En su camino de regreso de Montpellier, PEDRO II de Aragón ayuda en sus luchas a su hermano ALFONSO II de Provenza e interviene en contra de los albigenses. Ya en su tierra, para hacer frente a los numerosos gastos y la penuria de su tesoro, decide aumentar los impuestos. Este decreto, unido al descontento que causa el tributo y vasallaje a Roma, es origen de movimientos de los ricoshombres, que se enfrentan al rey y que, con el tiempo, tomarán formas más concretas.

Occitania es un espacio cultural, económico y político fundamental. Occitania, en el ámbito cultural es un referente internacional. La lírica se ha desarrollado de forma extraordinaria y el occitano (o la lengua de Oc) es la lengua en la que se escribe en la Europa occidental la poesía de amor. Los poetas occitanos (y provenzales) recorren las cortes europeas. En el ámbito económico, Occitania ofrece elevados rendimientos agrarios, favorecidos por un clima suave, unas tierras fértiles y una amplia disponibilidad de agua. Los ríos Garona y Roine constituyen dos de las principales arterias comerciales de Europa. En un contexto histórico en que el estrecho de Gibraltar está cerrado a la navegación cristiana, el Garona y sus afluentes son la vía más rápida para unir el Mediterráneo (costas de Narbona) y el Atlántico (Burdeos). Por otro lado, el Roine une Marsella y todo el Mediterráneo occidental con el corazón de Europa. (Las ferias de Champanya, el valle del Rin y las tierras flamencas)

La muerte de su hermano Alfonso II de Provenza, hace que PEDRO II de Aragón tenga que encargarse de la tutela de su sobrino RAMON BERENGUER V de Provenza consiguiendo de esta manera, el control efectivo del condado de Provenza.

El conde RAMON VI de Tolosa, viendo el cariz que están tomando los acontecimientos relacionados con los albigenses y temiendo perder sus estados, se somete al legado pontificio, suscribiendo todas las proposiciones que se le presentan y entregando, como prenda de seguridad, siete de sus castillos de Provenza. Con esto, en la fecha, es absuelto de la excomunión.

El concilio celebrado en Avignón con asistencia del episcopado y de los abades de Provenza, vista la actitud pasiva que sigue manteniendo RAMON VI, excomulga de nuevo al conde y, por otra parte, dicta severos decretos disciplinarios, a fin de extirpar las causas u ocasiones de la herejía, declarando que los primeros culpables son los obispos por dejación de sus responsabilidades. (En setiembre de 1210 se celebrará otro concilio en Saint-Gilles en el que también se encontrará culpable a RAMON VI.)

INOCENCIO III dio un impulso decisivo a la consolidación y engrandecimiento de los Estados Pontificios. Sometió definitivamente al estamento municipal romano y privó de poderes al senado de la urbe. Recuperó el pleno dominio de aquellos territorios pertenecientes al patrimonio de San Pedro que el emperador había entregado a mandatarios germánicos, expulsando a los usurpadores de la Romaña, del marquesado de Ancona, del ducado de Spoleto y de las ciudades de Asís y de Sora. Por la fuerza de las armas precedida de la excomunión eclesiástica se incautó de los territorios en litigio que habían constituido las posesiones de la condesa Matilde de Toscana y que, presumiblemente, habían sido legados como herencia a la Santa Sede, pero que permanecían en posesión de vasallos del emperador. De esta forma obtuvo el reconocimiento por parte de las ciudades de Toscana de su soberanía, y con ello el norte de Italia sacudía el dominio germánico y caía bajo la órbita de la autoridad pontificia. Por añadidura, como consecuencia de la cruzada llevada a cabo contra los albigenses en el Mediodía francés, había logrado de Raimundo VI de Tolosa la cesión de siete castillos en la región de Provenza, patrimonio que se incorporó al de la Iglesia

FELIPE II Augusto, rey de Francia, ha afianzado su poder sobre la parte septentrional de su reino derrotando a JUAN I Sin Tierra de Inglaterra y al emperador OTON IV en la batalla de Bouvines que tiene lugar el 27 de julio de 1214, consolidando el poder de la monarquía francesa sobre sus vasallos, además de recuperar Normandía. Pero el sur de Francia permanece semiindependiente y continua con su agradable cultura provenzal, enriquecida por la poesía y los trovadores. También se ha convertido en el hogar de unos reformadores religiosos que se oponen a la corrupción clerical, predican una vida de pobreza y virtud, y creen en la existencia de un principio del mal igual en poder al principio del bien. Estas doctrinas las profesa gran parte de la nobleza meridional, que ven en el anticlericalismo una manera de confiscar las tierras de la Iglesia en su propio beneficio. Los reformadores se llaman valdenses porque siguen las enseñanzas de Pedro VALDO (m. en 1218), y los que creen en la dualidad de principios se llaman albigenses, porque muchos viven en la ciudad de Albi, al sur de Francia.

JAIME I, a la edad de seis años, y su primo Ramón BERENGUER V, conde de Provenza, son internados en el castillo de Monzón, al lado del río Cinca, para ser educados bajo la tutela del maestro del Temple GUILLEM de Montrodon. La lucha de intereses con relación a la figura del joven monarca JAIME I es intensa y peligrosa. Además del regente y de los templarios, existen las presiones internacionales de la Santa Sede y de Francia. Y, por si todo ello no resultara suficiente complicado, existen diversas facciones nobiliarias y eclesiásticas que, tanto en Catalunya como en Aragón, se enfrentan por el poder. Así, durante los tres años de tutela, los templarios entenderán que su objetivo es evitar que el rey JAIME I quede a la merced de los intereses políticos de los señores feudales. JAIME I aprenderá el catalán, que será su lengua más habitual durante toda la vida. Como es costumbre de la época, su formación será básicamente religiosa y militar. JAIME I siempre creerá -y así lo expresará en sus crónicas- que todos los hechos de su vida han estado marcados por la voluntad divina.

Asedio infructuoso por SIMÓN de Monfort de Beauclaire (Provenza). Es la primera victoria occitana ante los cruzados.

La expedición hacia Mallorca, está constituida por 150 naves, que transportan 16.000 soldados y unos 800 jinetes. La representación genovesa y provenzal es bastante importante. La mayor parte de la flota sale el 5 de septiembre de 1229 desde el puerto de Salou, mientras que algunas naves lo hacen desde Cambrils y Tarragona en la misma fecha. La expedición es comandada personalmente por el rey, que viaja a bordo de una nave costeada por su cidad natal (Montpeller). El entusiamo es extraordinario.