En 258, VALERIANO, emperador romano, marcha a Oriente, después de algunos años de lucha con los invasores germanos, para defender Antioquía. Consigue recobrar Antioquía y expulsar a los persas de Siria.

Como consecuencia de las medidas dictadas en el segundo edicto del emperador VALERIANO, el papa SIXTO II -en la fecha- es hecho prisionero y decapitado. Entre las víctimas de la persecución se cuenta también a S. Tarsicio. De este santo solamente se conoce con certeza el epígrafe que el Papa Dámaso hará colocar en su sepulcro: «Queriendo a San Tarsicio almas brutales, de Cristo el Sacramento arrebatar, su tierna vida prefirio entregar, antes que los misterios celestiales». Los relatos de su martirio narran que Tarsicio habría sido asesinado cuando llevaba la Eucaristía a los cristianos encarcelados durante la persecución de VALERIANO. Tras ser descubierto, presionó muy fuerte la Eucaristía contra su pecho, y los soldados romanos terminaron con su vida al intentar inútilmente despojarlo de ella.

Durante la persecución de VALERIANO y de su hijo GALIENO, es martirizado y muerto, en la fecha, FRUCTUOSO, obispo de Tarragona, y sus diáconos AUGURIO y EULOGIO. Afortunadamente poseemos el documento de estos hechos. Fueron arrestados el 16 de enero del 259 y muertos el 21 del mismo mes. El documento en sí es precioso y nos revela la fe extraordinaria de los mártires y del pueblo cristiano, la fiel observancia de las prácticas ascéticas (el ayuno del miércoles y del viernes), su constante oración, el sublime espectáculo de su muerte en llamas orando y con los brazos en cruz, y la frase del gran obispo al soldado cristiano Félix, que le pedía se acordara de él: \»yo tengo que acordarme de la Iglesia católica extendida de Oriente a Occidente\». Las actas de su martirio, son el primer testimonio escrito sobre el cristianismo peninsular, y presuponen la existencia de una Iglesia bien organizada y viva.

DIONISIO -papa- (22.7.259-26.12.268). Alrededor de un año ha estado vacante la sede pontificia a causa de las terribles persecuciones, hasta que el presbítero griego DIONISIO es elegido para suceder al papa mártir Sixto II. Se verá obligado a reorganizar la Iglesia tras los estragos de la persecución de VALERIANO y a solucionar los problemas ocasionados por la política eclesial de GALIENO.

Los francos que comprenden un conjunto de tribus germánicas divididas principalmente en dos grupos, «ripuarios» y «salios», en el siglo III se encuentran, los primeros asentados en la zona más allá de la derecha del Rin y los segundos, estableciéndose momentáneamente en la zona actual de los Países Bajos, principalmente en el valle inferior del Rin. Los francos salios absorben a los bátavos que viven en la zona enfrentados a los romanos desde mediados del siglo primero. Los frisones están asentados más al Norte. El emperador GALIENO resiste la avalancha germana manteniendo a los francos en la orilla del Rin. Poco a poco irá aumentando la presión de los pueblos germanos sobre el «limes» o frontera romana.

Las tribus germánicas del lado norte del Rin invaden la Helvecia, a partir de la fecha. Entre los siglos V y VI, el territorio que actualmente ocupa Suiza será ocupado por tribus alamanas (al E.) y burgundias (al O.): estas últimas serán fácilmente asimiladas; no así las alamanas, cuya cristianización no podrá darse por terminada hasta el siglo IX. Los límites entre ambos pueblos, corresponden aproximadamente a los de las actuales zonas de habla francesa y alemana.

La desaparición de Valeriano, hace surgir emperadores en varias provincias occidentales -período de los «Treinta Tiranos»-, haciendo más difícil combatir a los bárbaros que ya están, campando a sus anchas, en el interior del Imperio. Salonino (hijo de GALIENO), al mando de las tropas del río Rin estacionadas en Colonia Agripinna (actual Colonia (Alemania)), intenta someter a PÓSTUMO. Los alamanes y los francos aprovechan el conflicto para penetrar en la Galia. PÓSTUMO contraataca tomando el cuartel de Salonino, a quien ejecuta. La versión oficial es que GALIENO le ha confiado a PÓSTUMO la defensa de la parte occidental del Imperio, pero la realidad es que se ha formado un Imperio independiente de Roma, el «Imperio Romano Galo». PÓSTUMO se consolida como emperador del mismo (260-269).

GALIENO, una vez asesinado su padre, el emperador Valeriano, continúa como emperador en Roma (260-268)

En el paisaje rural de la Hispania del siglo III destaca la presencia de numerosas villas, grandes fincas que sirven de residencia y base de explotación agrícola. Tal es el caso de Els Munts, en Tarragona, que responde al modelo de lujosa villa romana característica de la alta aristocracia hispana. Esta villa es destruida por un incendio en aproximadamente el año 260 coincidiendo con el momento de máximo apogeo de Tarraco en el Alto Imperio y con los primeros indicios de declive. La mayor parte de los campesinos, empobrecidos por los impuestos y la reducción de las ventas, buscan la protección de los grandes propietarios entregándoles sus bienes. La propiedad de la tierra queda concentrada en pocas manos y se extiende el latifundismo. Por otra parte, los esclavos son sustituidos por los colonos. En esas fincas autónomas y capaces de defenderse por sí solas se puede adivinar ya la semilla remota de los condados feudales que acabarán por dominar la vida política de muchas zonas españolas a comienzos de la Edad Media.

El haber vencido a los romanos demuestra a SAPOR I de Persia que el Oriente romano está abierto para él, y conduce, en consecuencia, su ejército al interior de Asia Menor. Pero es detenido en este punto por la acción de un jefe árabe, Septimio ODENATO, que ha sido nombrado por GALIENO general en jefe de las tropas romanas de Oriente. A ODENATO lo ha dejado en paz una Roma debilitada y abrumada, pero un gobierno persa fuerte en la región le puede resultar peligroso. En consecuencia, lleva a cabo incursiones en el valle del Tigris- Éufrates, sacando ventaja de que el ejército persa se halla en Asia Menor. SAPOR I se ve forzado a abandonar Asia Menor para enfrentarse a su nueva amenaza.