DOGMAS y DOCTRINA DE LA IGLESIA CATÓLICA

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Los cristianos consagran como día de descanso y culto el primer día de la semana.


La consagración como día de descanso y culto del primer día de la semana, propio de los discípulos de Jesús se produce desde época muy primitiva del s. I. Los primeros cristianos de origen gentil no guardaban los días propios del judaísmo (Gál 4,10; Col 2,16). Sus reuniones tenían lugar en domingo en lugar de en sábado (Hech 20,7) y en ellas realizaban las colectas destinadas a la beneficencia (I Cor 16,2). Pero el inicio de esta costumbre debe buscarse ya en los propios judeo-cristianos (Jn 20,19 y 26) que, como seguidores de JESÚS el mesías optaban por reunirse precisamente en un día que no interfiriera con el culto sinagogal. En ello influyó muy posiblemente también una serie de hechos relacionados con el domingo. En ese día había resucitado Jesús (Jn 20,1) y se había aparecido por primera vez a los apóstoles comiendo con ellos (Luc 24,36-49; Jn 20,26ss). Asimismo fue en domingo cuando se recibió el Espíritu Santo en Pentecostés (Hech 2,1 ss), etc. En una fecha tan temprana como los años sesenta del s. I, la expresión «día del Señor» ya iba referida, incluso en un contexto judeo-cristiano, al domingo (Apocalipsis 1,10). Para finales del s. I (Didajé XIV; Ignacio, Epístola a los magnesios IX; etc.), ya resultará obvio que el sábado es el día sagrado de los judíos, mientras que el de los cristianos es el domingo. En cuanto a las fuentes contenidas en el Talmud, suelen acusar a los judeo-cristianos de la consideración del domingo como día sagrado.

El término «católico» aparece en una carta de Ignacio de Antioquía, dirigida a la iglesia de Esmirna.


El adjetivo «católica» referente a la Iglesia aparece en la literatura Cristiana con IGNACIO de Antioquía (discípulo de San Juan), por el año 110 (Recordemos que la literatura recoge la tradición oral que le precede). En su carta Ad Smyr (A los esmirniotas 8:2) dice: «Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la iglesia católica». Los estudiosos discuten si «católico» en este contexto significa «universal» o «verdadera/auténtica.» La mayoría de los estudiosos favorecen el primer significado, bajo el razonamiento de que así como el Obispo preside la Iglesia local, asimismo Cristo preside la Iglesia universal. De hecho, la universalidad de la Iglesia proviene del mandato de Jesús a sus Apóstoles: «Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura» (Mc 16;15). Jesús fundó una Iglesia para que fuese universal. Para que reuniese en su seno a toda la humanidad. Durante las persecuciones, desde los primeros siglos, cuando preguntaban a los cristianos a qué iglesia pertenecían decían «a la católica». La Iglesia desde sus comienzos se ha llamado «cristiana» y «católica» indistintamente.

La eucaristía se reviste de mayor aparato por la suntuosidad de los edificios, las basílicas, las vestiduras…


La eucaristía se reviste cada vez de mayor aparato por la suntuosidad de los edificios, las basílicas, las vestiduras y los objetos litúrgicos. Se multiplican las lecturas, las procesiones y los sermones. En Occidente se empieza a adquirir poco a poco la costumbre de la eucaristía diaria, mientras que en Oriente los usos varían.

DÁMASO I es elegido Papa. Se clarificará definitivamente el dogma de la Santísima Trinidad


DAMASO I es elegido Papa (1.10.366-11.12.384) por los seguidores del fallecido Liberio. Según el historiador Amiano, después de esta batalla electoral, en una iglesia serán hallados 137 cadáveres -el lugar es el asiento de la actual Santa María Maggiore- . Cosas así suceden, pues una vez que ocupan el cargo, los obispos de Roma, se ven liberados de las preocupaciones monetarias, enriquecidos con las ofrendas de las mujeres casadas, viajando en carruajes, vistiendo espléndidamente, comiendo con lujo -sus banquetes son mejores que los imperiales-. DÁMASO se convierte en el defensor de la ortodoxia. Con este pontífice -de 62 años de edad- se inicia una época de esplendor intelectual en la Iglesia. De origen español, Dámaso contará con un grupo excepcional de teólogos y pensadores, por ejemplo: JUAN CRISÓSTOMO, teólogo y pensador, es un excelente predicador, casi toda su obra está compuesta de discursos, de ahí su sobrenombre «Pico, o boca, de Oro» (que eso significa «crisóstomo» en griego). En tiempo de este papa se clarificará definitivamente el dogma de la Santísima Trinidad (en contra de lo que afirman los arrianos).

Fallece, en la fecha, CIRILO de Jerusalén.


Fallece, en la fecha, CIRILO de Jerusalén. Fue autor de 24 Instrucciones catequéticas. En relación con la Eucaristía, CIRILO fue el primer teólogo que explicó la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo como consecuencia de un cambio de substancias en los elementos.

IV Concilio ecuménico en Calcedonia a orillas del Bósforo.


