TRATADOS, PACTOS, CONVENIOS, CONFERENCIAS, DOCUMENTOS, DOCTRINAS, etc…

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Tratados, documentosTratados, pactos, convenios, conferencias, documentos, etc...

CARO derrota a los sasánidas a quienes les toma su capital Ctesifonte.


El emperador CARO derrota a los sasánidas a quienes les toma, en la fecha, su capital Ctesifonte. Los sasánidas pierden Armenia y Mesopotamia y firman un tratado de paz con Roma. Las conquistas realizadas por CARO le valdrán los títulos de Persico y Pártico. Al igual que sobre su muerte, existen diferentes versiones sobre su imagen. Según algunos, CARO defraudó las esperanzas de los que le elevaron al trono, y se convirtió en un tirano irritable y suspicaz, acabando asesinado por el siguiente aspirante al poder. Otros opinan que dejó fama de haber sido un buen príncipe e ingresó en las filas de los dioses.

JULIO I convoca un concilio en Sárdica para reconciliar con la Iglesia a los excomulgados arrianos.


El papa JULIO I convoca un concilio en Sárdica (Sofia) en Tracia (342-343) en un intento por reconciliar con la Iglesia a los excomulgados arrianos. Este concilio se reúne merced a un convenio entre CONSTANTE I (cristiano) y su hermano CONSTANCIO II (arriano). En Sárdica se reúnen 90 sostenedores de la fórmula nicena contra 80 defensores de la herejía arriana. La unión no se logra, aunque algunos herejes deponen su actitud, y la separación entre los obispos de Occidente y los de Oriente se muestra clamorosamente. También en este concilio se reconoce explícitamente la autoridad papal pues se dice que el primero entre todos los obispos y juez supremo en los asuntos religiosos, dogmáticos y disciplinarios. No se trata solamente como en los primeros siglos de un reconocimiento más o menos implícito, sino de un reconocimiento oficial y explícito. El primado pontificio no es un simple primado de honor, sino un verdadero primado de jurisdicción. Reside en el Palacio de Letrán (Roma). El Papa, enviará a este Concilio como legado suyo al obispo de Córdoba, OSIO. Este Concilio confirmará la ortodoxia de las doctrinas de ATANASIO y se reconocerá para cualquier obispo expulsado de su sede, el derecho de apelación a Roma.

El «Edicto de Tesalónica», por TEODOSIO I, confirma el cristianismo como religión de Estado.


Por el «Edicto de Tesalónica» (Cunctos populos), promulgado, en la fecha, por el emperador romano de Oriente TEODOSIO I el Grande, se establece el catolicismo como religión de Estado en el Imperio, terminando con los últimos restos de paganismo y constituyendo el final de la evolución del Imperio romano enteramente cristianizado. Dice el decreto: «es voluntad de los emperadores que todos profesen la religión que Pedro transmitió a los romanos y es la profesada por Dámaso. Creemos en una sola divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con idéntica majestad y Santa Trinidad». El emperador se sitúa con claridad en la fe de Nicea y prepara el tema que se debatirá en el concilio convocado en Constantinopla para mayo de 381. Así, pues, quien erige al catolicismo como religión oficial del Estado es TEODOSIO I, ya que Constantino I se había limitado, con el «Edicto de Milán» en 313, únicamente a prohibir que se persiguiese a los cristianos y a ofrecer una libertad de culto.

Los visigodos darán a sus reyes el título de «Vascones Domuit» (dominó a los vascones), algo que nunca conseguirán.


A lo largo de estos años (456-481), los visigodos tratarán individualmente con los diversos dirigentes vascones su sumisión. Los visigodos darán tanta importancia a dominar a las diferentes tribus vascas que sus reyes se darán el título de «Vascones Domuit» (dominó a los vascones), algo que nunca conseguirán. Puesto que los visigodos no piensan establecerse en las tierras del norte, esta sumisión deberá implicar solamente una alianza militar y una vinculación jurídica al dominio real visigodo, y evidentemente, un convenio de no agresión. Naturalmente, los jefes de aldeas y valles olvidarán pronto sus convenios cuando el ejercito visigodo abandone el lugar, salvo que les reporte algún beneficio. En cambio las ciudades respetarán sus compromisos, éstas (Pamplona y algunas ciudades del valle del Ebro) disponen de una administración que en sus aspectos principales es continuadora de la administración romana y consideran a los visigodos (en proceso de romanización) como aliados imperiales, tal como han actuado durante años. Los dirigentes vascones de las ciudades, generalmente propietarios más o menos ricos, no se oponen a una dominación diferente a la imperial, siempre que garantice su tranquilidad y sus propiedades.

