MAXIMILIANO I (Archiduque de Austria y Emperador del SIRG 1493-1519)

Total de piezas: 37

JUANA de Castilla y su marido FELIPE el Hermoso son proclamados príncipes de Asturias.


En la fecha, la infanta de Castilla JUANA es proclamada junto a su marido FELIPE el Hermoso de Borgoña, por las Cortes castellanas de Toledo, príncipes de Asturias. El paso siguiente, hacer lo mismo en Aragón, se verá dificultado por la altanería de Felipe. Así, pues, se está preparando para su heredero CARLOS la más vasta herencia jamás vinculada a una corona: España con los inmensos territorios de Ultramar, por parte de su madre JUANA la Loca (Castilla y Aragón); el imperio alemán por parte de su abuelo MAXIMILIANO de Habsburgo; los Países Bajos por parte de su abuela (MARÍA de Borgoña). FELIPE el Hermoso regresa a Flandes, pero JUANA, encinta, no podrá acompañarle y hasta 1504 no se reunirá con su marido. Otra vez se encenderán los celos, menudearán los conflictos con FELIPE y con la gente de palacio. La situación angustia a los Reyes Católicos. FELIPE el Hermoso envía a España una información detallada, firmada por un médico, Martín de Múgica, en la que se hace mención por primera vez de la salud mental de JUANA, aparte de las manifestaciones de celos.

Rattenberg queda definitivamente incorporada al Tirol por MAXIMILIANO I de Austria.


Rattenberg es durante mucho tiempo una ciudad fronteriza que se disputan permanentemente Baviera y Tirol. Y es que Rattenberg está estratégicamente situada en el estrechamiento de una llanura aluvial desde la que se controlaba la carretera y la navegación fluvial. En 1505 queda definitivamente incorporada al Tirol cuando MAXIMILIANO I de Austria anexiona a sus dominios todo el valle bajo del Inn hasta Kufstein. Rattenberg se ha hecho famosa por su cristal tallado y grabado, por lo que recibe el sobrenombre de Glasstadt (ciudad del cristal). Las fronteras del Tirol quedan prácticamente inalteradas a partir de entonces durante 400 años (Solamente en el año 1817 fue añadido el Valle del Ziller)

Fallece Felipe el Hermoso. Margarita de Austria, es encargada, del gobierno de los Países Bajos .


Fallece FELIPE el HERMOSO. Su hermana, MARGARITA de Austria, que obviamente es tía de CARLOS, es, en principio, encargada por MAXIMILIANO I de la educación del niño, al tiempo que es encargada, asimismo por MAXIMILIANO I, del gobierno de los Países Bajos (1506-1530) y del Franco Condado. Llevará a cabo una política de acercamiento a Inglaterra, preconizada por los burgueses flamencos, cuya industria textil precisa las lanas inglesas. MARGARITA dirigirá con prudencia y sabiduría en los Países Bajos, actuando como intermediaria de su padre, también negociará un tratado con Inglaterra, en el que se favorecerá el comercio de ropas flamencas. También participará en la Liga de Cambrai (1508). Después de 1515, CARLOS V se rebelará brevemente contra su influencia, aunque prontamente la reconocerá como un consejero sabio y razonable, volviendo a restituir su puesto en 1519, intermitentemente, hasta su muerte. Ella negociará junto a Luisa de Saboya la llamada Paz de las Damas, en 1529.

El Papa Julio II solicita la ayuda de potencias extranjeras contra la autónoma República de Venecia.


Conjurado el peligro de un potente estado centroitaliano gobernado por el clan Borgia, se presentaba ahora el riesgo que un estado autónomo y desvinculado de la iglesia siguiera existiendo liderado por Venecia. Contra esta amenaza iba a concitar el Papa JULIO II sus propios esfuerzos y los intereses de las naciones extranjeras. Como ya hiciera en el pasado cuando incitó al francés Carlos VIII a intervenir en suelo italiano para combatir a Alejandro VI, contra la República de Venecia vuelve a necesitar la ayuda de las potencias extranjeras. A tal fin hace alarde de su talento diplomático. Francia acaba de perder a favor de España todas sus opciones al reino de Nápoles. LUIS XII desea desquitarse de su afrenta italiana y sucumbe fácilmente a las proposiciones del pontífice que le sugiere la posibilidad de conseguir en Venecia lo que la fortuna le ha negado en Nápoles. Para convencer al emperador MAXIMILIANO emplea el señuelo de que Padua, Treviso y otras ciudades del Véneto han sido durante largo tiempo germánicas. También logra comprometer a España, Hungría, Saboya, Florencia y Mantua.

