CAPETOS EN FRANCIA (987-1328)

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Tratado de Tarascón. Se levanta el entredicho a Pedro III. Soberanía de Aragón sobre las Baleares. Sicilia será entregada al Papa.


Las consecuencias favorables de las Cortes Generales celebradas en Monzón en 1289 se ven reflejadas en los resultados: En febrero de 1291 se firma el Tratado de Tarascón o Brignoles por el cual se levanta el entredicho al rey PEDRO III y se revoca la donación papal a favor de CARLOS de Valois y se reconoce la soberanía de la Corona de Aragón sobre las islas Baleares. Por su parte, ALFONSO el Liberal deberá ir a Roma a entregar treinta onzas de oro, deberá peregrinar a Tierra Santa y deberá retirar a sus vasallos de Sicilia, que será entregada al Papa. Pero el tratado no llegará a ponerse en práctica…

Conferencia de Bayona entre los reyes de Castilla y de Francia que renuncia a sus derechos.


Conferencia de Bayona entre los reyes de Castilla y de Francia, renunciando éste último a los derechos de su protegido el de la Cerda.

La falta de acuerdo en el tema de Sicilia distancia de nuevo a Castilla y la Corona de Aragón.


SANCHO IV que no quiere enemistarse con el rey de Francia y con el Papa, adopta, en el tema de Sicilia los razonamientos de éstos y, en unos encuentros en Guadalajara y Logroño y, posteriormente, en la fecha, en la frontera navarra, entre JAIME II el Justo, CARLOS de Anjou y el propio SANCHO IV como mediador, quiere persuadir a JAIME II de que renuncie a Sicilia. La falta de acuerdo distancia de nuevo a Castilla y la Corona de Aragón, preludio de nuevas hostilidades.

El tema de Sicilia empuja a JAIME II el Justo, ya rey de Aragón, a buscar negociaciones directas con CARLOS de Anjou.


El tema de Sicilia empuja a JAIME II el Justo, ya rey de Aragón, a buscar negociaciones directas con CARLOS de Anjou (La Junquera, 1293). En esta reunión, JAIME II anuncia por primera vez su disposición a entregar Sicilia a cambio de adecuadas compensaciones, posiblemente en Córcega y Cerdenya. Los contactos resultan fructíferos y allanan los caminos para la definitiva solución del conflicto de Sicilia.

BONIFACIO VIII -papa- (24.12.1294-11.10.1303).


Es elegido BONIFACIO VIII -papa- (24.12.1294-11.10.1303). Diez días después de la abdicación de Celestino se reune el cónclave que, en un sólo día de deliberaciones elige al cardenal Benedicto Caetani como BONIFACIO VIII. Muchos fieles, a cuyo frente se encuentran los monjes llamados «espirituales», sostienen que la abdicación del anterior papa CELESTINO V es nula y, por lo tanto, BONIFACIO VIII -el cardenal Benedicto Gaetani- es un antipapa. Pero la mayoría del clero está a favor del nuevo papa y pronto se acallan las voces que intentan invalidarlo. Pero surgirá ante el nuevo papa un adversario mucho más temible que los «espirituales»: FELIPE IV el Hermoso, el rey de Francia con una ambición sin límites.

John BALLIOL, se alía con Francia y avanza sobre el sur. La reacción de EDUARDO I es durísima.


John BALLIOL, rey de Escocia, no se mostrará lo suficiente dócil. En 1295 se alía con FELIPE IV de Francia firmando un tratado basado en su mutuo antagonismo hacia Inglaterra, y avanza sobre el sur por lo que la reacción de EDUARDO I, rey de Inglaterra, es terrible. Invade Escocia, saquea? Berwick, ocupa Perth, Stirling y Edimburgo, y se lleva a Westminster la Piedra de Scone, la antigua y venerada piedra donde se corona a los reyes, para emplearla en la coronación de los reyes ingleses. En 1996, el Gobierno Británico decidirá devolver la Piedra a Escocia, con la condición de que volviera a Londres para su uso en futuras coronaciones, por lo que ahora puede ser vista en el Castillo de Edimburgo, junto con las joyas de la corona escocesa. Por otra parte, las estrechas relaciones entre Irlanda y Francia continuarán durante mucho tiempo.

