 en blanco, procedentes de la CEDA, a Manuel AZAÑA que hasta este momento ha sido Jefe de Gobierno. Es una hábil maniobra socialista -y, en general, de toda la izquierda “dura”- para desembarazarse de un hombre, AZAÑA, en quien no pueden confiar plenamente, quizá porque, siendo antes intelectual que político, es de reacciones imprevisibles e imposible de atar a la disciplina de un partido o, incluso, de una ideología.

AZAÑA ofrece la jefatura del Gobierno a Indalecio PRIETO.


AZAÑA ofrece la jefatura del Gobierno a Indalecio PRIETO. Pero tras la renuncia de éste, a quien el grupo parlamentario socialista le impide aceptar el cargo, AZAÑA encarga la formación de un nuevo Gabinete a Casares QUIROGA (13/5/1936-19/7/1936), miembro de la ORGA y ministro de Gobernación en octubre y diciembre de 1931. En este Gobierno participará una mayoría de Izquierda Republicana (el partido de AZAÑA), Unión Republicana y Esquerra Catalana. Casares QUIROGA, ante la crispación de actitudes de izquierdas y derechas enfrentadas, se revelará inepto para el ejercicio del Ejecutivo. España, desgraciadamente, se desliza hacia un enfrentamiento civil.

Esta pieza también aparece en ... SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (14/04/1931-01/04/1939)

Martínez BARRIO dimite. Manuel AZAÑA, nombra presidente del Gobierno a José GIRAL Pereira.


Ante los infructuosos intentos de Martínez BARRIO de consolidar el Gobierno, el presidente de la República, Manuel AZAÑA, nombra presidente del Gobierno a José GIRAL Pereira (actual Ministro de Marina), de Izquierda Republicana, y le encarga la formación de un nuevo Gabinete (20/7/1936-5/9/1936) (XXII Gobierno de la República). El Gabinete adopta dos medidas de primer orden: entregar armas a las milicias populares, integradas principalmente por sindicalistas, y solicitar la ayuda del Gobierno del Frente Popular francés, encabezado por León Blum, que envía armamento y algunos aviones.

Manuel AZAÑA encarga la formación de un nuevo gabinete a Francisco Largo CABALLERO.


El presidente del Gobierno de la República, José GIRAL Pereira, no puede impedir que continúe la sublevación. Enfrentado a un movimiento militar en las peores circunstancias, no consigue tener el apoyo de los partidos políticos obreros. Por eso, toma la decisión de presentar su dimisión al Presidente de la República española, Manuel AZAÑA. Éste encarga, el 4 de septiembre de 1936, la formación de un nuevo gabinete a Francisco LARGO CABALLERO, en el que participan socialistas, comunistas, gentes de Izquierda Republicana, Unión Republicana, Esquerra Republicana y del Partido Nacionalista Vasco (PNV) (4/9/1936-18/5/1937). Adopta algunas medidas ineludibles para afrontar la guerra, como la militarización de las milicias voluntarias, que, bajo la dirección de Vicente Rojo y del general Miaja, conseguirán frenar el avance rebelde sobre Madrid.

Manuel AZAÑA, presidente de la República de España, decide instalarse en Valencia.


Manuel AZAÑA, presidente de la República de España, decide abandonar Madrid ante el empuje nacional, resolviendo instalarse en Valencia. Pero se dispone que el presidente de la República -Manuel AZAÑA- resida, no en Valencia como es lo lógico, sino en Barcelona (en Montserrat). Se dice que por deferencia a los catalanes pero, en realidad, se trata de otra maniobra más de los socialistas, mayoritarios en el gobierno, para mantener alejado y neutralizado a un hombre en quien no confían. Por haber estado alejado de los centros de decisión y de lucha, pero también por su carácter y, quizá, porque así lo quería íntimamente, la participación del presidente de la República en la guerra en que se juega la pervivencia de ella es nula.

Madrid es asediado. Largo Caballero toma la decisión de trasladar el Gobierno de la República a Valencia.


La población de Madrid, decidida y enardecida, está convencida de que los franquistas no pasarán. Pero Largo CABALLERO mejor informado y menos confiado, considera que poco es lo que se puede hacer desde el interior de una ciudad asediada, por lo que el 6 de noviembre, toma la decisión de trasladar el Gobierno de la República a Valencia. Rápidamente los principales ministros y funcionarios comienzan el traslado. La decisión no tiene igual acogida en todos los sectores; la CNT, por ejemplo, es muy crítica con la medida por considerar que supone dejar abandonado Madrid a su suerte y que afectará de forma importante a la moral de los combatientes republicanos. El gobierno republicano que se ha desplazado a Valencia ha dejado encargado al general MIAJA la defensa de la capital. MIAJA está auxiliado por una Junta de Defensa en la que predominan los comunistas. La capital de España resistirá hasta el final de la guerra.