FEDERICO I Barbarroja (Emperador del SIR y Rey de Alemania)(1152-1189)

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La Paz de Constanza firmada entre el emperador FEDERICO I Barrarroja y el papa LUCIO III


La Paz de Constanza firmada entre el emperador FEDERICO I Barrarroja y el papa LUCIO III, reconoce la autonomía de las ciudades lombardas y el poder temporal del Papa, al tiempo que el emperador renuncia a la soberanía sobre los Estados Pontificios. Por la otra parte, las ciudades italianas reconocen la soberanía del emperador de Alemania. La paz de Venecia -1177- y luego la paz de Constanza -1183- sancionan los derechos y, al mismo tiempo, volverán a poner en vigor el Concordato de Worms señalando el fin del cisma.

ENRIQUE VI, rey de Alemania se casa con la heredera al trono de Sicilia, Constanza de Hauteville.


En 1184, FEDERICO Barbarroja, persiguiendo sus sueños de grandeza, logra ligar la casa de Suabia con la de Normandía, casando a su hijo ENRIQUE VI, rey de Alemania, con la heredera al trono de Sicilia, CONSTANZA de Hauteville, hermana de Guillermo I el Malo. Dicho matrimonio dará origen a la dominación de los suabos en Italia meridional, lo cual causará graves y prolongados disturbios entre el papado y el imperio.

Ad abolendam se convierte en el embrión del futuro Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio.


El Concilio de Verona al que asiste el emperador FEDERICO I Barbarroja- y en el edicto Ad abolendam expedido por el papa LUCIO III (1181-1185) contra los cátaros y lo valdenses, se fija las primeras disposiciones del recientemente creado tribunal permanente contra los herejes: tribunal episcopal. Así, se decreta: que los condes, barones y otros señores juren ayudar a la Iglesia a descubrir y castigar a los heresiarcas (autores de las herejías), so pena de ser excomulgados y perder sus bienes y derechos; que los demás prometan también bajo juramento denunciar al obispo o delegados, a todas las personas que se sospeche vivan en la herejía o formen parte de sociedades secretas; que los obispos visiten dos veces al año todas las ciudades y aldeas de su diócesis para descubrir a los sacrílegos; que se entreguen al brazo secular a todos los que sean declarados herejes por los obispos y que no confiesen su crimen; y también, que sean declarados infames para siempre y despojados de sus empleos.

URBANO III -papa- (1.12.1185 – 20.10.1187). Como su antecesor, este papa permanecerá en Verona.


URBANO III -papa- (1.12.1185 – 20.10.1187). Como su antecesor, este papa permanecerá en Verona, imposibilitado de trasladarse a Roma por los tumultos que sacuden la ciudad. Se entrevistará con el Emperador FEDERICO I Barbarroja a quien le pedirá que devuelva a la Iglesia diversas cosas que todavía le debe. FEDERICO intentará, prometiendo concesiones, que URBANO III corone a su hijo ENRIQUE, a lo que el pontífice se negará -como antes lo hiciera ALEJANDRO III- exigiendo que FEDERICO antes debe abdicar. Por el contrario, accederá a coronar rey de Irlanda a uno de los hijos de ENRIQUE II, PLANTAGENET, de Inglaterra.

CLEMENTE III dirige su atención a la reconquista de Jerusalén mediante la organización de la Tercera Cruzada


Tras el éxito obtenido en las negociaciones para que el papado regrese a Roma, CLEMENTE III dirige su atención a la reconquista de Jerusalén mediante la organización de la Tercera Cruzada (1189-1192). Para ello se reconcilia con el emperador FEDERICO I Barbarroja logrando que se ponga al frente de un poderoso ejército en el que también participen el rey inglés RICARDO I Corazón de León y el francés FELIPE II Augusto. Cadáveres de indefensos judíos serán desparramados durante esta Tercera Cruzada a lo largo de todo el camino que hay entre Londres y Viena.

FEDERICO I Barbarroja, decidido a liberar Jerusalén, a la sazón en poder del sultán SALADINO.


En la dieta de Maguncia (1188), el emperador del Sacro Imperio, FEDERICO I Barbarroja, decidido a liberar Jerusalén, a la sazón en poder del sultán SALADINO, se compromete a encabezar la Tercera Cruzada.

Tras la batalla de Iconium, FEDERICO I se ahoga en el río Saleph en Anatolia.


Tras dos batallas exitosas contra los musulmanes, la última de ellas, la batalla de Iconium, FEDERICO I se ahoga en el río Saleph en Anatolia en junio de 1190, antes de que pueda encontrarse con SALADINO, ya que tenía su armadura puesta y esta le hizo peso. Las circunstancias exactas de su muerte no están claras: una parte cuenta que, acalorado tras cabalgar, quiso refrescarse con un baño; otros relatan que fue tirado de la silla por el caballo cuando estaba atravesando el río y que el peso de su armadura lo hundió. Se especula que, siendo un hombre de casi 70 años y teniendo en cuenta el calor que hacía, sufrió un infarto en el agua helada de un río que viene de las montañas.  Su hijo Federico VI de Suabia continúa con un pequeño ejército para enterrar a Barbarroja en Jerusalén. El intento de conservarlo en vinagre fracasa, así que la carne del emperador fue enterrada en la iglesia de San Pedro en Antioquía, sus huesos en la catedral de Tiro y el corazón y las entrañas en Tarsos.