Habiendo sido detenido el empuje de los hunos de ATILA, la emperatriz PULQUERIA influye para que el emperador MARCIANO convoque ahora un nuevo Concilio Ecuménico. En efecto, el Concilio se reúne en Oriente, en Calcedonia (IV Concilio Ecuménico) a orillas del Bósforo. El Papa LEÓN I es invitado a que presida el Concilio. LEÓN I no puede desplazarse por la invasión de los hunos. El obispo de Roma envía tres legados. Es la primera vez que el obispo de Roma preside un concilio ecuménico. Más tarde se convertirá en la condición requerida para que un concilio sea reconocido como ecuménico. La carta del papa LEÓN I, traza claramente y para siempre, la doctrina ortodoxa: «Creemos firmemente en un Cristo único, en el cual hay dos naturalezas, no confundidas, no transformadas, no divididas, porque la unión de las naturalezas no ha quitado la diferencia en cuanto que cada una de ellas ha conservado sus respectivas propiedades y se ha unido con la otra en una única Persona y en una única hipóstasis». Los padres conciliares saludan las conclusiones proclamando: «¡Ésta es la fe de nuestros padres!» «¡Pedro ha hablado por boca de León!”

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El Concilio Ecuménico de Calcedonia es famoso por las importantísimas decisiones dogmáticas tomadas.


El Concilio Ecuménico de Calcedonia, que finaliza en la fecha, será famoso no sólo por las importantísimas decisiones dogmáticas tomadas, sino también, por la cantidad de sus participantes: 630 obispos -cifra que no se superará hasta 1870 (Concilio Vaticano I)- lo que da una idea del gran interés que ha suscitado. Este Concilio invalida el de Éfeso de 8/449 y condena definitivamente las doctrinas del monofisismo de EUTIQUES formulando el dogma de las dos naturalezas en Cristo y deponiendo a DIÓSCORO, obispo de Alejandría. Quedan, pues, aceptadas definitivamente las tesis de LEÓN Magno. No todos los monofisitas aceptan las decisiones del Concilio de Calcedonia. Por otra parte, el Concilio de Calcedonia somete a los monjes a la vigilancia de los obispos. Esta disposición se repetirá en algunos sínodos posteriores, v. gr., en el de Aquisgrán (802). El emperador MARCIANO aprueba todas las decisiones conciliares. El Papa reconoce solamente las decisiones dogmáticas.

Segundo Concilio de Orange en el que se trata sobre la transmisión del pecado original.


Segundo Concilio de Orange. La doctrina de la Iglesia sobre la transmisión del pecado original ha sido precisada sobre todo en el siglo V, en particular bajo el impulso de la reflexión de S. Agustín contra el pelagianismo pero no es hasta este Segundo Concilio de Orange que la Iglesia se pronuncia sobre este tema. (Posteriormente volverá a hacerlo en el Concilio de Trento de 1546). Pelagio sostenía que el hombre puede por la fuerza natural de su voluntad libre, sin la ayuda necesaria de la gracia de Dios, llevar una vida moralmente buena: así reducía la influencia de la falta de Adán a la de una mal ejemplo.

S.JUAN II -papa-. Es el primer papa de la historia que cambia su nombre original, que era MERCURIO


JUAN II -papa- (2.1.533 – 8.5.535). Romano de origen, es el primer papa de la historia que cambia su nombre original, que era MERCURIO. Su elección se produce dos meses después de la muerte de su predecesor. Este periodo de interregno papal se ha caracterizado por un auge de la simonía fomentada por los distintos aspirantes a suceder al fallecido papa Bonifacio II. El escándalo ha sido tan clamoroso que el asunto ha sido llevado ante el Senado Romano y ante la Corte Ostrogoda de Rávena, dando como resultado un decreto senatorial de condena a la simonía en las elecciones papales y que cuenta con la confirmación del rey godo Atalarico quien además dispone que si una elección disputada es llevada ante la corte en Rávena, deberán pagarse 3000 sólidos a la corte y que dicha cantidad será repartida entre los pobres. Por otra parte, JUAN II aceptará la proposición de los monjes de Scitia quedando afirmado que JESUCRISTO padeció como hombre verdadero. Esta proposición ha sido rechazada previamente por por el papa Hormidas (514-523). (Semejante acción será citada frecuentemente como un ejemplo de una decisión papal que contradice otra de un papa anterior.)

Se celebra del 24/9 al 23/10 de 787 el II Concilio Ecuménico de Nicea (VII Concilio Ecuménico).


Se vuelven a inaugurar las sesiones del Concilio iniciado en 786. Se celebran del 24/9 al 23/10 de 787 en Nicea. Se declara falso y execrable el sínodo de 754 celebrado en Constantinopla. Definitivamente son condenados los iconoclastas y restablecido el culto de las imágenes en las iglesias, con la salvedad de que deben ser veneradas, no adoradas. Así se evitan ambos extremos igualmente presentes en la cultura oriental: la adoración de la imagen como si fuera Dios mismo y por otro lado la destrucción de estas por miedo a la idolatría o por motivos de conveniencia y paz. A pesar de las decisiones de este concilio, la lucha iconoclasta recrudecerá con los emperadores que siguen: LEÓN V, MIGUEL II, y TEÓFILO (842).