Ante la gravedad de la situación, el Papa concierta con PIPINO III el Breve una alianza defensiva.


Ante la gravedad de la situación, el Papa PABLO I viaja este año a territorio de los francos, concertando con PIPINO III el Breve en la abadía de S.Denis una alianza defensiva -el Pacto de Quiercy- la primera firmada por un pontífice. Según este pacto, el rey de los francos se compromete a defender a la Iglesia y a entregar, mejor dicho, a «restituir» al Papa, las tierras del imperio bizantino ocupadas por los lombardos.

MAUREGATO (783-789), con la ayuda de ABDERRAMÁN I destrona a ALFONSO en el trono de Asturias.


MAUREGATO (783-788), con fraude y por sorpresa, destrona a ALFONSO en el trono de Asturias. MAUREGATO, ya de edad madura, es hijo bastardo de ALFONSO I. No está claro si para conseguirlo, MAUREGATO ha necesitado la cooperación de ABDERRAMÁN I. Sí se acepta como leyenda y maledicencia el que MAUREGATO se comprometiese a un tributo anual de «Cien concellas», aunque sabemos que es frecuente, incluso en épocas posteriores, la entrega de mujeres de la familia real como esposas o concubinas de los emires y califas, y las fuentes musulmanas hablan de un activo comercio de esclavas entre los reinos del norte y Córdoba. En cualquier caso, el tributo de las «Cien Doncellas» plasma una realidad: el pago de unos impuestos que sólo cesará si el reino cristiano tiene fuerza militar suficiente para oponerse a los ejércitos que los emires envían para cobrarlos y castigar a los que se resisten.

Tratado de Aquisgrán por el que se regulan las zonas atribuibles a los Imperios carolingio y bizantino.


Tratado de Aquisgrán alcanzado en el año 812 en la ciudad alemana de Aquisgrán entre el emperador bizantino MIGUEL l y el franco CARLOMAGNO, por el que se regulan las zonas atribuibles a los Imperios carolingio y bizantino. Por este tratado, el emperador de Bizancio se compromete a reconocer a CARLOMAGNO como emperador de Occidente a cambio de la entrega de Venecia, Istria y Dalmacia. La presencia franca permite la formación de los primeros reinos de los eslovenos, así como el de los croatas y el de los serbios. Durante este período fructifican los intentos de cristianización: Croacia y Eslovenia se integran en la órbita de Roma y Serbia en la de Bizancio. Los croatas llegaron a ser considerados «especialissimi filii» del papado romano.

PASCUAL I nombrado Papa. Con LUIS I el Piadoso, se llega a un acuerdo sobre los impuestos a pagar.


PASCUAL I -papa- (24.1.817 – 11.2.824). Entre este papa y LUIS I el Piadoso, se concierta el llamado «Privilegio del emperador LUDOVICO», por el que se regulan los impuestos que los pontífices tienen derecho a percibir y los territorios sobre los que se les reconoce soberanía, todo lo cual es garantizado por el emperador. Queda establecido que este convenio debe ser renovado por cada nuevo papa. Por otra parte, durante su pontificado, el derecho papal a coronar al emperador y la elección de Roma como lugar de la coronación quedan prácticamente consagrados. También se renueva la controversia relativa al culto de las imágenes, por lo que numerosos monjes griegos que huyen del emperador iconoclasta LEÓN V, encuentran así refugio en PASCUAL I.

Se firma un tratado formal de paz entre China y Tibet en los años 821/823 dC.


Finalmente, se firma un tratado formal de paz entre China y Tibet en los años 821/823 dC. Este tratado establece los límites oficiales entre Tibet y China y concluye que «Los tibetanos serán felices en la gran tierra de Tibet y los chinos en la gran tierra de China.» (El tratado entre Tíbet y China se conmemora mediante una inscripción tallada en un monumento que se erige frente al palacio del Potala).

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