GALILEO, es perseguido porque su teoría cuestiona la interpretación literal de las Escrituras, pero, sobre todo, porque su método apunta la autonomía del conocimiento científico. Así, pues, como sospechoso de herejía, es obligado a abjurar de sus tesis copernicanas bajo amenaza de tortura (que no llegó a aplicarse). GALILEO lo hace y su declaración le salvará la vida. Pero, claro está, la Tierra se movía en torno al Sol, y ni siquiera el Papa podía cambiar esta realidad. Aunque el Papado ha logrado una victoria a corto plazo sobre GALILEO, esa victoria es pírrica, porque el copernicanismo avanzará hasta lograr su aceptación universal, pese a las condenas de la Iglesia. La fuerza del catolicismo, sin embargo, radica en que la Iglesia aprende de sus equivocaciones. El proceso de Galileo no tarda en demostrarse que ha sido un grave error, y la Iglesia, aun negándose a reconocer su desliz -de momento-, en lo sucesivo se mostrará muy cauta a la hora de oponerse a los hallazgos científicos.

En la fecha, GALILEO es encarcelado en el Palacio Medici. Una semana más tarde es trasladado a Siena donde se aloja en la casa del arzobispo Ascanio Piccolomini, alumno y amigo íntimo de Galileo. Luego estuvo once meses en el convento de S.Mateo de Arcetri con su hija, religiosa, María Celeste. Después volvía a su casa de Florencia donde prosiguió, en el umbral de los setenta años, sus trabajos con un gran brío interior. La frase: «Sin embargo se mueve» es una leyenda. (La Iglesia lo ha reabilitado solemnemente en 1992).

La colonia de Maryland fue fundada en 1634 por Lord Baltimore, para acoger a los católicos perseguidos en Inglaterra. En 1649, el Acta de Tolerancia garantizaba la libertad religiosa en las colonias y muchos protestantes de diversas sectas empezaron a establecerse en Maryland. Pues bien, cuando alcanzaron la mayoría, abolieron el Acta de Tolerancia… respecto a la Iglesia Católica solamente.

En 1637 estalla en la península de Shimabara, al este de Nagasaki (Japón), una gran rebelión cristiana que es brutalmente aplastada y que contribuye a que el shogun (máxima autoridad) decida prohibir la entrada de occidentales en Japón, lo que da inicio a una situacion de aislamiento que sólo se quebrará tres siglos después. Desde este momento, sólo subsistirán en el Japón, pequeñas células de católicos condenados a vivir en la clandestinidad. El Imperio del Sol Naciente (Japón) queda cerrado al comercio con el mundo Occidental desde mediados del siglo XVII hasta mediados del siglo XIX. Los misioneros -jesuitas y dominicos- que tratarán de entrar de tapadillo, serán capturados y ejecutados después de ser torturados.

Fallece el teólogo y obispo holandés Cornelius Otto Jansen. Jansen era católico, pero abominaba de los jesuitas y de la Contrarreforma; en ciertos aspectos su pensamiento estaba teñido de protestantismo. La pugna entre jansenistas y jesuitas dividirá especialmente a Francia, de forma casi tan negativa (aunque sin llegar a la guerra) como la disputa entre hugonotes y católicos. Pascal, el célebre filósofo y matemático, que es jansenista, pasará los últimos días de su vida escribiendo ensayos en defensa de los puntos de vista jansenistas, y su libro Pensées («Pensamientos») será tan brillante como para impresionar a las generaciones sucesivas en la misma medida que sus trabajos matemáticos.

El Gran milagro del Cojo de Calanda (1640) se trata de un hombre a quien le han amputado una pierna. Años después, en la fecha, mientras sueña que visita la basílica de la Virgen del Pilar, la pierna vuelve a su sitio. Es la misma pierna que ha perdido. Miles de personas son testigos y en la pared derecha de la basílica hay un cuadro recordando este milagro.

La abadía de Montserrat se pone del lado de la Diputació durante la Guerra dels Segadors

Inducido por sus parientes, que quieren hacerse con los ducados de Castro y Ronciglione, URBANO VIII entabla una indecorosa guerra contra el señor de estos territorios, el duque de Parma, Odoardo I Farnesio. Tras intentar la quiebra económica del Farnesio mediante la prohibición de la importación a Roma del grano procedente del ducado de Castro, en octubre de 1641, las tropas papales invaden el territorio ducal, a la par que excomulga a Odoardo y le priva nominalmente de todas sus posesiones.

El Papa URBANO VIII condena el jansenismo. Esta herejía toma el nombre del Obispo de Yprés, CorneÍio Jansenio, quien tal vez nunca ha sido consciente de que su libro «Augustinus» contiene serios errores teológicos, aunque no deja de ser sospechoso que no haya querido publicarlo en vida. El jansenismo ha sido llamado «calvinismo católico» y descrito como «la doctrina de San Agustín vista a través de Calvino». Encontramos en él, una vez más, la idea de la absoluta depravación del hombre y de la impotencia de la voluntad humana para obrar el bien, unida a la convicción de que Cristo no ha muerto para salvarnos a todos. El Concilio de Trento ha estimulado la práctica de la comunión frecuente, pero Jansenio enseña que es una recompensa para los justos, no medicina para los pecadores. Es una doctrina rígida y pesimista que el Santo Oficio ha condenado ya en 1641. Pero los jansenistas no se someterán y la herejía revivirá a comienzos del siglo XVIII, extinguiéndose casi por completo tras la muerte de su último epígono, el Cardenal de Noailles.

Ofensiva de un flota holandesa que conquista La Santísima Trinidad y expulsa a los españoles de Taiwán. Durante la presencia española en Taiwán, se ha desarrollado una intensa actividad misionera católica lográndose el bautismo de 5.000 indígenas por medio de una serie de misioneros