BONIFACIO VIII nada tenía que temer ni de Alemania ni de Italia. Pero de Francia e Inglaterra…


BONIFACIO VIII es un hombre de grandes cualidades personales y muy bien preparado jurídicamente, pero tiene también graves defectos ya que es excesivamente duro y poco político. Por eso no tardará en chocar con FELIPE IV el Hermoso de Francia, con la familia Colonna y con los fanáticos fraticcelli franciscanos. Jacopone da Todi, autor de diversas poesías, emprende una campaña difamatoria contra el Papa pintándolo como un nuevo Lucifer porque ha mandado disolver aquella especie de secta de eremitas surgida dentro de la Orden Franciscana. (fraticcelli). BONIFACIO VIII, al igual que Gregorio VII e Inocencio III, creía en la supremacía del Papa en la Europa cristiana (y en el mundo entero, una vez hubiera aceptado el catolicismo). Los Papas habían derrotado al Sacro Imperio romano, y BONIFACIO VIII nada tenía que temer ni en Alemania ni en Italia. Pero, desgraciadamente para él, hubo de enfrentarse a reyes fuertes en Inglaterra y Francia, los cuales se negaron a satisfacer las pretensiones de supremacía de BONIFACIO.

Reequilibrio entre los reyes de Francia y los Anjou, por un lado, y la Corona de Aragón, por el otro.


Se pretende alcanzar en el Mediterráneo un reequilibrio entre los reyes de Francia y los Anjou, por un lado, y la Corona de Aragón, por el otro. Por otra parte, JAIME II el Justo, rey de la Corona de Aragón, no puede mantener por más tiempo la lucha que tiene abierta en distintos frentes, por lo que decide aceptar -en la fecha- el Tratado de Anagni, proclamado por el papa BONIFACIO VIII y destinado a conseguir aquel reequilibrio. Por este acuerdo, JAIME II se casará con BLANCA, hija de su rival en Sicilia, CARLOS de Nápoles. Por otra parte, JAIME II renunciará a Sicilia que deberá ser entregada al Papa. También se compromete a devolver las Islas Baleares a su tío JAIME II de Mallorca. Por su parte, FELIPE IV el Hermoso, rey de Francia, renunciará a sus pretensiones sobre Aragón. Una cláusula secreta estipula que, a cambio, el papa encomienda al Rey de Aragón la conquista de Córcega y Cerdeña, por lo que Sicilia seguirá estando bajo la influencia catalana. Lógicamente, FEDERICO de Sicilia, hermano menor de JAIME II, está en pleno desacuerdo con los términos de este tratado. Así también la reina madre CONSTANZA.

Para sostener la guerra entre Francia e Inglaterra, ambos países gravan al clero con brutales impuestos.


Para sostener la guerra que enfrenta Francia e Inglaterra, necesitan urgentemente ambos países llenar las arcas del Tesoro, y no se les ocurre nada mejor que gravar al clero con brutales impuestos. El clero, naturalmente, apela al Papa, que es BONIFACIO VIII. Ante sus quejas y lamentaciones, BONIFACIO VIII promulga, en la fecha, la bula “Clericis laicos” por la que se prohibe, con excomunión, pagar los diezmos al rey sin permiso del Papa. Inglaterra y Alemania la acepta. Francia no. El papa amenaza al rey FELIPE IV de Francia con la excomunión si no da marcha atrás. La respuesta del monarca es embargar todo el dinero y objetos preciosos que de Francia salen hacia la Santa Sede con lo cual el Papa no puede percibir las rentas de la Iglesia en Francia. La situación se calma con las explicaciones que el Papa da a su bula. Como símbolo de la paz, es canonizado San Luis de Francia a petición de FELIPE IV.