El Concilio de Narbona, celebrado este año, confirma los acuerdos tomados en Toluges en 1027 sobre la «Paz de Dios» y «Tregua de Dios» y toma otros de nuevos. Con los años se ampliarán las disposiciones y las asambleas de Paz y Tregua pasarán a las cortes de los príncipes. De hecho son precedentes de las cortes generales de Catalunya.

RAMON BERENGUER IV se puede considerar ya el amo indiscutido de Aragón. La única cosa que le falta es que Roma lo reconozca en toda forma como sucesor inmediato del Batallador, ya que hasta ahora nada más ha sido para la curia romana conde de Barcelona y marqués de Provenza. De hecho aún tardará diez años antes de dar su reconocimiento «de jure». «De facto» ya lo hace, en la fecha, reconociendo que las fronteras políticas que se han formado entre Castilla y Aragón valen también para la división eclesiástica. Pero tanto Aragón como el condado de Barcelona que son vasallos del Papa desde 1068 y 1090 respectivamente, han dejado de pagar desde hace años, sus correspondientes censos a Roma debido a la carga financiera que les ha representado su lucha constante contra el infiel.

La protección que RAMON BERENGUER IV tendrá de ALFONSO VII, a partir de 1154 la encontrará en la persona de ENRIQUE II de Inglaterra. Esto, que de momento parece sorprendente, se explica por el hecho que ENRIQUE se ha casado con LEONOR de Aquitania, prima de PETRONILA y heredera del Sudoeste de Francia, y le interesa establecer lazos y parentescos que le ayuden a forjar un círculo entorno del poder que todavía le queda al rey de Francia. Aragón es el primero de los países ibéricos con el cual trata de cerca ENRIQUE II, y esto es consecuencia de las posesiones de la casa de Barcelona al sur de Francia.

En este año, se refuerza la relación de la Corona de Aragón con Castilla por el hecho de confirmarse el tratado de Tudején de 1151 y convenirse el futuro matrimonio del hijo de RAMON BERENGUER IV con una hija del emperador ALFONSO VII. Esta política no puede ser de mayor alcance ya que, de momento, el conde-príncipe todavía no tiene ningún heredero. Por otra parte, ALFONSO VII no permite que se incluya en este pacto ninguna posibilidad de ataques a Navarra, aunque persiste el estado casi de guerra entre Navarra y Aragón.

RAMON BERENGUER IV y ALFONSO VII firman el acuerdo de Lleida por el que ratifican que la eventual desaparición de Navarra dará lugar a un reparto de la misma entre los dos reinos.

RAMÓN BERENGUER IV, en la fecha, conquista Alcañiz.

Del matrimonio entre PETRONILA y RAMON Berenguer IV, nace en Huesca, aproximadamente en la fecha, su primer hijo que es bautizado con el nombre de ALFONSO en recuerdo del Batallador y para enlazar, por otra parte, con la estinguida dinastía real. A ALFONSO se le añade el nombre de RAMON (ALFONSO RAMON). Será ALFONSO II de Aragón llamado el Casto o el Trovador. Después seguirán otros dos hijos.

Habiendo fallecido RAMIRO II en el monasterio al que se había retirado en 1137 al abandonar el trono de Aragón, su hija PETRONILA, casada con RAMON BERENGUER IV, hereda el título real que poseía su padre.

Durante la expedición en ayuda de Almería, fallece ALFONSO VII, en 1157, de puro agotamiento, debajo de una encina del paso de la Fresneda, en lo más espeso de sierra Morena, viendo que el puerto de Almería y todas su otras conquistas se vienen abajo ante el empuje de la ola almohade que desde 1147 ha invadido la península. La ciudad de Almería se pierde y vuelve a ser musulmana.

Inmediatamente, después de la muerte de ALFONSO VII se producen, en la fecha, desacuerdos entre RAMON BERENGUER IV y su sobrino SANCHO III el Deseado de Castilla, a propósito de Zaragoza.