CÓRDOBA

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ALFONSO VII entran en Córdoba, pero pronto la abandonan ante la imposibilidad de defender la plaza.


Los éxitos cristianos, la desunión musulmana y el peligro de desembarco de los almohades impulsan a éstos a ofrecer a ALFONSO VII la ciudad de Granada. Los Ándalusíes están dispuestos a todo antes que a soportar una nueva dominación africana. En la fecha, las tropas de ALFONSO VII entran en Córdoba, pero pronto la abandonan ante la imposibilidad de defender la plaza. ALFONSO VII la devuelve a los almorávides.

Lucena, núcleo del saber talmúdico hispanojudío, es arrasada por los almohades.


Lucena, núcleo del saber talmúdico hispanojudío, es arrasada, en la fecha, por los almohades, cuya población, judía, es perseguida de forma implacable y se ha de refugiar en tierras cristianas, fundamentalmente en el Reino de Castilla y en Catalunya.

Esta pieza también aparece en ... IMPERIO DE LOS ALMOHADES (1146-1248)

Los almohades erigen a Sevilla como su capital y se proclaman los nuevos dueños de al-Ándalus. Los almorávides se concentran en las Islas Baleares.


Los almohades están instalados en la Península Ibérica desde 1147. En la fecha erigen a Sevilla como su capital y se proclaman los nuevos dueños de al-Ándalus, obligando a los almorávides a concentrarse en la islas Baleares. Los almohades esgrimen argumentos de pureza y vivificación religiosa parecidos a los de los almorávides. También los almohades, al igual que los almorávides, gobiernan desde Marrakech. Son grandes constructores y también se rodean de los mejores literatos y científicos de la época.

Los almohades terminan por sucumbir ante la dejadez espiritual y el relajamiento de costumbres.


También los almohades, al igual que los almorávides, terminan por sucumbir ante la dejadez espiritual y el relajamiento de costumbres que casi siempre ha caracterizado a al-Ándalus. Los cristianos, mientras tanto, no han dejado de fortalecerse a lo largo de los últimos años.

El califa almohade Al NASIR desembarca en Tarifa y se dirige hacia Castilla.


El califa almohade Al NASIR (cuyo título es el de Amir ul-Muslimin -Príncipe de los creyentes- y que es conocido entre los cristianos como “Miramamolín”), ante las pérdidas sufridas en Jaén (1210) y Murcia (1211) por las expediciones llevadas a cabo por ALFONSO VIII de Castilla, reúne el mayor ejército nunca visto (eso aseguran los cronistas), casi 500.000 hombres, porque está dispuesto a abrevar su caballo en las aguas del Tíber. Es decir, que aspira a conquistar Europa y la propia Roma, la sede pontificia, el corazón de la cristiandad. En la fecha desembarca en Tarifa y se dirige hacia Castilla.

ALFONSO VIII rey de Castilla, ha solicitado una cruzada al papa INOCENCIO III para luchar contra Al-Nasir.


ALFONSO VIII rey de Castilla, ha solicitado una cruzada al papa INOCENCIO III para luchar contra Al-Nasir. El Papa la concede y es predicada por D. Rodrigo, arzobispo de Toledo, a partir de la fecha. ALFONSO IX de León se niega a participar en la cruzada encabezada por ALFONSO VIII de Castilla contra los almohades al denegársele las peticiones que hace en contrapartida. Pese a ello, sí participarán en la misma muchos caballeros leoneses, gallegos y asturianos que lucharán a título personal en la campaña que culminará en las Navas de Tolosa. La negativa de ALFONSO IX a participar se basa en la reclamación a Castilla de unas plazas que considera suyas, plazas que ocupará aprovechando la contienda castellana contra “Miramamolín”.

Las desavenencias con Castilla no impiden que las fuerzas de SANCHO VII de Navarra tomen parte en la batalla de las Navas.


Las desavenencias con Castilla no impiden que, por motivos religiosos, las fuerzas de SANCHO VII de Navarra tomen parte en la batalla de las Navas de forma decisiva. Al ser las primeras que rompen la defensa de la guardia personal de “Miramamolín”, formada por negros encadenados, le harán pasar a la historia con el sobrenombre de el Fuerte e introducirá aquellas cadenas en el escudo de Navarra.

Los vencedores en la batalla de las Navas, toman Baeza y Ubeda dónde efectúan numerosos prisioneros.


Tres días después de la batalla de las Navas, los vencedores toman Baeza y Ubeda dónde efectúan numerosos prisioneros. Después de este fracaso, los almohades no pueden poner resistencia a las huestes cristianas. La derrota de las Navas de Tolosa acelera la descomposición del imperio almohade. El día 23 de julio, los cristianos -posiblemente afectados por una epidemia de disentería- emprenderán el camino de regreso.

El rey de Castilla y León, FERNANDO III el Santo, se entera de que los cristianos se han apoderado de Ajarquía (Córdoba).


Estando en Burgos el rey de Castilla y León, FERNANDO III el Santo, se entera de que los cristianos se han apoderado de Ajarquia, en los suburbios de Córdoba. Aquello motiva la rápida concentración de tropas dispuestas a aprovechar la ocasión para tomar Córdoba. El propio FERNANDO III llega allí con un ejército el 7 de febrero de 1236.