ENRIQUE IV, emperador de Alemania, fallece en la fecha. Tras el éxito de Conrado II y Enrique III en la centralización del gobierno y la consolidación de la dignidad imperial, parecía haber llegado el momento de que el Imperio pudiera transformarse en un país fuerte, como es el caso de Inglaterra y Francia, que lo están consiguiendo lentamente, pero…

Fallece ANSELMO, arzobispo de Canterbury. Aunque nunca será canonizado, su culto estará muy generalizado a finales de la Edad Media. En 1720 será declarado Doctor de la Iglesia por Clemente XI.

Fallece el antipapa CLEMENTE III.

La lucha por la libertad de la Iglesia, iniciada con empeño por San Gregorio VII no es empresa fácil. Ha tenido sus alteraciones y momentos de verdadera violencia. Así, tras el ejemplar tratado de Sutri (4 de febrero de 1111) por el que el papa PASCUAL II ha renunciado a todas las propiedades y privilegios de las diócesis alemanas a cambio de lograr la libertad, el emperador Enrique V momentos antes de ser coronado en San Pedro, ante la actitud de los opulentos obispos alemanes, rompe el tratado, en la fecha, y, en la misma basílica de San Pedro procede a la detención del Romano Pontífice y a su encarcelamiento, junto con varios cardenales y obispos.

BERNARDO (de Claraval), después de la muerte de su madre, entra en la Orden del Císter a los veintrés años de edad. La Orden del Cister ha sido fundada pocos años antes por el abad ROBERTO de Molesme bajo la regla de san Benito. Sólo tiene un monasterio, el de Citeaux, y por la dureza de la vida que llevan, tiene pocos miembros. Este monasterio se encuentra cercano a su casa paterna, siendo Odón, duque de Borgoña, su benefactor.

Apoyándose en que ambos cónyuges son bisnietos de SANCHO el Mayor, el papa PASCUAL II declara nulo el casamiento entre ALFONSO I y URRACA, enlace al que los cronistas castellanos le llaman «las malhadadas bodas». Los caracteres de los regios esposos son tan incompatibles que el matrimonio tiene que ser anulado alegando que son parientes. (Curioso y repetido expediente que muestra hasta qué punto la Iglesia conchabada con el poder usa de una doble moral: concede dispensa para que los parientes próximos se casen pero, por este mismo motivo de consanguinidad, anula sus matrimonios cuando es menester por razones de Estado.)

El papa PASCUAL II reconoce la Orden de S.Juan que así se llama oficialmente la de los Caballeros Hospitalarios que han ayudado a Godofredo de Bouillon cuando éste conquista Jerusalén a los turcos. El Maestro GÉRARD de esta Orden construye hospitales en todos los puertos en que embarcaban y desembarcan los peregrinos. Su sucesor, Raimundo de Puy, divide la Orden en tres grupos (caballeros, sacerdotes y hermanos servidores) e introduce la famosa cruz de ocho puntas.

La Orden de San Juan (Orden de Malta) recibe el reconocimiento del Papa Pascual II en 1113 mediante la bula «Geraudo institutori ac praeposito Hirosolimitani Xenodochii». Sus miembros adoptarán la regla de San Agustín, el negro hábito y una cruz de paño blanco con ocho puntas, las ocho bienaventuranzas. También reciben el tratamiento honorífico de frey. Su misión es primero hospitalaria (atención médica a los creyentes que han peregrinado a Jerusalén), pero desde el gobierno de RAYMOND DU PUY, el segundo Gran Maestre de la Orden, toma un carácter militar. En efecto, tras la Primera Cruzada (1095-1099) los cristianos conquistan Jerusalén. La situación de inseguridad que caracterizará a este período hará que se consolide el carácter militar de la Orden, al que la Santa Sede en un principio ha opuesto ciertas reticencias.

Los mallorquines musulmanes añaden a sus recursos naturales la práctica normal de la piratería por las costas del Mediterráneo occidental. Para acabar con esta práctica de los mallorquines, y para redimir cautivos cristianos, el papa PASCUAL II autoriza la convocatoria de una cruzada que, bajo la dirección de Pisa, reúne naves y contingentes de Lucca, Florencia, Pistoia, Siena, Roma, Volterra, Córcega, Cerdeña y Lombardía. La expedición, en la fecha, sale de Pisa y hacia finales de mes las naves llegan a una tierra que se cree poblada por infieles, pero que resulta ser el país de los «christicolas Catalanensis», probablemente la actual costa de Blanes. Comprobado el error, los expedicionarios tramitan un mensaje al conde RAMON BERENGUER III «que gobierna fuertemente Barcelona, Girona y otras ciudades», reclamando su colaboración.

ALFONSO I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, harto de los problemas que su matrimonio le ocasiona e influido por las censuras eclesiásticas, decide aceptar la resolución papal de nulidad de su matrimonio y devuelve, en Castellar (fortaleza cercana a la localidad zaragozana de Alagón), a la reina castellano-leonesa doña URRACA a sus súbditos, explicando tan sólo que «no quiere vivir en pecado con ella». Ésta es la primera unión, frustradísima, entre Aragón y Castilla.