Por un Tratado firmado en septiembre de 1254, Apulia pasa a ser propiedad papal.

Canonización de la monja CLARA de Asís.

URBANO IV -papa- (4.9.1261-2.12.1264). Contrariamente a sus antecesores, miembros de familias prominentes, Jacques Pantaleón pertenece a una humilde familia de menestrales franceses. Tras más de tres meses de deliberaciones, es elegido en Viterbo, donde se encuentran los cardenales, convocados por el Papa ALEJANDRO IV para celebrar un concilio. Durante su pontificado, y debido a su enfrentamiento entre güelfos y gibelinos, nunca residirá en Roma, repartiendo su estancia entre las ciudades de Viterbo, Orvieto y Perusa. En Italia, incluidos los Estados pontificios, reina el desorden y la anarquía, por lo que el papado busca un aliado en la monarquía francesa. Así, el dominio de Francia en los asuntos del pontificado empieza ya con URBANO IV, francés de nacimiento. Inmediatamente después de su elección amplía el colegio cardenalicio con el nombramiento de catorce nuevos cardenales, franceses en su mayoría. Este acto, que cabría calificar como nepotismo ya que los elegidos fueron parientes de los cardenales que los habían elegido, es el origen de la existencia de una facción francesa en el seno del Colegio Cardenalicio.

En la política terrenal del papa URBANO IV, figura como objetivo prioritario impedir la expansión gibelina en Italia por lo que conspira para expulsar de Sicilia a los partidarios del emperador alemán a cuya cabeza se encuentra su hijo MANFREDO.  Por ello, el Papa ofrece sucesivamente el trono de Sicilia  a Ricardo de Cornwall, hermano de Enrique III de Inglaterra, a su hijo Edmundo el Jorobado y al rey LUIS IX de Francia para que lo ocupe uno de sus hijos. Ante el rechazo de LUIS IX, realiza el ofrecimiento al hermano de LUIS, CARLOS de Anjou. Sin embargo las negociaciones fracasan debido sobre todo a la intervención del rey PEDRO III de Aragón que además de ser yerno de MANFREDO, es contrario a un aumento de poder de la corona francesa en tierras italianas.

GREGORIO X, en 1273, despide para China a varios religiosos y también a un mercader veneciano, Marco POLO, acompañado de su padre y su tío.

En Italia, la contraofensiva angevina es, en la fecha, de nuevo anulada en el golfo de Nápoles por la victoria naval de ROGER de Lauria. Carlos el Cojo, hijo de CARLOS de Anjou rey de Nápoles, es hecho prisionero.

ENRIQUE VII cruza los Alpes en 1310 y somete temporalmente a Lombardía; es coronado por el pueblo romano, al abandonar Roma durante el Cisma de Aviñón.

La expedición del emperador de Alemania ENRIQUE VII a Italia para someter y apaciguar Milán y Roma acaba provocando la alianza entre el Papa CLEMENTE V y el monarca francés FELIPE IV para evitar que Nápoles caiga en sus manos.

Fallece en Padua, Pietro d’Abano, médico y filósofo italiano. Introdujo en Occidente las teorías de Averroes y expuso sus doctrinas en «Conciliator controversiarum», obra que contiene la primera representación de un hombre musculado. Fue perseguido por la Inquisición medieval por afirmar que algunos milagros podían ser explicados de un modo natural.

Eran muchos los que viajaban en la Edad Media. A pesar de lo que pudiera creerse, los límites y las fronteras estaban bien definidos, y los viajeros disponían de itinerarios preestablecidos con claridad. Los desplazamientos por mar eran frecuentes; así se evitaban los peajes y se podían transportar más mercancías. Las comunicaciones marítimas entre Italia y Flandes se hacen regulares a partir de 1320. Pero el viaje por mar es lento -en el siglo XIV hay que calcular tres meses, incluidas las escalas, para ir de Venecia a Brujas-, mientras que el transporte terrestre ofrece la ventaja de la rapidez. Un carro tirado por una reata, transporta hasta dieciséis personas. Para comerciantes con pocos fardos o gente con prisa, son más ventajosos el carruaje de dos ruedas, más ligero, el mulo o el caballo. Un viajero montado en una cabalgadura suele hacer cuarenta o cincuenta kilómetros diarios. La red de caminos no coincide con la de las calzadas romanas, cuyo trazado respondía a necesidades militares. Es un laberinto de caminos y senderos. Se hace lo posible por mejorarlos: las ciudades construyen puentes, se acondicionan los puertos alpinos, como el Brennero, el Septimer, el San Gotardo, el Gran y el Pequeño San Bernardo, y, por supuesto, el Mont-Cenis, utilizado desde la Antigüedad.ÿ