El Papa JULIO II, apasionado hombre de guerra, constituye contra Venecia, la Liga de Cambrai


Para erigirse en árbitro de Italia, al Papa JULIO II le es necesario abatir a la principal potencia del país, Venecia. No le ha sido difícil encontrar aliados contra los venecianos, a los que todos envidian por su potencia. Así, en la fecha, el papa reúne en la ciudad francesa de Cambrai, lo que se denominará «La Liga de Cambrai» y que estará compuesta, principalmente, por LUIS XII de Francia, FERNANDO de España, MAXIMILIANO y el papa JULIO II: a cada uno corresponderá su parte de la presa.

Venecia no puede competir a la Liga de Cambrai y resulta derrotada en la batalla de Agnadello.


Los coaligados en la «Liga de Cambray» atacan -en la fecha- a la poderosa República de Venecia que no puede oponer resistencia a la Liga de Cambrai y es vencida en la batalla de Agnadello. El Papa evita que los coaligados la destruyan y procura que las condiciones del tratado de paz no sean demasiado severas. Eso provoca las iras de sus aliados, y cuando cae enfermo, con pocas esperanzas de sanar, MAXIMILIANO I piensa seriamente en convertirse en su sucesor, es decir, en ser al mismo tiempo Emperador y Papa. Pero el Papa JULIO II no muere en aquella ocasión. Si algún papa ha tenido meridianamente claro que se consigue más por las armas que con los anatemas, ese ha sido JULIO II; no obstante, seguramente por lo arraigado de la costumbre secular, hasta él mismo utilizó la excomunión y el entredicho contra Venecia antes de castigarla militarmente. Pero, al poco de concluir el conflicto armado, surgirán diferencias entre los aliados, que, atizadas por la diplomacia veneciana, conducirán a la disolución de esta Liga en 1510.

Se constituye la Liga Santa, integrada en principio, por los Estados Pontificios, Venecia y España.


El papa JULIO II se encuentra ante la tarea de expulsar a los franceses de Génova y Milán, después de haberlos utilizado en el enfrentamiento con Venecia. Su consigna de «¡fuera los bárbaros!» penetra profundamente en el ánimo de los italianos. Una vez más, el papa JULIO sabe que sin la cooperación de alguna potencia europea ellos solos no serán capaces de enfrentarse con éxito al poderoso Luis XII. Sirviéndose una vez más de la diplomacia organiza la Liga Santa, en la que se integran los Estados Pontificios, Venecia y España y que queda formalmente constituida el 4 de octubre de 1511; un mes después se adhiere a ella el rey ENRIQUE VIII de Inglaterra y algo más tarde el emperador MAXIMILIANO y Suiza.

La forma «Sacro Imperio romano-germánico»- no aparece con certeza hasta 1512.


La forma «Sacro Imperio romano de la Nación alemana» (Heliges römisches Reich deutscher Nation) -mejor traducción que «Sacro Imperio romano-germánico»- no aparece con certeza hasta 1512 siendo emperador MAXIMILIANO I.

Los franceses se enfrentan a la Liga Santa y han de abandonar Milán e incluso la península.


El conflicto entre Francia y el papa desemboca en guerra abierta. LUIS XII se dirige a Italia con un gran ejército dispuesto a aplastar a las tropas coaligadas. En abril de 1512 se entabla una cruenta batalla en Rávena en la que los ejércitos franceses se muestran superiores inicialmente y hasta podrían haber resultado victoriosos si no hubiese encontrado la muerte en la pelea su jefe Gastón de Foix. A partir de este momento sólo cosechan derrotas: han de abandonar Milán, pierden las ciudades de Bolonia, Parma, Reggio y Piacenza, las tropas suizas los vencen en Novara y fuerzas de la Liga de Cambrai les hacen traspasar los Alpes y aún los acosan hasta Dijon, mientras los ingleses amenazan con cruzar el estrecho y MAXIMILIANO se dispone a penetrar por su frontera.

En Novara (1513), los suizos derrotan a los franceses que evacúan Francia.


El emperador MAXIMILIANO interviene, a su vez. En Novara (1513), los suizos derrotan a los franceses, que no sólo evacúan Italia, sino que ven sus fronteras atacadas por ENRIQUE VIII, por MAXIMILIANO y por los suizos.